El rap es calle y en la cultura americana también es negro. Ha trasegado varios caminos, desde ser un nuevo estilo a finales de los 70, asociado a la marginalidad, hasta llegar a ser un fenómeno de masas en Estados Unidos e instalarse en el mundo.
“Dejó de ser de nicho hace rato”, explica Santiago Cembrano, antropólogo y periodista de hip hop quien añade que “hoy es una fuerza mundial, no solo en la música, también en el lenguaje, la moda, cómo suena y cómo habla una ciudad”.
Y esa fuerza llegará este domingo a la final del fútbol americano, el Super Bowl LVI que tendrá en su espectáculo de medio tiempo, y por primera vez en su historia a 5 raperos, leyendas vivas del género: Dr. Dre, Snoop Dogg, Kendrick Lamar, Eminem y Mary J. Blige. Todo un hito en la historia de este partido.
Contexto histórico
Hace tres años, le preguntaron a Rihanna, en la revista Vogue, por qué rechazó cantar en Super Bowl, tras un rumor de que ella le había dicho que no a la NFL (la liga de fútbol americano) como protesta por la campaña de acoso que hicieron contra Colin Kaepernick, el jugador negro que se arrodillaba antes de empezar los partidos mientras sonaba el himno nacional (como lucha contra la discriminación y el racismo). “Por supuesto que rechacé su propuesta. No podía arriesgarme a participar en algo así. ¿Para que gane quién? Desde luego, no mi gente. Simplemente no podía venderme de esa manera”, dijo en esa entrevista.
Cembrano recuerda que el fútbol americano es un deporte con problemas raciales. Sus jugadores son negros, pero sus entrenadores son blancos. A la protesta de Colin Kaepernick (que se quedó sin trabajo ni equipo) se ha sumado la demanda este año de Brian Flores, exentrenador de los Dolphins de Miami, quien asegura que la NFL y sus equipos están llenos de “racismo”, en especial “a la hora de contratar entrenadores, coordinadores y directores negros”.
Vista como una señal de cambio, en 2019, la NFL contrató a Jay Z y su compañía de entretenimiento y deportes, Roc Nation, para producir el espectáculo de medio tiempo: un rapero, productor y empresario negro. “La parte crítica dice que la llegada de Jay Z no cambió nada”, cuenta Cembrano quien agrega que tampoco, con él a la cabeza de este show, se acabaría el racismo o se eliminarían de tajo los problemas estructurales, pero lo de este año es de destacar, que los raperos tengan esta presentación en el Super Bowl, “es definitivamente muy importante”.
Música y esencia
Que la final de este deporte se realice en Inglewood, California, tiene mucho de simbolismo para Cembrano. Dr. Dre, Snoop Dog y Kendrick Lamar son las tres banderas del rap de California y que canten en su zona es muy significativo.
“Dr. Dre lleva más de treinta años produciendo éxitos enormes para el hip hop, su disco The Chronic de 1992 cambió el rap por qué instauró una forma de mezclar el funk y los sonidos de George Clinton –la música que escuchaba una generación anterior a Dre– con la vida de las calles, con la cultura de Los Ángeles. Que cante en este espectáculo es reconocer a un arquitecto muy importante de la cultura de la ciudad y Snoop Dogg y Kendrick Lamar son dos de sus protegidos”.
Para Gonzalo Rodríguez, periodista de Radiónica, también hay un fuerte mensaje de unión, “es traer a la memoria de las nuevas generaciones nombres muy importantes para la historia y la música rap. La mezcla entre Dr. Dre y Snopp Dogg con Kendrick Lamar, por ejemplo, es un mensaje directo de unir el pasado con lo de hoy”.