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Hombres de ideas, un libro para repasar la historia a través del pensamiento

El libro, escrito por Sandra Jaramillo Restrepo será presentado este jueves en la Fiesta del libro. La autora conversará con Max Yuri Gil.

  • Sandra Jaramillo Restrepo es ingeniera forestal de la Universidad Nacional y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Foto cortesía @xiomy.meneses
    Sandra Jaramillo Restrepo es ingeniera forestal de la Universidad Nacional y doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires. Foto cortesía @xiomy.meneses
13 de septiembre de 2023
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El libro Hombres de ideas: entre la revolución y la democracia reconstruye los itinerario cruzados de Estanislao Zuleta y Mario Arrubla y, a través de ellos, observa y analiza a la generación de los años sesenta y la nueva izquierda intelectual en Colombia. Es un libro pertinente, pero sobre todo urgente, pues expande la mirada sobre las izquierdas más allá del espectro político. Es una invitación a acercarse a estos pensadores, a sus ideas, y en esa medida alejarse de prejuicios.

“Las resignificaciones póstumas de estas figuras se retoman como parte de la memoria social que se disputa en la actualidad. Arrubla y Zuleta persistieron hasta el final de sus vidas en una voluntad de conocer y transformar, que dejó intervenciones que siguen siendo valiosas para contribuir al nuevo edificio social y político en el que está empeñado Colombia”, se lee en la sinopsis.

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Así, el libro es una invitación a pensar de forma más amplia. El mundo tal como lo vemos y lo entendemos hoy, lo heredamos de pensadores como estos, de sus esfuerzos. Todo lo que hoy nos atraviesa pasó primero por Zuleta y Arrubla, y los intelectuales que pensaron con ellos. Con este libro, Sandra Jaramillo Restrepo (Medellín, 1980), nos acerca a esos personajes, a esos años y a esas ideas que todavía tienen tanto que alumbrarnos. EL COLOMBIANO habló con ella.

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¿Cómo entender esa apuesta de Arrubla y Zuleta por una formación autodidacta?

“Ellos se conocieron en el Liceo Antioqueño cuando eran unos jovencitos y tomaron juntos esa decisión. Establecieron su agenda de formación autónoma de manera conjunta y fueron cómplices en esa aventura de formarse como intelectuales y de inaugurar grupos intelectuales, colectivos y espacios de sociabilidad en los cuales invitaban a otros”.

¿Por qué?

“Ellos estaban muy sensibilizados con cierto humanismo internacional y, sobre todo, con la figura de Jean Paul Sartre, que era una invitación a una formación intelectual muy amplia en la cual disciplinas diversas tenían importancia: el psicoanálisis, la literatura, el existencialismo, el marxismo, las artes en sus diferentes expresiones. Desde esa visión era necesario formarse como intelectuales más universales y ellos consideraron que eso era mejor si lo hacían de manera autónoma que si respondían en ese momento a las agendas escolares y profesionales”.

Esa apuesta diferente fue determinante...

“Es importante reconocer que ellos son figuras singulares, son especiales, pero que hacen parte de una generación que se preocupaba por la formación y por el debate intelectual, no para un regodeo personal, sino para tratar de entender la realidad en la que estaban viviendo”.

“Los intelectuales de los años 60 y 70 tuvieron la preocupación de entender por qué Colombia había llegado a ser un país con esos niveles de violencia y de descomposición social, por evaluar cuál había sido el papel de las elites políticas en esa descomposición social y revisar críticamente nuestra historia para que a partir de ese estudio y de esa evaluación pudieran promover proyectos de transformación social diversa. Era una preocupación real por los procesos intelectuales, pero en función de la acción política”.

El libro insiste en diferenciar la izquierda intelectual de la izquierda política...

