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Un medicamento antipalúdico se ha probado en pocas personas con resultados alentadores, pero no concluyentes. El Minsalud ya autorizó su uso en el país, en casos precisos.
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No solo el presidente estadounidense Donald Trump, también investigadores franceses impulsan el uso de la cloroquina e hidroxicloroquina para tratar casos graves de covid-19. Son medicamentos autorizados para el manejo de la malaria, paludismo, artritis reumatoidea y lupus eritematoso sistémico. Y este lunes el Ministerio de Salud del país, con el aval de Asociación Colombiana de Infectología –ACIN–, autorizó su uso si el personal médico lo considera.
“El Ministerio está atento de cualquier avance y cualquier tratamiento o innovación. Dentro de estos ha encontrado estudios clínicos que dicen que el uso de la hidroxicloroquina y cloroquina pueden ayudar en el tratamiento de la enfermedad de coronavirus”, dijo el viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, Luis Alexander Moscoso, precisando que se consultó con las sociedades científicas y se encontró que si bien el nivel de positividad es bajo, sí hay una recomendación para su uso.
¿Qué dice la ciencia?
En tres meses se sabe bastante sobre el nuevo virus que puso en alerta a los sistemas sanitarios del mundo (Ver Radiografía). Así mismo se desconocen otras tantas. Una de las que más inquieta al mundo es la forma de tratarlo: para descifrarlo se requiere comprender su estructura viral, su mecanismo de replicación y su genoma.
Por ejemplo, según el estudio Evaluation and Treatment Coronavirus (COVID 19), publicado el 20 de marzo en el Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI) de Estados Unidos, este virus codifica –da una especie de instrucciones– para proteínas virales, las cuales tienen la capacidad de bloquear la respuesta inmune innata.
Pero más importante que eso, “una de las ganancias grandes de la medicina moderna es que ningún medicamento o dispositivo sale al mercado sin información concluyente”, dice Jaime Alejandro Hincapié García, químico con magíster en farmacología clínica y profesor de la Facultad de ciencias farmacéuticas y alimentarias de la U. de A.
Esto porque, agrega Hincapié, tomar decisiones en salud pública basadas en hipótesis es riesgoso. “Estamos en el momento de construcción de la evidencia”. Actualmente hay tres pruebas clínicas finalizadas en las que se probó este medicamento y sus resultados parecen positivos. Una del Hospital Ramón Cajal en España para el personal de la salud de manera preventiva; un estudio chino con 30 pacientes con la enfermedad que llegaron a la Clínica pública de Shanghai, y el que mayor impacto mediático ha tenido, el estudio francés.
Medicina con evidencia
Hincapié cuenta que estos estudios presentan una hipótesis, pero sus resultados no son concluyentes. “Estos dos medicamentos generarían cambios en la célula (modificando el ph en el lisosoma de la célula), que hace que hipotéticamente el virus no se ensamble bien cuando va a infectar otra célula”, explica.
A estos tres se suman 34 estudios clínicos en proceso, según contabiliza Hincapié al revisar www.clinicaltrials.gov, uno de los portales donde los investigadores deben reportar lo que están haciendo —en especial las investigaciones de nuevos tratamientos—. Pero aún es pronto para saber cómo se comporta el medicamento en una gran población y aún hay inquietud por sus efectos adversos.
Los primeros hallazgos son de laboratorio. Investigadores de la Clínica de Shangai probaron moléculas con células infectadas con el virus y encontraron cierta efectividad en cuanto a la disminución de la viralidad. Los franceses reclutaron a 36 pacientes desde principios de marzo hasta el 16 del mismo mes. Seis no mostraban ninguna señal de tener el virus, 22 mostraban síntomas de infección del tracto respiratorio superior y ocho de infección del tracto respiratorio inferior. Veinte de ellos recibieron 600 miligramos de hidroxicloroquina diariamente. En las conclusiones del trabajo se mostraron optimistas: “A pesar del pequeño tamaño de la muestra, nuestro estudio indica que el tratamiento con hidroxicloroquina se asocia significativamente con la reducción de la carga viral (cantidad de virus en el organismo) en pacientes con covid-19 y su efecto se ve reforzado por la azitromicina”.
