David Racero es el alfil de Gustavo Petro en la Cámara de Representantes. El presidente de esa corporación, quien marchó en el paro nacional de 2021 y ha logrado jalar adeptos de otros partidos para las filas del Pacto Histórico, ya está haciendo cuentas para las elecciones de 2023 en las que, asegura, su grupo debe formar un frente amplio.
En esta conversación con EL COLOMBIANO Racero no descartó la opción de aspirar a la Alcaldía de Bogotá y cuestionó los “conflictos de intereses” que están apareciendo en el trámite de la reforma política: el proyecto del mandatario que va a cambiar las reglas de juego para acceder a cargos de elección popular.
Con 36 años de edad y 12 de estar militando en el petrismo, el representante hace el corte de cuentas de la reformatón progresista en el Capitolio, está convencido de que no hay demoras para tramitar los proyectos y pone la pelota de la creación del Ministerio de la Igualdad en la Presidencia de la República, no en el Legislativo.
Usted preside la primera moción de censura en este Gobierno, ¿qué balance hace?
“Los argumentos de la bancada de oposición y citantes han sido flojos, entre mentiras superficiales y mediocres. Había más afán de show, muy prematuro para una moción de censura. La ministra (Irene Vélez) respondió con toda la suficiencia y la altura, sobre todo porque hay un plan de transición en el marco de una crisis climática internacional”.
La oposición quiere arañar votos conservadores, liberales y verdes entre los que sí están preocupados por la gestión de la ministra. ¿Qué tan sólida está la bancada?
“La pregunta es si la oposición tiene votos internamente. Al final en la discusión ni siquiera las bancadas de ellos estaban completas”.
Hay ruidos por la reforma política por el trasfuguismo, la posibilidad de que un congresista sea ministro y la duda de si va a ser para 2023 o para 2026. ¿Qué responde?
“Cualquier reforma política discutida y votada por políticos tendrá siempre conflictos de intereses intrínsecos. Uno sabe cómo entra una reforma, pero nunca cómo saldrá. Por parte del Pacto Histórico y el Gobierno creemos en la consolidación de los partidos, eso significa lista cerradas, paritarias y cremalleras para que la gente vote por proyectos y no por individuos”.
Usted habla de un término clave: “conflicto de intereses”. ¿El Pacto tiene uno con la reforma política?
“Siempre va a estar la pregunta de si los congresistas terminan legislando para sí mismos o si en verdad se está pensando una reforma para el país. Lo que tratamos de impulsar es fortalecer los partidos y, en consecuencia, la democracia”.
¿El presidente del Senado, Roy Barreras, está legislando para sí mismo?
“Tendría que preguntarle a él. La votación no solo va a depender de él”.
Se le han visto encontrones con Barreras por temas como los candidatos a la Alcaldía de Bogotá. No están yendo por la misma línea, ¿qué está pasando?
“Es un debate abierto. El Pacto no solo debe tener candidato a la Alcaldía, sino liderar la coalición que va a ganar en 2023. El cambio no será posible sino tenemos gobiernos progresistas a nivel territorial, pensar que un señor como Germán Vargas represente las ideas del Pacto no es acertado”.
¿Renunciaría a su curul en la Cámara para ser candidato a la Alcaldía de Bogotá?
“Estoy concentrado en sacar adelante la agenda legislativa y en que podamos votar en mayorías en función de ello. Si el próximo año se abre la posibilidad y hay un consenso generalizado, estaré en el mejor lugar desde el que pueda aportar al proyecto”.
O sea, ¿no lo descarta?
“Nunca lo descarto”.
¿A quiénes está convocando para esa gran coalición?
“Tenemos aliados primo-hermanos como el Partido Verde, que enarbola causas compartidas. El liberalismo social progresista, parte del que nos acompañó en la campaña y que se fortalece dentro del Partido Liberal, y también independientes que han visto con buenos ojos la agenda que proponemos. Estamos hablando de un frente amplio, es la única posibilidad de desterrar las maquinarias politiqueras”.
Algunas voces de Presidencia dicen que el Congreso no va bien. ¿Las reformas no han salido tan rápido como se proyectaban?
“En 2023 va a llegar la agenda real de transformación. Hemos sacado adelante la agenda con la reforma tributaria y la ley de orden público. Sacaremos la reforma política, hemos adelantado la regulación del cannabis para uso adulto recreativo, vamos a sacar los proyectos que complementan la reforma agraria. Hemos respondido”.
