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El eco de ciudad en el nuevo libro de Luciano Peláez

El escritor y periodista Luciano Peláez lanzó su segundo libro de cuentos, Un bosque dormido.

  • Luciano Peláez ha estado vinculado a periódicos independientes, museos e instituciones culturales. Ahora es editor de publicaciones en el Parque Explora de Medellín FOTO andrés camilo suárez
    Luciano Peláez ha estado vinculado a periódicos independientes, museos e instituciones culturales. Ahora es editor de publicaciones en el Parque Explora de Medellín FOTO andrés camilo suárez
  • El dibujante Johan Salazar nació en Medellín en 1995. Los detallados trazos acompañan el libro de cuentos Un bosque dormido. Ilustraciones cortesía
    El dibujante Johan Salazar nació en Medellín en 1995. Los detallados trazos acompañan el libro de cuentos Un bosque dormido. Ilustraciones cortesía
13 de octubre de 2020
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Una Caravana Deportiva Gillete, el Dacia negro, unos cigarrillos President, la memoria del abuelo, la reina de belleza del pueblo, Foto Japón, la Copa Libertadores del 89, la moda de las cirugías estéticas... imágenes y signos de una Medellín de finales del siglo XX, distinta a la de narcos y pillos que se retrata en textos y películas aparecen en el nuevo libro de cuentos del escritor y periodista Luciano Peláez, editado por Atarraya y lanzado el 6 de octubre durante la Fiesta del Libro y la Cultura.

“Fue una década (90) muy intensa. Todo transcurría muy rápido, muchos de los jóvenes y niños no le tenían miedo a la muerte... Había una relación con la fuerza y el dinero que hicieron que estar en la calle y vivir la ciudad no fuera fácil”, comenta el autor nacido en Medellín, en 1979.

El libro parte de experiencias personales y de la observación de la ciudad. Aunque más que una circunstancia biográfica, es un homenaje a los 80 y 90, bajo la mirada de niños y jóvenes, y otras generaciones, como adultos emproblemados, confundidos o endeudados.

No hay fechas ni lugares, sino pistas en cada cuento. Se sabe, por ejemplo, que el tiempo literario es cercano a 1990 porque se habla de la Copa Libertadores de 1989, en la que fue campeón el Atlético Nacional. El espacio, en tanto, son referencias más que nombres: “Mi interés es narrar un barrio arquetípico, podría ser cualquiera, en mi cabeza tengo en el que crecí, Suramericana”. Los escenarios son una canalización, una cancha, un “murito”, una tienda, un billar o una calle.

A Luciano le interesan los “puntos de contacto”, como les llama a las claves que va dando el relato a medida que se van leyendo los cuentos.

Otro es el lenguaje, que aparece en el habla de la época y que hace parte de la memoria de su generación. Trata de recoger la espontaneidad del habla y de que las voces suenen a “oralidad”. Hay expresiones como gaminiar, poner zancadilla, grogui, pelaos, envenenar la moto y que en su conjunto delimitan el territorio y la atmósfera que vivió en Medellín.

El título es un préstamo del cuento más extenso, Un bosque dormido, pero el nombre es una metáfora que alude a la ciudad como un ciclo vegetal, a su florecimiento y decaimiento. Es un territorio que crece a su suerte en el abandono, y que se ve a través de las construcciones de lujo y la desmesura.

Finalmente, el autor se refiere a que es en parte autobiográfico: “Todo lo que escribo tiene qué ver conmigo. El primer cuento que le da título al libro, se parece mucho a su infancia, pero es una reconstrucción. Todo autor parte de su experiencia, pero de cómo lo que ha vivido podría haber sucedido de otra forma”.

El formato

En El espanto (2019), con el que debutó en la ficción Peláez, publicado por Frailejón, bien podía ser un cuento largo o una novela corta.

Según el autor, Un bosque dormido está dividido en ocho relatos reunidos en 100 páginas, que puede dar la atmósfera de cuentos novelados. “Me interesa mucho es la conexión de ambos géneros. A menudo me dicen que mis cuentos tienen cierta respiración de novela. Lo hago de manera deliberada. Más allá de la extensión, me gustan que los relatos conecten con un mundo amplio, de múltiples personajes y lugares”.

Luciano agradece el aprendizaje del trabajo mancomunado con su editora, Lina María Parra, de Atarraya, quien le ayudó a encontrar una voz conjunta. “Para mí fue un descubrimiento. Uno muchas veces como autor pierde la idea de conjunto”.

El escritor, periodista y editor en el Parque Explora, tiene preparado un “cuento-novela” con el que pretende cerrar su exploración de la infancia. Por ahora va a dejar el texto descansar un rato, antes de comenzar la publicación.

El libro se encuentra a través de las librerías Antimateria, Ex Libris, Café Librería y Grammata y a través de la cuenta de Instagram @elcuartoplegable. También la Fiesta del Libro ofrece el enlace de compra con el librero.

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