A un año de que culmine el periodo para los congresistas, por fin se llenaron los dos escaños para los afrocolombianos en la Cámara de Representantes con la designación de Vanessa Alexandra Mendoza, conocida por haber sido reina nacional de la belleza. Con dos ‘quemadas’ en pasadas elecciones, llega al Capitolio habiendo sacado 563 votos.
Para ponerlo en contexto, su votación es similar al número de personas que van en promedio al Polideportivo Sur a ver al Envigado cuando juega de local, según datos estadísticos de la Dimayor. Mendoza, luego de entregar la corona, creó una fundación, que lleva su nombre, y se dedica a proteger menores de edad.
En Consejo Nacional Electoral, CNE, decidió darle la curul, priorizando “el valor de la democracia” y para “garantizar la representaciones de la comunidades étnicas”.
Sin embargo, esta vacante trae consigo una historia larga de irregularidades, peleas judiciales y eventos inexplicables.
Para empezar por lo inexplicable, hay que anotar que ninguno de los dos representantes electos popularmente para representar a los afrocolombianos eran afros.
La primera, María del Socorro Bustamante, política hecha en Cartagena, luchó jurídicamente contra varias acciones judiciales que se impusieron para evitar que fuera posesionada. Sin embargo, sus esfuerzos llegaron hasta 2015 cuando murió por causa de una falla multiorgánica.
Su asiento lo ocupó Gustavo Rosado por orden del Tribunal de Cundinamarca, quien sí es afro y llegó por el partido Fundación Ébano de Colombia (Funeco) y ha logrado mantenerse a pesar de que cursaban otras demandas.
El segundo puesto lo tenía Moisés Orozco. Él logró posesionarse en julio de 2016, pero el Consejo Nacional Electoral lo sacó del cargo tras encontrar que hubo falsificación de documentos para obtener aval.
Orozco siguió buscando a través de los tribunales la forma de volver a la Cámara, pero falleció en un hospital del Cali, horas después de haber sido atacado por sicarios en Yumbo, población vecina a la capital del Valle del Cauca.
Como Rosado era el tercer y último renglón de Funeco, el dolor de cabeza para el CNE pasaba por decidir si dejaba libre esa vacante o no.
Finalmente, resolvió que Mendoza era la elección apropiada pues fue la que más votos alcanzó cumpliendo con los requisitos de la ley para la representación afro, que implica el aval de un consejo comunitario de negritudes, que para este caso es el del Consejo Comunitario de los Corregimientos de San Antonio y el Castillo.
Además, por encontrarse anulada la elección de Orozco, quedaba descartada la posibilidad de elegir alguien de la cuerda política del fallecido exrepresentante.
Así las cosas, se prevé que el presidente de la Cámara de Representantes tome posesión de la exreina de belleza antes del próximo 20 de julio y así empiece a cumplir con sus funciones legislativas a favor de una comunidad que ha estado prácticamente abandonada en esta entidad por los últimos tres años.