Hay puntos que no han funcionado como se esperaba: hubo sillas vacías para el tema del fracking, también en la primera cita del Ministerio de la Igualdad y desde el Pacto critican el código electoral...
“Es cuestión de dar un margen más de tiempo ante los debates más importantes. Eso fue lo que se terminó decidiendo con el Código Electoral, que a muy buena hora se quitó el mensaje de urgencia”.
Pero sigue en la primera línea de la agenda. ¿Hay presiones de la Registraduría para que se tramite?
“Yo, en lo particular, no he recibido ningún tipo de presión. Si las hay, haría respetar la Cámara y a la ciudadanía, que es a quien nos debemos”.
La prohibición de las corridas de toros y de las peleas de gallos era una promesa de campaña, pero en Cámara se hundió el proyecto que buscaba acabar con esa práctica...
“Todo tiene su tiempo. Vamos a avanzar con la prohibición de las corridas de toros, hay un consenso mayoritario en el Congreso, más allá de la última votación en la que hubo una mezcla de varias discusiones. En menos de un año la agenda ambientalista va a salir adelante en la Cámara y el Senado”.
Hay un tema que sí está en sus prioridades: el Ministerio de la Igualdad. ¿Para cuándo habrá nueva cartera?
“Esa es una pregunta al Gobierno Nacional. El Congreso le da las facultades para que pueda reglamentarlo y estructurarlo. Es un gran avance para enfrentar la desigualdad”.
Pero el ministerio creará más burocracia y la promesa del Gobierno fue reducirla...
“Es una reestructuración interna del Estado, porque los programas que están en otros ministerios se consolidarían en una única cartera. Tal vez eso amerite ampliar un poco más, en el marco de la reestructuración administrativa, pero la proyección que se tiene es mínima”.
¿Cuánta plata va a costar todo eso?
“No tengo los cálculos, eso depende del Gobierno al momento de hacer la reglamentación de la ley que vamos a aprobar. Tenemos que esperar la proyección”.
¿O sea que no se trata solo de que se apruebe esta norma, sino que deben tramitarse otras para reglamentarlo?
“Eso tendría que mirarse a la luz del presupuesto aprobado para el otro año con la adición presupuestal que se va a tramitar paralelamente al Plan Nacional de Desarrollo”.
¿El Pacto Histórico apoyará al candidato que elija Daniel Quintero a la Alcaldía de Medellín?
“Antes de hablar de nombres, hay que hablar de agenda política”.
La agenda ustedes la tienen clara desde hace meses, ya sería el momento de buscar rostros para Medellín, Cali, Barranquilla o Bogotá...
“Nosotros la tenemos clara, la pregunta es si los otros la tienen clara y es sobre eso que nos tenemos que sentar a dialogar”.
¿Esos otros quiénes son, Daniel Quintero o Jorge Iván Ospina?
“Las diferentes fuerzas, personalidades o actuales mandatarios. Hay que decir que este nuevo proceso de cambio nacional está generando una implosión de nuevos liderazgos que no necesariamente están en cargos públicos”.
Usted es petrista de base, pero han aparecido muchas personas más. ¿Hay petristas disfrazados?
“Como todo proceso político hay unos que son más parte del corazón de la esencia del proyecto y otros que articulan a partir de sus agendas, pero estamos mirando hacia el mismo lado. Si hay petristas disfrazados, ya el tiempo nos lo dirá. Solo en los momentos de vacas flacas se evidencia quiénes están presentes. Nos interesa seguir trabajando con la mayor diversidad de colombianos y el ejemplo más importante es el de la invitación al señor Lafaurie”.
Su participación en los diálogos con el ELN es polémica...
“Él no es petrista y no nos interesa que sea petrista o que comulgue con nosotros, sino que tenga la claridad de lo que significa una apuesta de paz en la que diferentes actores tienen que dialogar” .
¿En cuánto debe quedar el aumento del salario mínimo?
“El aumento debería estas oscilando el 15% para el otro año”.
Eso está por encima del porcentaje que dio Fedesarrollo del 13,5%...
“Las centrales obreras están haciendo unas proyecciones del 18% al 20%, por eso creería que un 15% con la inflación que está en este momento y el aumento de la productividad de 1,5% es una buena medida que nos va a permitir tener estabilidad en el consumo y macroeconómica”.