Uno de los cabecillas de la organización criminal conocida como Los Rastrojos Costeños, el exparamilitar Juan Manuel Borré Barreto, aseguró que su organización ya inició contactos con el Gobierno Nacional para sumarse al proyecto de la llamada “paz total”.
Desde la cárcel La Picota, de Bogotá, el convicto se comunicó con la emisora La W y dijo que “en este momento hemos tenido acercamientos con el alto comisionado de Paz, con el Ministerio de Justicia, Presidencia, Gobernación del Atlántico, Procuraduría. Les hemos manifestado nuestra voluntad de someternos a la justicia”.
“Los Rastrojos Costeños” delinquen en Barranquilla, Soledad, Malambo y otros municipios del Atlántico, donde se dedican al narcotráfico, la extorsión y el sicariato, entre otros delitos.
“Tengo 46 años, me cansé de esta vida, de la guerra, me cansé de vivir en estos sitios, me cansé que otras personas dirijan mi vida, por eso mi anhelo es estar con mi familia, mis hijos, vivir como cualquier ciudadano”, dijo alias Javier.
Esta no es la primera estructura ilegal urbana con la que el gobierno de Gustavo Petro ha sostenido conversaciones. Ya lo hicieron con “la Oficina”, en Medellín, y hay planes para adelantar diálogos con “los Espartanos” y “los Shottas”, de Buenaventura (Valle).
Por ahora, fuentes cercanas a estos procesos aseguran que los esfuerzos del Gobierno están concentrados en sacar adelante un acuerdo de paz con la guerrilla del ELN, por lo que las bandas están en lista de espera.