Un viaje por la historia del vallenato, por los grandes intérpretes del género. Esa es la apuesta de Silvestre Dangond con Entre Grandes Tour 2019, que mañana llega a Medellín, al estadio Atanasio Girardot..
Acompañado por Emiliano Zuleta, Omar Geles, Cocha Molina, Beto Villa, Franco Argüelles, Álvaro López y Julián Rojas, la gira que ya tiene 17 fechas confirmadas es un tributo, un homenaje que Silvestre le hace tanto a quienes cantan como a sus canciones.
El cantante habló sobre esta gira, con estos importantes acordeoneros, y de la posibilidad de regresar a la televisión.
¿Cómo escogió la nómina de acordeoneros?
“Lo hice por mi sentir. Los acordeoneros de los grandes se cuentan con los dedos de las manos, así que los que seleccioné tienen que ver con su participación en la música de los más del vallenato, no porque hayan sido rey de reyes, porque al final no busco competencia entre ellos, mi propósito es revivir las canciones y los cantantes que estuvieron con ellos”.
¿Quién se quedó por fuera?
“Por fuera se quedó el Pollo Isra (Israel Romero), por compromisos, e Iván Zuleta, porque está en su nuevo proyecto, que se cruzaba con la gira. Para mí era fundamental que todos nos acompañaran en las fechas principales, como fue el Festival Vallenato y los conciertos en Bogotá y Medellín”
¿No le hace falta alguno de la dinastía Granados?
“La dinastía Granados es de mucho respeto, pero busqué los acordeoneros por los cantantes, por la música que grabaron con ellos”.
¿Qué mensaje quiere enviar? Se lo pregunto porque a muchos puristas les ha tapado la boca...
“No busco tapar bocas, porque así no disfrutaría lo que hago, hacer este tour con el ánimo de polemizar o responder por las críticas que se han generado por otros proyectos, no lo estaría disfrutando, lo que busco es que disfruten”.
Entre Grandes está estructurado por momentos, por Diomedes, pasando por Rafa Orozco y por los Betos. ¿Para usted cuál de esas etapas es la más sentida?
“Todas son diferentes por la transformación de la música, por ejemplo la época de Rafael Escalona o Leandro Díaz era mucho más coloquial, después llegó el sentimentalismo de Gustavo Gutiérrez, Hernando Marín o Hernán Urbina, todo ha sido una transformación de letras y la verdad es que nos los pongo a competir, porque cada uno tiene lo suyo, nadie tiene la razón. Uno defiende lo que vivió, para mí todas las épocas están parejas de acuerdo con la persona que las afronte”.
Podríamos decir que este es su trabajo más ambicioso, con más proyección...
“No crean que con esto estoy buscando reconocimiento, no pienso en mí para nada, pienso más en el género, en esas glorias, en el público al que le hace falta revivir esas emociones, empezando porque muchos de los juglares y figuras vallenatas ya partieron, entonces qué bonito es recordarlos y darles valor, al igual que al público que creció con ellos”.
¿Qué tan cercano se siente con el público paisa?
“Sin temor a equivocarme, creo que Medellín en los últimos años viene respondiendo al vallenato de una manera masiva, la ciudad se ha vuelto plataforma de sustento para muchos artistas vallenatos”.
¿Le gustaría volver a la televisión?
“Cuando vuelva a tener ofertas las analizaré y la pondré encima la mesa, no descarto, me gusta mucho el contacto que te brinda”.