“Es una reivindicación del papel de los y las intelectuales que se vincularon al campo de las izquierdas y a los proyectos de utopía y de transformación social. Es un esfuerzo por mostrar que tenemos diferentes izquierdas, izquierdas en plural, porque no existe una única izquierda en nuestro país. Y dentro de esos proyectos de izquierda, los y las intelectuales contribuyeron a pensar el país y a modernizarlo en esa segunda mitad del siglo XX”.

El libro es un acercamiento a esas izquierdas intelectuales tan opacadas por la política

“Rescata justamente todas esas otras dinámicas que no son solamente políticas, sino organizativas de los grupos diversos, de las sociabilidades, las tertulias, los cafés, las librerías, las editoriales, las revistas, los traductores, de cómo también hubo diálogos entre algunos grupos y figuras de las izquierdas, con algunos procesos estatales que se desarrollaron durante esos años”.

Usted escribe que esa generación todavía tiene mucho por decirle al presente...

“Me parece que los años 60 tienen mucho que decirle al presente porque hoy hay un ejercicio de construir una paz más duradera pero en función de unos procesos de verdad, justicia, reparación y para eso el papel de la memoria es muy importante.

Hay que entender que los movimientos sociales de hoy también responden a una historia y es conveniente que miremos cómo esos antecesores, en sus posibilidades, en lo que lograron y en lo que se equivocaron. Pero sobre todo no caer en el error de pensar que hoy estamos inaugurando todo...”

Y atender a esa formación integral...

“Esa es una de las grandes herencias que me parece que sí podemos rescatar de una generación que trataba de mirar su realidad de manera más compleja. Mirarla exclusivamente desde lo profesional no es mirar la realidad de manera compleja.

Hoy estamos ante la dificultad de tener una educación profesionalizante cada vez más especializada y cuando nuestros jóvenes profesionales se enfrentan a los desafíos de lo público se dan cuenta de que las decisiones no solamente pasan por la pericia técnica profesional, sino que también es importante entender los contextos sociales, mirar las comunidades, entender que las sociedades se definen en función de tensiones y de fuerzas sociales diversas”.

¿Qué va a encontrar la gente en este libro y en estos personajes?

Es importante reconocer nuestros proyectos en términos más desprevenidos y entender que nuestras tradiciones de izquierdas y de movimientos sociales tienen dinámicas muy distintas y dentro de esas dinámicas también ha habido esfuerzos por construir democracia y eso es importante reconocerlo y valorarlo en nuestra historia nacional. Es una tradición que tiene mucho que aportarnos en términos de reflexión, de ciertos hábitos de pensamiento, de una valoración de la palabra, de un esfuerzo por reconocer figuras que han influido en nuestra historia.

¿Qué proyectos tiene en mente ahora?

“Quiero seguir haciendo biografía. Me parece que las biografías cruzadas, las sociobiografías, las biografías colectivas, son una gran oportunidad para entender de manera más concreta la sociedad colombiana.

Al final del libro, construyo un índice onomástico que es un conjunto de nombres propios de personas, muchas de las cuales valdría la pena reconstruir. Ahí están, por ejemplo, las mujeres que en los años 70 empezaron a construir a partir de estas tradiciones de izquierda los movimientos feministas. Mujeres muy diversas como Yolanda González o la profesora Margarita González.

Ese índice también incluye publicaciones periódicas que tengo el interés de seguir estudiando, revistas como Contemporánea, Crítica, Cuadernos Colombianos, Exquemas y Estrategia que yo la trabajé acá. Lo que me interesa es seguir aportando el papel de estas revistas como invernaderos intelectuales y las nuevas historias que se abren también a partir de ellas en los años 70”.

La biografía es una forma de acercarse a los personajes mucho más allá de sus ideas...

“Las ideas no nacen de la cabeza, sino de las relaciones sociales o de la intersubjetividad. Eso nos pone en un terreno más materialista de las ideas y nos deja verlas en acción, no como cosas quietas, finalizadas, o como verdades fijas, sino como constructos sociales, como hacedoras de la realidad. La biografía permite, justamente, ver esas ideas en acción”.

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