Atlético Nacional quiere estar en una final más, en la segunda a nivel internacional de este año, en el que los resultados han hablado por si solos: Tres títulos, dos locales y uno continental.
Pero el rival es un equipo que ya sabe lo que es jugar en el Atanasio y enfrentarse a los equipos colombianos: Cerro Porteño, que en su camino en esta versión de la Copa Sudamericana fue el verdugo de Santa Fe -actual campeón del torneo- e Independiente Medellín.
Tras el empate 1-1 en el juego de ida en Asunción, los de Reinaldo Rueda esperan imponer su jerarquía y aprovechar su condición de local para llegar a la final de un certamen que le ha sido esquivo.
“Es un desafío grande, es una espinita que tiene el equipo y que queremos superarla y se va a jugar para ello, conscientes de que tenemos al frente un rival de mucho respeto, que tiene historia también”, manifestó Rueda.
El técnico dijo además que su equipo debe hacer un juego inteligente “y con la profundidad y la agresividad ofensiva que siempre muestra Atlético Nacional”.
Rueda reconoció que Cerro Porteño es un rival “con una gran vocación ofensiva, un rival fuerte que tiene muchos jugadores de selección y una gran trayectoria internacional”.
Para el partido de mañana Rueda no podrá contar con el goleador Miguel Ángel Borja, expulsado en Asunción y en su lugar, según los entrenamientos, estará el argentino Ezequiel Rescaldani.