Para nadie es un secreto que, pese a la clasificación de Colombia a Rusia, este grupo es inferior en nivel al que disputó el Mundial de Brasil 2014 y tendrá varios aspectos por corregir si quiere igualar o superar esa actuación.
Entre estos puntos flojos está la selección de los jugadores. Eso se evidenció en las ultimas fechas de la Eliminatoria: a muchos de los convocados, José Pekerman les respetó su pasado y no lo que mostraban en el presente con sus clubes.
Sin embargo, bien o mal, fueron estos elegidos los que alcanzaron el cupo a la cita mundialista, por eso el tema de debate es si merecen ser llamados o Pekerman debe tener cambios drásticos en la lista de 23 jugadores que viajarán a Rusia.
Las opiniones están divididas porque, para muchos entrenadores, el que un jugador no ande bien con su club no quiere decir que no pueda cumplir con la Selección. Para otros es necesario tener méritos en los equipos para vestir la camiseta Tricolor.
El técnico tolimense Jorge Luis Bernal dice que David Ospina y Abel Aguilar son un ejemplo de que los jugadores sí pueden rendir así no tengan continuidad con sus elencos.
“¿Quién conoce más a la familia que los propios miembros de ella?, Pekerman sabe los defectos y las virtudes de cada uno, más allá de que siempre se esté pensando que a la Selección deben ir los mejores. Para él, sus convocados son los mejores”.
Pero, ¿entonces dónde está la meritocracía de la que tanto se habla? Para el técnico antioqueño Hugo Gallego, el tema está claro. “La filosofía de Pekerman no es convocar a los que mejor estén, él parte de la gratitud con quienes lo llevaron allá y no del principio de justicia con base al presente del jugador. Confía en sus hombres y con esos morirá”.