Estornudar con los ojos abiertos es difícil, pero es mucho más complejo intentar atraparlo una vez sale de su cuerpo.
Además de viajar a unos 60 kilómetros por hora (con partículas que alcanzan los 200), el aire emitido por esta reacción casi imposible de controlar puede recorrer hasta cinco metros de distancia, e impregnarlo todo con cientos de miles de gérmenes o microorganismos.
En un video en YouTube, el usuario DmPranksProductions hace una broma sobre el tema. El hombre se sube a un ascensor lleno de gente y simula estar enfermo. Cuando le dan la espalda aprovecha para fingir un estornudo sonoro, y activa una botella de agua con aspersor que tiene escondida en una bolsa.
Los desconocidos piensan que la humedad proviene de la nariz viscosa de Matteo Moroni, el hombre tras la broma. El resultado es predecible: lo miran con repugnancia y le dicen asqueroso. Nadie le desea salud, dinero o amor.
¿Cómo evitar ser el Moroni de su oficina, casa, o grupo de amigos? Las madres enseñan que es de mala educación estornudar ‘al aire libre’, en especial si está en un espacio cerrado. Una alternativa común es cubrirse la boca con las manos pero, ¿qué tan efectiva es? ¿Cómo estornudar sin convertirse en un vector biólogico?.
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