viernes
3 y 2
3 y 2
A menos de dos semanas de la posesión oficial de Gustavo Petro como presidente de Colombia, se han conocido los nombre de importantes figuras de la política internacional que estarán presenciando la llegada a la Casa de Nariño del primer mandatario de izquierda del país.
Sin embargo, faltaba por saber quién sería la persona delegada de Estados Unidos, un país que ha sostenido una estrecha relación con Colombia y que reaccionó positivamente ante el triunfo de la democracia con la elección de Petro como jefe de Estado.
“Le mencioné al presidente electo que el presidente (Joe) Biden le pidió a la administradora de USAID, Samantha Power, liderar la delegación presidencial a su ceremonia de inauguración”, contó el viernes el Consejero Principal Adjunto de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jon Finer, luego de reunirse con el presidente electo y la vicepresidenta entrante, Francia Márquez.
La elección de Power para asistir a la transmisión de mando del 7 de agosto cobra sentido en tanto esta agencia apoya proyectos en Colombia, a través de “oportunidades económicas lícitas, la construcción de capacidad institucional local para responder a las necesidades sociales, la ampliación del acceso a los servicios financieros y el apoyo a la implementación de la estrategia de tierras y desarrollo rural”, como explican en su página web, en la que detallan que hay un enfoque diferencial al brindar los apoyos.
Power, efectivamente, lidera la principal agencia de desarrollo internacional del mundo, cuyo personal global es de más de 10.000 personas. Aterrizó en este cargo el 3 de mayo de 2021 y por eso, uno de sus principales retos como cabeza de Usaid ha sido la pandemia de covid-19 y el peligro que este virus ha implicado en los avances del desarrollo global.
Nacida en Londres (Inglaterra), Power se graduó, en 1992, de una licenciatura en historia de la Universidad de Yale. De allí pasó a convertirse en corresponsal de guerra, cubriendo el conflicto de Bosnia (1992-1995) e informando desde lugares como Kosovo, Ruanda, Sudán y Zimbabue para US News & World Report, The Boston Globe, The Economist y The New Republic.
Al regresar, hizo un posgrado en la Universidad de Harvard y fue directora ejecutiva y fundadora, en la Harvard Kennedy School, del Centro de Políticas de Derechos Humanos (Carr Center for Human Rights Policy), un centro de investigación que aborda los derechos humanos, incluyendo la seguridad humana, la gobernanza global y la sociedad civil, la justicia económica, igualdad, discriminación, entre otros.
Dada su trayectoria, Power fue profesora Anna Lindh de Práctica de Liderazgo Global y Políticas Públicas en la Escuela Kennedy de Harvard y profesora William D. Zabel de Práctica en Derechos Humanos en la Facultad de Derecho de Harvard.
Además, entre el 2009 y el 2013, fue asistente especial del presidente y director principal de Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos del Consejo de Seguridad Nacional; y entre el 2013 y 2017, se desempeñó en la administración de Barack Obama como representante permanente número 28 de EE. UU. ante las Naciones Unidas.
“Power es la primera administradora de USAID en ser miembro del Consejo de Seguridad Nacional, donde se asegurará de que el desarrollo desempeñe un papel fundamental en las respuestas de Estados Unidos a una variedad de problemas económicos, humanitarios y geopolíticos”, según precisó la agencia en su página web.
Además de haber recibido un premio Pulitzer en 2003 por su libro “Un problema del infierno: América y la era del genocidio”, Power ha sido reconocida como una de las “100 personas más influyentes” de Time, una de las “100 principales pensadoras globales” de Foreign Policy y como una de las “100 mujeres más poderosas del mundo” de Forbes.