Fue a finales de 1988 que a Colombia llegó a la radio una voz romántica muy sutil, y que a medida que avanzaba en las estrofas se tornaba potente y muy segura: El hombre que yo amo tiene algo de niño / La sonrisa ancha, tierna la mirada / Tiene la palabra de mil hombres juntos / Y es mi loco amante, sabio, inteligente.
Si conoce esta estrofa seguro identificó El hombre que yo amo, el primer éxito de la cantante chilena Myriam Hernández en el país y con el que enamoró a una generación. No fue la única melodía, después llegaron canciones como Huele a peligro, Se me fue, Un hombre secreto, Eres y Ay, amor, por mencionar algunas.
Myriam Hernández lanzó en 2011 su disco Seducción y estuvo de gira –en la que incluyó a Medellín– por varios años. La artista chilena no sacaba un trabajo nuevo desde ese momento, trataba de buscar canciones que “me hicieran vibrar al 100 % como para decir ok, vamos a grabar y no las encontraba, me sentí como frustrada en algún momento”, contó en esta conversación con EL COLOMBIANO.
Pero la “sinergia” llegó desde 2018 de la mano del compositor Jacobo Calderón, hijo del reconocido productor, compositor y arreglista (ya fallecido) Juan Carlos Calderón y quien la contactó por Instagram. Allí empezó la historia de este regreso. Esto contó la cantante de 56 años en una videollamada vía Zoom desde su casa en Chile.
Sinergia es un disco que está lanzando tras 10 años, ¿por qué se demoró tanto?
“Particularmente cuando grabo una canción es porque en realidad estoy enamorada de ella, créeme que durante todos estos años había trabajado con autores y había canciones bonitas, pero luego a la hora de grabar la maqueta no sentía que era una que me hiciera vibrar. Era frustrante ver cómo ni estaba escribiendo canciones ni llegaban las que quería y fue pasando el tiempo. Luego me encontré con Jacobo y cuando me mandó la primera que había escrito para mí, me enamoré completamente de ella y empezamos a trabajar este disco y fueron surgiendo muchas, quedaron 11. Para mí las mejores y las que tenía que grabar a como diera lugar, así que estoy muy feliz con este disco”.
¿Y cómo fue ese trabajo con Jacobo Calderón?
“A Jacobo sentía que lo conocía de toda la vida porque cuando trabajé con Juan Carlos muy orgulloso él me mostraba las primeras composiciones que hacía su hijo (de 16 años más o menos). Cuando nos conocimos en Madrid, después de hablarnos por Instagram, hubo una química increíble, primero que es igual a su padre, era como abrazar a Juan Carlos y nos dimos un abrazo como si nos conociéramos de toda la vida. Hablamos mucho, no parábamos de hablar, nos entendíamos perfecto, la música que yo quería proyectar y el también la música que quería escribir, queríamos ambos hacer un disco como se hacían antes, tipo conversados, preocupados de los detalles y empezamos a trabajar así de esa manera, para mi era mucha ‘sinergia’ lo que estaba ocurriendo, muchas cosas que sentíamos ambos que venían desde arriba, desde Dios, desde Juan Carlos, realmente increíble, un bello trabajo”.
¿Qué recuerdos tiene del público de Medellín?
“Es maravilloso, siempre he dicho que un artista se enamora de un país a través de su gente y la gente de Colombia en general y de Medellín ha sido maravillosa conmigo siempre. Cómo olvidar esas noches en la Macarena con un coro maravilloso coreando todas mis canciones, realmente me hacían emocionar hasta las lágrimas, es espectacular. Espero pronto volver, el próximo año, ya estamos con fechas, será el 29 y 30 de abril del 2022 en Medellín y Bogotá”.
¿Cómo ha vivido
la pandemia?
“Hemos estado encerrados. Ante la necesidad de enviar música y tener contacto con el público quisimos hacer conciertos vía streaming desde mi casa, luego nos fuimos a hacer un concierto a orillas del mar y otro en el desierto. Fue maravilloso pero no era lo mismo no escuchar los aplausos de la gente, no verlos, era bastante difícil. Por otro lado traté de tomar lo mejor de esta pandemia, aproveché estar mucho con los míos, con mis hijos, con mi marido, reflexionando, hablando, conversando, leyendo, descansando porque habitualmente uno no tiene el tiempo de hacer todo eso como quisiera, me puse también a ordenar mi casa, a cocinar, todo eso fue positivo. Obviamente lo otro era tremendo, estar viendo las noticias y darse cuenta de que había una cantidad enorme de contagiados y fallecidos era tremendo”