El pasado 14 de marzo, César Mora terminó las grabaciones de La Nocturna 2 e inició su confinamiento en medio de la pandemia que detuvo al mundo, empezando por las industrias creativas como la actuación y la música, las dos áreas fuertes en el trabajo de este artista.
En medio de los días de preocupación por lo que vivía el mundo y las dificultades que estaban pasando algunos de sus colegas, aprovechó ese tiempo en casa para invertirlo en su familia, en César y en la música que espera grabar.
Desde hace algunas semanas empezó a salir de casa, rumbo a las instalaciones del Teatro Nacional para asumir el nuevo reto de un programa que se emite, todas las noches de los viernes por la sala virtual de la institución. Se trata de De parque & amigos con César Mora, una propuesta diseñada para cantar, divertirse y arrancar la rumba de la noche al son de algunos de los músicos más reconocidos de la escena nacional.
Se inició con Adriana Lucia y en el segundo programa estuvo Diana Ángel. Más adelante estarán artistas como Santiago Cruz. La promesa es una noche llena de buena música, anécdotas y sobre todo de una amena charla con César.
¿Cómo ha sido la experiencia de estos primeros?
“Maravillosa en el debut en este tipo de formatos. Todos estamos aprendiendo nuevas cosas, nuevas formas de expresión en la virtualidad, por lo que no sabíamos que iba a pasar. Yo no tenía experiencia en un programa en vivo, porque independientemente que uno no tenga la gente al frente como en un teatro, es un programa en vivo. El balance fue maravilloso, con muy buenos comentarios en general, la gente lo disfrutó, y nos tranquilizó el hecho de que se escuchó y se vio muy bien, porque era clave a la hora de poder disfrutar de la charla”.
¿Importante la química con el invitado?
“Uno se da cuenta de que el 70 % depende del invitado. Que sea un bacán relajado, dispuesto a gozar y cantar sabroso. Es un parche, esa es la idea del programa, sin ser tan formal o acartonado, lo que no quiere decir, sin dejar de ser de alta calidad. Que la gente sienta que está con uno en la sala de su casa. Independientemente de la importancia que tenga el invitado, es más que sea un personaje chévere y tranquilo, lo que hace que el programa sea ameno. Que se vuelva parche hablar, reír, tomar del pelo, jugar y cantar”.
¿Cómo es el programa?
“Siempre tendrá una estructura básica sobre la que nos movemos. Empieza con una canción del presentador junto al grupo o solo con el piano, para luego darle paso a la música del invitado. Luego pasamos a la salita donde parchamos con otro tipo de cosas que van a variar. Las variaciones también dependerán del perfil del invitado y cómo queremos que se desarrolle el programa, varias secciones cambiarán o las conversaciones serán únicas, pero la música siempre estará presente”.
Con la posibilidad de la interacción con el público...
“Tendremos un espacio para quienes nos están viendo y les daremos paso a sus mensajes, una especie de conversación con ellos, donde los haremos parte del programa, lo que me parece maravilloso”.
Un formato que permite la posibilidad de la improvisación...
“Los primeros programas, muchas de las cosas que salieron al aire, no estaban planeadas, lo que lo hace fresco y muy ameno”.
¿Formatos que llegaron para quedarse?
“Creo que todos sentimos que más allá de que llegue la vacuna y todo se normalice, este tipo de formatos llegaron para quedarse. Las empresas se dieron cuenta de que trabajando desde casa y de manera virtual, suele ser un gran rendimiento y menos costos, por lo que muchos permanecerán trabajando desde casa y en casa seguirán buscando entretenimiento.
Ya se inició la reactivación económica en muchos sectores, pero el de las artes será el último en volver en su totalidad, porque se hablan de protocolos y el porcentaje de asistentes por función es demasiado bajo así”.