Medellín es un frenesí, una encrucijada entre la fiesta y la muerte. Eso se percibe en Rúa, el montaje con el que los estudiantes de cuarto semestre de teatro de la Universidad de Antioquia y el profesor Felipe Caicedo quisieron rescatar del olvido académico la obra y la vida de Juan Guillermo Rúa, uno de los pioneros del teatro callejero de la capital de la montaña.
En el escenario los personajes pasan de la rumba —de cantar a todo pulmón ¡Qué viva Changó!— a las marchas por el día del teatro o por el del trabajo. También hay escenas de amor y desamor y los relatos de una víctima que pagó con su vida saltarse las fronteras de los toques de queda impuestos por las fuerzas de la delincuencia. La obra lleva al escenario los vértigos de una ciudad que salía de los sueños de la industrialización para sumergirse en las pesadillas del narcotráfico y el paramilitarismo.
La dramaturgia resultó de leer los archivos de Juan Guillermo, que sus familiares han digitalizado para la consulta de investigadores y amantes del teatro. Por eso, el parlamento de los personajes son extractos de las cartas, de las notas, las obras, las canciones y los poemas que el teatrero produjo a lo largo de su vida.
El texto dramático fue escrito por los estudiantes, en los ejercicios de la clase Sistemas escénicos, la asignatura que los lleva a montar una obra con todas las herramientas que han visto en los semestres anteriores. En este caso, Felipe quiso que la obra le hiciera justicia a algunos de los teatreros de Medellín y supo que el adecuado era Juan Guillermo tras leer Cartas a Tell, su correspondencia. La alusión al legendario personaje europeo también explica el hecho que los personajes lleven en la parte superior de la cabeza una manzana. “Juan Guillermo decía que en Medellín todos podemos ser blancos de las balas”, cuenta Felipe.