En una habitación del hotel Nutibara en Medellín habrá un puesto de inmigración para latinos. La artista plástica colombiana radicada en Nueva York, Elektra KB, atenderá al público desde una garita con rayas negras, rosadas y azules, rodeada de tank stops y alambres de púas. La artista es quien sella pasaportes gratuitos a cualquier visitante que renuncie a su nacionalidad, género y patriotismo. Si el espectador firma, se declara ciudadano global.
Durante este fin de semana, en el emblemático hotel art decó construido en 1945, se realizará Timebag, un encuentro artístico que “privilegia la experiencia e invita a incomodar”. Así se define.
Bajo este sello es el quinto año en que empresarios de servicios culturales del departamento han realizado muestras en espacios no convencionales: una estación de ferrocarril, un hospital, una bodega, un puerto y un parqueadero. En esta ocasión música y arte acompañarán al icónico hotel.
Incomodar al huésped
La propuesta incluirá la presentación de más de 65 artistas de varios países, divididos en tres exhibiciones: Un lugar para no estar, Una línea de polvo. Arte y Drogas, y Habitación ocasional.
El formato funciona como una bienal de arte, similar a como ocurre con los Encuentros MDE, aunque con un formato más atípico en la ciudad y el país: el lugar es relevante para lo que se quiere contar.
“Nos parecemos a un museo en la medida que hacemos formación de públicos. Lo que nos diferencia es que visibilizamos artistas locales y emergentes, y los espacios no convencionales son elegidos a partir de la temática que queremos reflexionar”, comenta Harold Ortiz, director del evento.
Las exhibiciones estarán ubicadas en el quinto piso del hotel. Una línea de polvo examina el “polémico” tema de las drogas desde múltiples puntos de vista: cultivos ilícitos, legalización, tráfico, consumo, uso y abuso, rituales y nuevos enfoques. Parte de un ensayo homónimo del curador bogotano Santiago Rueda, que ya se ha visto en Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, México, Uruguay y Colombia (Bogotá y Bucaramanga).
En ella exponen unos 50 creadores que tendrán una “museografía de habitación”: incluye cuadros, banderas, camas, cómodas y sillas del ajuar del establecimiento. “Sin intentar solucionar problemas tan complejos, sí se apela a la imaginación, al humor y a la reflexión para encontrarle sentido en el arte”, explica Santiago, creador de la propuesta.
En Un lugar para no estar expone Elektra KB y otros nueve artistas que harán una reflexión sobre los territorios y el turismo, tema de esta edición. Lo particular de este segmento es que los artistas proponen una intervención exclusiva, como sucede con el caleño Fabio Melecio Palacios, quien reflexionará sobre negritudes y discriminación a través del archivo fotográfico colgado en las paredes del edificio.
“Las imágenes evidencian la servidumbre negra en los cuadros del hotel. Su instalación muestra cómo las minorías están ausentes a pesar de que han construido país”, explica.
Otro componente expositivo será la Habitación ocasional, que traslada la obra, el taller y, textual, la habitación del artista antioqueño Jorge Alonso Zapata al Nutibara.
Privilegiar la experiencia
En el Salón Imperial del Nutibara uno de los artistas, Camilo Correa Quintero, se montará en una moto modelo 115 y bailará un vals en una performance tipo fiesta de quinces. El artista hará un símil entre la celebración de los 15 de las mujeres y la búsqueda de la adultez de los hombres. Además, las dos primeras noches habrá toques musicales en la terraza, el salón y la azotea del hotel. Entre el cartel de invitados estará Li Saumeth (Bomba Estéreo), Mabiland y Doble Porción. “Decidimos hablar de arte, cultura y música en el corazón del turismo”, explica Ortiz.
La propuesta del encuentro será incomodar y mostrar una manera diferente de reflexionar sobre la ciudad.