Murió un 11 de abril, la misma fecha en la que había nacido hace 54 años. Así le sorprendió la muerte a Guillermo el “Teacher” Berrío el pasado domingo, rodeado de sus amigos, que celebraban su cumpleaños, y haciendo lo que más le gustaba: jugando al fútbol.
Un infarto fulminante apagó la vida de este antioqueño, oriundo de Amagá, que dejó huella como jugador en el Huila, convirtiéndose en el máximo goleador y referente histórico de esa institución.
Este padre de dos hijos, amable y cordial, fue técnico del Medellín en el año 2011 y allí tuvo una nómina entre la que se encontraban Breiner Castillo, Samuel Vanegas, Ricardo Calle, John Javier “Choronta” Restrepo, Alexander Jaramillo, Jonathan Estrada e Iván “Champeta” Velásquez, entre otros.
En ellos hizo honor a su apodo de “Teacher”, que significa maestro en español, y dejó un grato recuerdo.
“Me gusta un equipo que juegue bien al fútbol, que proponga. No me agrada defenderme, porque el que llega con esa actitud siempre termina perdiendo o empatando y la intención es salir a ganar”, ese era el mensaje que les inculcaba a sus pupilos.
Siempre hubo curiosidad respecto a su apodo y varias veces relató la anécdota sobre dónde surgió:
“En la cuadra del Doce de Octubre (Cali), teníamos una especia de manga (potrero) que la acondicionamos para jugar al fútbol con arcos de guadua. Un amigo me miraba jugar y me decía, ‘este man es un maestro con ese balón, por eso te voy a poner El Teacher’”.
El volante Alexander Jaramillo recuerda que como técnico tenía un estilo muy sencillo de llegarle al grupo: “Era amigo del jugador, muy disciplinado para trabajar, pero como había sido futbolista reconocía muy bien las necesidades de los jugadores, siempre sonreía y bromeaba”.