El exjugador Diego Arias está feliz en su regreso al Atlético Nacional, ahora como entrenador en las categorías menores, cargo en el que también espera vivir alegrías. Dialogó con EL COLOMBIANO de varios aspectos.
¿Qué significa este regreso?
“Es volver a casa, encontrarme con amigos, personas con las que pasé muchos momentos. Nos formamos en derrotas y tuvimos la fortuna también de compartir alegrías con toda la gente que nos acompaña”.
¿Qué piensa del presente de Nacional?
“Siento que debemos encontrar las herramientas para ubicar al club donde lo merece. El trabajo que se ha hecho ha sido bueno, aunque en resultados, aparentemente, no. Hay muchas cosas que se están haciendo bien y sería una pena tirarlas a la basura. Es continuar un gran trabajo, un proceso hecho con mucho detalle, mejorando lo que se pueda. Este es un camino que no se trazó al azar, dándole continuidad podría tener buenos frutos”.
¿Cuáles son sus funciones en esta nueva etapa?
“Estoy como segundo asistente del elenco profesional y hago el empalme con muchos de los jugadores que están allá, jóvenes que van a competir conmigo en la categoría que dirijo, la Primera C”.
¿Cómo se siente en ese rol?
“Contento, es la primera oportunidad que tengo de dirigir directamente, pero es una función que desde que jugaba, incluso en Nacional, ya había experimentado. Desde adentro, con mis compañeros debíamos organizarnos, identificar fortalezas de los rivales y saber cómo podíamos controlarlas. Todo ese proceso de Nacional con los buenos técnicos que tuvimos nos dieron a entender cosas que pasan en el juego. En los otros elencos en que estuve como jugador cumplí funciones que un técnico debe hacer”.
¿Qué disfruta más, ser futbolista o entrenador?
“Son etapas diferentes. Jugando, el último período, fue muy bueno. Tenía más información de cuando inicié mi carrera, entonces lo disfruté. Tuve la fortuna de estar en equipos buenos que lograron resultados. Ahora de técnico, que recién inicio, brinda otras satisfacciones. Una de ellas, ver que los jugadores agradecen el apoyo que uno les da desde afuera. Identificar durante el partido por dónde podemos descifrar la propuesta del rival, en dónde podemos sacarle ventaja. Sé que el jugador aprecia mucho ese aporte y ahora que estoy afuera de la raya, ratifico que lo valoran. Disfruto ambas a mi manera”.
¿Qué es lo más difícil en su actual cargo?
“No poder estar ahí adentro, es algo que se siente. Y hay algo que no podría decir que es lo más difícil, que lo calificaría mejor como la oportunidad más grande y es saber que todo lo que hacemos es en función de servir, servir a los jugadores, generarles el mejor escenario para que estén mejor. Como jugador tenía muchas personas haciéndolo, hoy nosotros lideramos esa función en el equipo”.
¿Cambia en algo para los jugadores saber que usted fue referente de Nacional?
“Sinceramente, creo que eso dura cinco minutos o incluso menos. Identifican si la persona que está al frente les va a ayudar a mejorar y los acerca a ganar. El jugador desde pequeño está en competencia y lo que quiere es que la persona que esté al frente le ayude a ganar, que se sea coherente, respetuoso, sin importar si ha ganado la Liga de Campeones, la Copa Libertadores o un Mundial. Realmente tiene trascendencia lo que se le transmite a un equipo, ya después los pergaminos o esa trayectoria como jugador es muy poquito lo que puede contribuir para convencer a un grupo de jugadores”.
Francisco Nájera y usted tienen una gran amistad. ¿Le dolió que este periodo juntos haya durado poco?
“Sin duda, por lo menos desde esta nueva etapa de entrenadores fue poco. Pero nosotros compartimos mucho, yo a Pacho lo quiero demasiado. En este tiempo aprendí de él, me ayudó muchísimo a ver la manera cómo se organizan los partidos, cómo analizan los rivales, preparan entrenamientos y diseñan las tareas. Realmente para mí fue una oportunidad bonita arrancar con amigos, con personas capaces, muy profesionales, con seres humanos increíbles. Fue poco tiempo, pero alcancé a crecer en esta etapa de entrenador”.
¿Le recomendaría que siga ejerciendo como entrenador en otro equipo?
“Como amigo primero y después como profesional, creo que sería una gran oportunidad para cualquier club en Colombia tener a Alejo y a Pacho. Son grandes profesionales y seres humanos, y estoy seguro que todo lo bueno que hicieron Nacional lo podrán replicar en otro equipo”.
¿Siente que ellos deben seguir trabajando juntos?
“Sin duda alguna. Es decisión de ellos, pero ambos son buenos en lo que hacen y se complementan bien. Creo que vale la pena que sigan compartiendo como cuerpo técnico”