La rapidez con la que el virus se dispersa hizo que muchos médicos pidieran a la Administración de Alimento y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) que les permitiera usar el antipalúdico en pacientes que no hicieran parte de los ensayos clínicos.
A principios de abril, la FDA informó que emitió una Autorización de Uso de Emergencia (EUA) para permitir que los productos de sulfato de hidroxicloroquina y fosfato de cloroquina donados a la Reserva Nacional Estratégica (SNS) se distribuyan y utilicen para ciertos pacientes hospitalizados con el coronavirus.
“Estos medicamentos se distribuirán desde el SNS a los estados para que los médicos los receten a pacientes adolescentes y adultos hospitalizados con covid-19, según corresponda, cuando un ensayo clínico no esté disponible o no sea factible”, explicó la FDA a principios de abril.
La agencia solo autorizó el uso de estos tratamientos bajo prescripción médica y para pacientes en estado crítico con la enfermedad, aunque este tratamiento no está aún contra el coronavirus.
De hecho esa es la advertencia del Minsalud en Colombia: “La evidencia para el uso de los medicamentos no es lo suficientemente fuerte ni clara, pero es algo esperado en el marco de una contingencia, por lo cual si el médico tratante considera su uso, se debe llegar a consenso al interior de la institución tratante y armonizarse con las recomendaciones de sociedades científicas nacionales”. Precisan que debe usarse en condiciones médicas precisas y no en profilaxis (ver ayuda).
Advertencias
Por su parte el Invima se pronunció al respecto hace unos días advirtiendo que estos medicamentos deben usarse únicamente en ensayos clínicos o bajo prescripción médica.
La entidad explicó además que el uso de estos fármacos sin prescripción médica puede poner en riesgo la salud de los pacientes. Y una compra desmedida puede provocar desabastecimiento y no permitiría que las personas que lo utilicen para tratar algunas de estas enfermedades continúen con su tratamiento.
“La urgencia y la presión que enfrentan los sistemas de atención médica ha generado que países como Estados Unidos y Francia establezcan protocolos estrictos que permiten el uso experimental de estos dos medicamentos, en pacientes con síntomas graves por Coronavirus SARS-CoV- 2. Sin embargo, la cloroquina e hidroxicloroquina pueden ocasionar efectos adversos graves”, añadió la entidad.
El llamado es a la precaución. El tipo de pacientes de las pocas pruebas clínicas que hay es limitado y algunos de ellos sabían que iban a tomar el medicamento, lo cual se considera un error metodológico. El Minsalud dice que son los médicos quienes deben tomar la decisión.
Y esto deja dudas porque el estudio francés combinó medicamentos. El médico de enfermedades infecciosas y biólogo molecular filipino Edsel Salvana advirtió que “combinar hidroxicloroquina (Plaquenil) más azitromicina puede afectar el ritmo cardíaco y pueden provocar arritmias y muerte súbita, especialmente si está tomando otros medicamentos o tiene una enfermedad cardíaca”. Sobre el tema en el comunicado del Ministerio colombiano se lee que “la azitromicina es un antibiótico que tiene otras indicaciones y no se recomienda su uso en este caso”.
Por el momento, las estrategias terapéuticas para hacer frente a la infección son solo de apoyo, y la prevención destinada a reducir la transmisión en la comunidad es la mejor arma hasta el momento. Medidas como el lavado constante de manos y el aislamiento social preventivo son irremplazables.
El doctor Juan Diego Vélez Londoño, médico especialista en Infectología y medicina interna, presidente del Comité de Infecciones de la Fundación Valle del Lili, se refirió a la búsqueda de un tratamiento eficaz para los pacientes diagnosticados con covid-19 y apoyó el uso de la hidroxicloroquina para “disminuir el crecimiento y la expansión del virus en los pacientes, reducir la posibilidad de una enfermedad grave o insuficiencia respiratoria, así como la posibilidad de contagiar a los demás”.
Vélez terminó su intervención con un llamado a la comunidad para seguir respetando las medidas de precaución y no automedicarse, “ya que este tratamiento debe ser de uso clínico, debido a la gran demanda de pacientes que pueden necesitarlo con urgencia y por lo cual, la disponibilidad de estos medicamentos puede verse afectada”.