Por Argemiro Piñeros-Colprensa
Enfrentar las duras críticas que salen de las llamadas bodegas digitales del petrismo no es fácil, y eso sí que lo puede decir la representante a la Cámara, Katherine Miranda, quien pasó de ser aliada de Gustavo Petro en 2022 a fuerte opositora en 2023, lo que la hizo blanco de duros cuestionamientos. En entrevista con Colprensa la congresista defiende el trabajo del Legislativo y afirma que las críticas que desde allí se hacen el gobierno las debe respetar.
Usted ha sido blanco del llamado matoneo en redes . ¿Tanto el presidente, los congresistas y sus seguidores no quieren que se les critique?
“Al final uno se termina pareciendo a su enemigo y no están haciendo nada diferente a lo que criticaron durante muchísimos años al presidente Uribe, al presidente Duque, al presidente Santos. Entonces, no solamente en el modo de atacar al que piensa diferente, sino en las prácticas políticas, porque realmente están actuando de la misma manera”.
¿Lo que pasó con la reforma a la salud demuestra que es más difícil debatir las reformas y hacer cuestionamientos al gobierno?
“Con la reforma a la salud y la proposición que sigue viva, se pone a prueba la voluntad del gobierno nacional, y, si el discurso de ese gran acuerdo son solo palabras o si en verdad lo vamos a materializar. Estar en una democracia implica que, ante un buen argumento, con el ánimo de llegar a consensos y lograr que salgan las cosas, hay que ceder y hacerlo en diferentes momentos. Entonces se pone a prueba el discurso y si en verdad lo quieren llevar a la práctica”.
El hundimiento de la ponencia negativa de la reforma a la salud, ¿significa que hay nuevas mayorías para el gobierno?
“No lo sé, yo espero que los partidos no vayan a ser irresponsables y nada más por tener unas gabelas con el gobierno nacional, pongan en riesgo la salud de los colombianos, creo que el momento que estamos viviendo, si bien se votó por un cambio, en todos los sectores políticos encontramos que se necesitan hacer diferentes reformas y se necesita ser responsables para hacerlas y en qué tiempos.
Veo un gobierno muy desesperado en sacar pronto y mostrar resultados y hay que entender que el Estado se construye, se reforma, se mejora poco a poco, de manera paulatina, para no generar, digamos en el sistema de salud, en el laboral, en el agrario, espero que los partidos sean responsables y entiendan la magnitud que puede llegar a tener un voto positivo o negativo en estas reformas”.
¿Qué futuro le ve a la reforma laboral de la cual hay ya dos versiones, una del gobierno y la del conservatismo?
“Sinceramente esas reformas tienen futuro siempre y cuando sean producto de consensos y consensos no sólo con los partidos políticos, sino con los empleados, los gremios. Veo reformas más focalizadas en generar beneficios a los sindicatos que a un bien general. Hay que generar unos beneficios que son importantes y que pueden tardar un poco más para generar esas reformas. Esa doble moral es la que no podemos permitir”.
Le preocupa el tono que están usando algunos ministros como el del Interior que fue muy virulento con ustedes en la Cámara la semana pasada...
“Yo creo que el ministro del Interior tiene que ser casi que un canciller, el ministro de la diplomacia, y hoy lastimosamente no es así. Pero no es exclusivo de él. A mí me preocupan las declaraciones de la ministra de Agricultura en la que se nos notifica que la reforma agraria no será pacífica. En esa medida justifica la ayuda a las movilizaciones. Es la primera vez en la historia de Colombia que con recursos públicos se está instando a unas movilizaciones sociales. Yo creo que eso puede ser profundamente peligroso. Entonces, estas movilizaciones son para presionar al Congreso de la República, acá se tiene que respetar la separación de poderes. Acá se deben respetar las decisiones que tome el Congreso, gústele o no al presidente Petro”.
¿Ese será el tono que usará el gobierno en adelante, que no permitirá crítica?
“Espero que no, espero que el Congreso no se deje presionar y no se deje asustar, no creo que se tengan que utilizar las movilizaciones sociales, esto demostraría que el argumento no es el arma poderosa, sino la amenaza. Yo creo que hay que respetar la separación de poderes y si bien el gobierno puede presentar una reforma agraria con toda la legitimidad, pues el Congreso también tiene la legitimidad de hacer las modificaciones que considere pertinentes”.