El pitazo final del partido de la quinta fecha de la Liga Betplay entre Independiente Medellín y América de Cali dejó fríos a los más de 20.000 espectadores que se dieron cita en el estadio Atanasio Girardot para observar este encuentro.
En medio la impotencia que se siente en muchas ocasiones desde la gradería, los aficionados vieron cómo celebraban en el campo los integrantes del equipo vallecaucano, que se impuso 1-0 con anotación de Luis Sánchez, quien en el tiempo de reposición anotó (90’+2) y silenció a la parcial local.
Ese silencio que dejó la anotación en contra duró poco, pues los abucheos para los integrantes del Rey de Corazones no tardaron en aparecer, como muestra del descontento que tienen los hinchas, quienes no han visto ganar a su equipo este semestre y además han tenido que soportar tres derrotas consecutivas. Envigado (2-1), La Equidad (2-1) y ahora América, han sido sus verdugos.
El director técnico David González, quien con un rostro de preocupación en el remate del juego reflejaba la compleja situación que vive la familia roja, no fue ajeno a las rechiflas, las cuales generaron en él una reacción inesperada por muchos.
Cuando se disponía a bajar las escalas que lo conducían hacia los camerinos, los silbidos aumentaron y él lejos de acelerar el paso para eludirlos, se detuvo y levantó su cabeza para observar a quienes a algunos metros de distancia le gritaban cualquier cantidad de cosas.
Tras la fotografía visual de un lado a otro de la tribuna, levantó ambas manos con el pulgar arriba y siguió su camino, perdiéndose de la vista.
En la conferencia de prensa posterior al compromiso, el entrenador dio detalles del hecho, que fue tomado como un gesto retador por un sector de la fanaticada.
“Quería guardar una imagen en mí cabeza de la gente diciéndonos todo lo que nos gritan hoy, con todo el derecho, porque tienen todo el derecho a hacerlo, pero quería quedar con esa imagen, porque próximamente los voy a ver aplaudiendo, estamos seguros que eso es lo que vamos a hacer acá adentro”, subrayó.
En el argot del fútbol dicen que en muchas ocasiones hay que tocar fondo para reaccionar y se espera que esto suceda con el DIM, que ya no aguanta una derrota más y está obligado a reaccionar de inmediato si quiere realizar una campaña digna en la Copa Libertadores, competencia en la que comenzará su participación desde la fase 2, el próximo miércoles (5:00 p.m.), cuando se medirá con El Nacional de Ecuador en el vecino país, en el primer partido de esta serie.
“Tratamos de atacar la profundidad, lo trabajamos en el entrenamiento y sabíamos que América tiene una defensa de cinco, lo que complica esta idea. Fuimos imprecisos en algunos momentos y esa imprecisión y el ambiente hace que se tomen decisiones apresuradas, en la mayoría de las veces equivocadas”, analizó el orientador en relación al juego frente a los Diablos Rojos, que desde el 12 de abril de 2009 no le ganaban al Medellín en el Atanasio. En ese entonces se impusieron 3-1.
El estratega argumentó que en los cuatro partidos anteriores se habían creado muchas opciones de gol, pero reconoció que en esta jornada también se falló en ese aspecto.
“Con Envigado y Santa Fe se generaron demasiadas oportunidades de anotar, pero cuando no se convierte y además el resultado no es bueno, se empieza a generar este tipo de ambiente que estamos teniendo. Es difícil sobre todo para los jugadores en la cancha”, comentó.
El plantel profesional de Independiente Medellín viajará este lunes al caer la tarde hacia Bogotá, donde tiene presupuestado tomar otro vuelo con dirección a Ecuador de cara al debut en el certamen continental.
