Ya sea por inexperiencia, fallos puntuales o superioridad del rival, el progreso competitivo de la Selección Colombia en los últimos años se ha visto frenado cuando le toca afrontar duelos de eliminación directa, como lo hará mañana ante Chile por los cuartos de Copa América.
Desde 2014, cuando esta generación de jugadores comenzó a disputar instancias importantes, Colombia disputó siete series directas de las cuales superó solamente tres: ante Uruguay (2-0) por octavos de final del Mundial-2014; (0-0) frente Perú para clasificar luego por penales a cuartos en la Copa Centenario 2016, y 1-0 ante Estados Unidos, en este mismo torneo, en juego por el tercer puesto.
En las restantes cayó 2-1 contra Brasil (cuartos del Mundial 2014); falló en los penales (5-4) ante Argentina por los cuartos de la Copa 2015; perdió (2-0) contra Chile en la semifinal de la Copa Centenario y nuevamente por penaltis (5-4) en el recordado encuentro frente a Inglaterra en el pasado Mundial tras el agónico 1-1 en los 120 minutos.
La tarea de Queiroz
Y precisamente esa deuda que tiene el elenco tricolor en escenarios de máxima presión es una tarea inaplazable que tiene Carlos Queiroz en esta Copa América, según el entrenador Óscar Pareja.
“Hay algo de lo que hemos carecido para habernos acercado a la posibilidad de un logro concreto, como lo es un título, en los últimos años. Talento no es, porque lo tenemos de sobra; la experiencia la hemos acumulado, entonces creo que es más una barrera mental que puede caer con la conducción del técnico portugués”, estima el antioqueño, al frente actualmente del Tijuana de México.
Así, pues, Colombia debe dejar de lado no solo la estadística sino esas prevenciones que impidieron al equipo nacional hacer historia en partidos en los que, por desempeño y situación del rival, tenía todo para hacer historia, tal como sucedió en Rusia, contra Inglaterra o, precisamente, frente a Chile, en ese duelo del 22 de junio de 2016, en Chicago, que pudo significar la segunda final de Copa América.
Ganar en los 90
Mateus Uribe, quien tuvo la mala fortuna de errar el penúltimo cobro en la definición ante Inglaterra en Rusia, sabe que esta clase de juegos suelen ser cerrados hasta el punto de llegar a un desenlace similar al que ocurrió en el Mundial. Pero asegura que en la mentalidad que les ha transmitido Queiroz no cabe rastro alguno de especulación.
“(los penaltis) son una posibilidad, pero nosotros nos mentalizamos en los 90 minutos, en ganar el partido, en hacer nuestra labor. Cada día trabajamos en lo que el profe nos ponga por delante, estamos mentalizados en sacar un resultado, pero somos consientes que son cosas de fútbol y puede pasar”, enfatizó el volante antioqueño.
Superar al bicampeón de Copa y acceder a una fase siguiente 5 años después, sería otro espaldarazo para el proyecto Queiroz.