A Mauricio Babilonia lo seguía un racimo de mariposas allí a donde fuera. Eran amarillas, pensó un día Renata Remedios, como si hubieran nacido en la luz, y de un sofocante aleteo, notó impaciente en una ocasión Aureliano Segundo. Fueron premonición de los encuentros a hurtadillas de Remedios y Babilonia, auspiciados por las letras de Gabriel García Márquez, y fueron el revoloteo incesante de fondo de la primera cita de Disney y Colombia.
Tardó 36 segundos, lo suficiente para dejar un sabor dulce y anhelante. Así lo tomó el público, que inundó las redes sociales repitiendo una y otra vez el “Encanto” del teaser (adelanto) de la primera película animada que la gran productora escenifica en Colombia. No la primera en Latinoamérica, en la que hasta el pasado Halloween todavía había quien juraba personificar los personajes de “Coco”, la película que universalizó, aún más, el tradicional Día de los Muertos mexicano.
“Hacen parte de una estrategia de transnacionalización de contenidos. Una localización que parte de una identificación de unos temas culturales claves, en el caso de Coco una tradición mexicana alrededor del Día de los Muertos, y los presenta con un tono global”, analiza Verónica Heredia, crítica e investigadora de cine de la Universidad de Medellín. “Al girar sobre temas culturales, despierta dos reacciones: los que exaltan y los que critican el funcionamiento de ese producto comercial”.
La línea entre la representación y exaltación cultural y la apropiación y banalización de lo que se entiende como identidad, cualquiera que esta sea, parece ser una delgada frontera que amenaza con expulsar cualquier contenido a tierra de nadie. Lee Unkrich, quien escribió y dirigió Coco, reconoció en una entrevista en The New York Times (NYT) de 2017 el profundo temor a que su película “cayera en el cliché o el estereotipo”.
Recursos hollywoodenses que pintaron durante décadas a Bogotá en un trópico con palmeras y gallinas en hoteles. Para evitarlo, Unkrich viajó varias veces a México y se rodeó de consultores culturales latinos que le hablaron al oído durante todo su proceso creativo. Esto permitió, por ejemplo, que en el camino decidiera que la abuela Coco no reprendería a Miguel con una cuchara, algo que los consejeros le dijeron no correspondía a la realidad, según contó en NYT, y sí con una chancla.
Salir del cliché
“Lo que uno esperaría con esta película que se ambienta en Colombia es que el país sea más que un paisaje”, señala Diego Agudelo, crítico de series y de cine. “Un desarrollo que cuente con asesores y trabajo de campo que le permitan a Disney salirse de esa camisa de fuerza que la contiene a compañía frívola que se apropia de rasgos culturales sin que eso represente una reivindicación de esa cultura”.
Una posibilidad de afianzar el vínculo de Disney con un público que es importante para la empresa en lo comercial, agrega Samuel Castro, guionista y crítico de cine. La región suele responder masivamente a los experimentos y lanzamientos de la compañía.
El último ejemplo es Disney Plus, que solo 17 días después de su lanzamiento (a corte de 3 de diciembre) había sido descargada más de 9 millones de veces, con amplio liderazgo de Brasil y México, con 3 y 2,8 millones de descargas respectivamente, según estimaciones de Airnow Data. En Colombia va en 562.300.
“Estos productos continúan el proceso de identificación que busca Disney en las personas: que cada quien se vea reflejado de alguna manera con uno de sus personajes o historias”, aseguró Castro.
De Encanto no se conoce mucho. Páginas especializadas pero no oficiales rumiaron la idea de que el largo girará en torno a Maribel (O Mariana, según aparece en otras supuestas filtraciones), una niña de una mágica familia colombiana en la que ella es la única que no cuenta con poderes especiales. Al igual que con Coco, los expertos esperan pequeños guiños al día a día colombiano y una especial presencia del Realismo Mágico de Gabriel García Márquez.
“Es probable que nos topemos con personajes muy macondianos. Hay que tener claro que cualquier producto cultural es una creación, que puede o no tener una base, pero que como adaptación sufre cambios”, señala César Ramírez Leguizamón, docente de cómics y cine fantástico de la Universidad Pontificia Bolivariana. Porque a todas estas, ¿qué es eso que llaman “identidad” y por qué la especial necesidad de protegerla?