Estaba nervioso. Tenía una estampita religiosa con los colores del Fluminense y un rosario en la mano. Ese hincha del equipo brasileño que enfocaron las cámaras aferraba con fuerza a ambas cosas, como pidiendo ayuda divina para que su club, a pesar del asedio del Al-Hilal saudí en los últimos minutos del duelo de cuartos de final, se convirtiera en el primer semifinalista del Mundial de Clubes que se juega en Estados Unidos.
En el cielo lo escucharon. El cuadro carioca, que juega en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro, ganó el duelo contra los árabes y, contra todo pronóstico porque decían que los equipos europeos serían los que lucharían el título, se metió entre los cuatro mejores del “Mundialito”.
Por eso las lágrimas del aficionado en la tribuna. Ese fue el motivo del llanto, esta vez por alegría, de jugadores como Thiago Silva, capitán del equipo dirigido por Renato Portaluppi, y el colombiano Jhon Arias, quien jugó los 90 minutos y tuvo un partido impecable: ¿un paso más para llegar al fútbol del Viejo Continente?
El equipo con la plantilla más modesta de los ocho que se metieron en cuartos de final (valorado en 86,15 millones de euros), venció a uno que contaba con figuras como el portugués João Cancelo, el francés Kalidou Koulibaly o el marroquí Yassine Bounou, dirigido además por el entrenador italiano Filippo Inzaghi, quien llevó al Inter de Milán a dos finales de Champions en los últimos tres años, que costaba más 181,58 millones, casi el doble del cuadro suramericano.
Un equipo de guerrreros
Fluminense es un equipo de guerreros. Ese es uno de los principales seudónimos con los que hablan del cuadro carioca. Por eso suelen tener futbolistas que lo entregan todo en la cancha. Tal fue el motivo por el cual, antes del inicio del duelo contra el equipo de Arabia Saudita, publicaron en sus redes sociales un trino en el que decían que la victoria la buscaban por “Río, Brasil, Suramérica, Latinoamérica”.
De un momento a otro, ese equipo brasileño que ganó la Copa Libertadores en 2023, se convirtió en la bandera de una causa: representar a los de abajo, “los del sur”, en el campeonato donde está la élite del balompié mundial. Lo lograron con decoro. En el encuentro, que tuvo un inicio conmovedor con un minuto de silencio en honor a los futbolistas Diogo Jota y André Silva, su hermano, fallecidos en un accidente de tránsito en España, los brasileños fueron quienes dieron el primer golpe.
Al cierre de un primer tiempo en el que los equipos se cuidaron de más, Fluminense marcó el primer gol. Esta vez no lo hizo Arias, para muchos el mejor jugador del Mundial. Tampoco Germán Cano, uno de los goleadores del Flu. En esta oportunidad la celebración fue de Matheus Martinelli al minuto 40. Hubo mucha emoción. Suramérica estaba en semifinales.
Sin embargo, Marcos Leonardo, en el minuto 6 del segundo tiempo, aprovechó una desconcentración en defensa del Flu y anotó el empate parcial. Los brasileños, que tuvieron en el colombiano Arias al hombre que manejó los hilos del ataque (incluso estuvo cerca de marcar gol), volvieron a irse al frente a los 70, cuando Hércules Pereira anotó.
¿Cuánto dinero ganó Fluminense por ser semifinalista del Mundial de Clubes?
Con la victoria, Fluminense no solo se metió a semifinales del Mundial de Clubes. También ganó 21 millones de dólares por haberse ganado un cupo entre los cuatro mejores del torneo que se juega en Estados Unidos y finalizará el próximo domingo 13 de julio. El rival de los brasileños saldrá del duelo entre Palmeiras y Chelsea, que se disputaba al cierre de esta edición.
El sábado se disputarán las otras series de cuartos de final. El primer duelo será entre PSG y Bayern Múnich de Alemania. Ese encuentro está programado para iniciar a las 11:00 a.m. (hora de nuestro país). El segundo partido de la jornada será el encuentro entre Real Madrid y Borussia Dortmund de Alemania, que empezará a las 3:00 p.m.