Tras seis años de juicio, el exagente del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) Jaime Ernesto Gómez Muñoz fue condenado, en primera instancia, a 20 años y tres meses de cárcel, por haber participado en el asesinato del líder político Carlos Pizarro Leóngomez, mientras se desempeñaba como su escolta.
El crimen contra Pizarro ocurrió el 26 de abril de 1990, en horas de la mañana, mientras este viajaba de Bogotá a Barranquilla, en medio de su gira nacional, como aspirante a la presidencia de Colombia. Gerardo Gutiérrez Uribe, alias Yerri, le disparó por la espalda con una subametralladora, poco después de que el avión despegara, hasta causarle la muerte.
La Fiscalía pudo determinar, después de varios años de investigación, que Gómez Muñoz, habría asesinado al sicario después de que este matara al exintegrante de la guerrilla del M-19, con el fin de silenciarlo, y que no se descubriera su participación en el homicidio.
Así mismo, se descubrió que el integrante del extinto DAS, se aprovechó de su puesto de poder para vigilar los movimientos de Carlos Pizarro, para más tarde propiciar y encubrir el asesinado del líder. Además de que no habría actuado solo, contó con el apoyo de otros exagentes del mismo organismo, quienes desde sus puestos de mando, contribuyeron con lo necesario para matar al entonces candidato presidencial.
El juicio contra el exfuncionario culminó en marzo de este año, ante el Juzgado Décimo del Circuito Especializado de Bogotá, estancia que además le solicitó al acusado el pasado 28 de junio, presentarse durante los primeros cinco días de cada mes en su despacho, y le prohibió su salida del país.
Así mismo, la noticia sobre la sentencia contra el uniformado, llega mucho después de que fueran condenados por este mismo crimen los exjefes paramilitares Fidel y Carlos Castaño, de quienes se pudo comprobar, fueron los autores intelectuales del crimen, es decir, dieron la orden.
Se espera que, durante las próximas horas, las autoridades inicien su proceso de captura contra Gómez Muñoz.
La muerte de Carlos Pizarro, no fue la única que se dio en ese mismo contexto. Meses antes, el también candidato a la presidencia de Colombia, Bernardo Jaramillo Ossa, fue asesinado en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, hecho que no solo llevó a fortalecer las medidas de seguridad en ese terminal aéreo, sino que empezó a evidenciar, que la vida de los líderes políticos y sociales del movimiento M-19 y el partido político Unión Patriótica, estaban siendo blanco de todo tipo de ataques.
Entre 1989 y 1990, en un lapso de solo nueve meses, tres candidatos a la presidencia de Colombia, fueron asesinados. Luis Carlos Galán, candidato del Nuevo Liberalismo, fue el primero. Lo mataron en el municipio de Soacha, en agosto de 1989, después vino la muerte de Jaramillo Ossa, candidato de la Unión Patriotica, en marzo de 1990, y finalmente la de Carlos Pizarro en abril de ese mismo año.
Jaime Ernesto Gómez fue asignado al esquema de seguridad de Carlos Pizarro, una semana después de que ingresara al DAS, vinculación que consiguió tras pasar con bastante dificultad cada uno de los requisitos que solicitaba la institución.
En un fragmento de la sentencia, revelado por El Espectador, se puede leer de qué manera fue planeado el crimen, y la actuación en complicidad del entonces agente de la extinta entidad de seguridad del Estado, y líderes de grupos paramilitares.
“Gómez Muñoz, como detective del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), participo del complot criminal entre la organización de las autodefensas al mando de los hermanos Castaño Gil y el DAS, infiltrando su esquema de seguridad, con el único fin de dejar el hecho en la impunidad por asesinar al sicario que dio muerte a Pizarro, con una mini ingram en ráfaga, comprada en el mercado negro, e implantada en la aeronave con el único propósito de usarla en contra del candidato presidencial, Modus operandi propio de las autodefensas al mando de Fidel Castaño, con el cual arremetieron en contra de sus víctimas, usando a un sicario debidamente entrenado a quien denominaban ‘suizo’, que posteriormente era asesinado por reacción inmediata del escolta, según lo planeado, para no levantar sospechas, ante la reacción normal de un escolta, contubernio del cual hizo parte el enjuiciado, de modo que existiendo una resolución común al hecho, en virtud del principio de la imputación recíproca, lo que haga uno de los coautores es extensible a todos los demás”, dice.
Horas después de que se conociera este veredicto, María José Pizarro, senadora por el Pacto Histórico y su hija, expresó en su cuenta de X (antes Twitter): “Llevo más de 30 años buscando justicia por el asesinato de mi padre. Hoy tenemos una noticia agridulce: la condena en primera instancia contra el escolta del DAS, Jairo Ernesto Gómez, por homicidio con fines terroristas agravado, concierto para delinquir y porte ilegal de armas. Él disparó contra el sicario que asesinó a mi padre”, escribió la senadora.
Aseguró que estos hechos “ratifican nuestra hipótesis: el DAS tuvo responsabilidad en el asesinato de Carlos Pizarro Leongómez. No vamos a desfallecer hasta esclarecer la verdad y saber quiénes fueron los máximos determinadores de su muerte”.
Gómez Muñoz fue vinculado en 2014 al caso, y en 2017 fue capturado, imputado y después acusado por su participación en el homicidio; y en 2022 solicitó someterse ante la Justicia Especial para la Paz (JEP) pero esta fue rechazada en marzo de 2022.