Ningún equipo, de los 20 en competencia, se quedó sin hacer movimientos y los realizó con el afán de ser protagonista o salvarse del descenso.
El único de los llamados grandes que movió gran parte de su nómina fue Independiente Medellín, ya que contrató a 10 jugadores (incluyendo al volante Luis Fernando Mosquera y al defensor argentino Martías Cahaís) y salió de una cantidad similar. Otros, como Nacional, Cali, Millonarios, Santa Fe y Junior apenas le dieron retoques al grupo.
Ramón Jesurún, presidente de la Dimayor, reconoce que la edición 81 del campeonato que irá hasta el 20 de diciembre es el de más expectativas del año, porque “en este semestre se conocerán los clasificados a torneos internacionales y sabremos los descendidos”.
Aquellos que luchan por no irse de la Liga Águila-2 son Autónoma, Cúcuta, Cortuluá, Boyacá Chicó y Deportivo Pasto. Por eso fueron los de más cambios en las nóminas para tener con qué luchar en un rentado en el que la presencia de extranjeros y colombianos de nivel ilusionan con un buen espectáculo.