Esta semana en el Congreso está en juego la repartija del poder en las siete comisiones del Senado y la Cámara de Representantes, una puja determinante porque los primeros debates de las reformas y proyectos de ley pasan por esos recintos antes de tener un análisis en las plenarias del Congreso.
Mejor dicho: lo que no sea aprobado por las comisiones no llega al análisis del Legislativo en pleno. De ahí que el Gobierno esté buscando poner a sus fichas en las presidencias de las comisiones más relevantes para sus reformas a la salud, a la educación, pensional y laboral que estarán en trámite en esta segunda legislatura.
Los acuerdos para las presidencias fueron pactados desde julio de 2022 y ahora la puja está en que se mantengan vigentes, una preocupación que entró a las filas del Gobierno después de que para la Presidencia del Senado no se cumpliera al pie de la letra el pacto de que se respaldaría a la senadora Angélica Lozano para presidir esa corporación.
En ese recinto terminó ganando la puja el senador Iván Name, otro de la Alianza Verde, pero más cercano a la oposición y al Gobierno, lo que puso al Ejecutivo a revisar nuevamente sus fichas según le confirmaron congresistas a EL COLOMBIANO en la instalación del Congreso del 20 de julio.
Así como en las presidencias de Senado y Cámara los ganadores –Name en Senado y el liberal petrista Andrés Calle en la Cámara de Representantes– tendrán el poder de definir la agenda del recinto, quienes presiden las comisiones también tienen esa potestad que, si bien es a mediana escala, es el que termina definiendo qué proyectos se mantienen con vida.
Comisión Primera define el futuro de las leyes para la paz total
Uno de los recintos clave es la Comisión Primera del Senado, donde se había pactado que la presidencia sería para el senador del Pacto Histórico, Alexander López Maya, un congresista cercano a la vicepresidenta Francia Márquez.
Maya viene de ser presidente del Congreso por un breve lapso y su jefatura en la Comisión es determinante para el Gobierno porque por allí pasan los proyectos de ley de sometimiento y de humanización carcelaria, dos articulados impulsados por el Ministerio de Justicia que son la base para la paz total.
En ese mismo recinto los partidos de oposición están radicando sus propuestas de reformas a la salud –la de Cambio Radical, la del Liberal y posiblemente la del Centro Democrático– por lo que quien encabece la Comisión Primera será quien decida en qué momento se le dará trámite a esos articulados, o si se dejan en la gaveta a la espera de que prospere el que el Gobierno radicó en la Comisión Séptima.
Comisión Séptima: la base para las reformas
Y en esa sí que es determinante la puja. Allá en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, el acuerdo indica que la Presidencia de ese hemiciclo sería para la representante antioqueña María Eugenia Lopera, quien es del Partido Liberal, es una de las cuotas del exsenador Julián Bedoya y fue quien mantuvo con vida la reforma a la salud durante la primera legislatura.
Un integrante de esa plenaria aseguró que nada estará claro hasta que se cuenten los votos. ¿El motivo? Se está dando un debate entre los mismos liberales –del ala gobernista con el sector independiente– que podría correrle la silla a Lopera con el respaldo de la oposición.
En la otra Comisión Séptima, la del Senado, el acuerdo de 2022 le asignó la segunda legislatura al Pacto Histórico y quien sería la encargada de presidirla es la senadora Martha Peralta, quien es la coordinadora ponente de la reforma pensional que también empezó su trámite por esa plenaria.
Y es que las Comisiones Séptimas son determinantes para las reformas del Gobierno, porque el mandatario ha decidido radicarlas a través de estas y no de las Comisiones Primeras, como en su momento lo alegó la oposición con la reforma a la salud, reclamando que se trataba de un articulado que abordaba derechos fundamentales y, por tanto, necesitaba un trato constitucional más detallado.
La reforma laboral se hundió en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes al cierre de la primera legislatura y el Gobierno está a semanas de volverla a radicar en Senado o en Cámara, por lo que las presidencias de Lopera y Peralta serían claves para intentar darle vida a ese articulado.
La Comisión Sexta toma protagonismo
Ya está anunciada la radicación del proyecto de reforma a la educación y ese articulado será analizado por la Comisión Sexta. En la del Senado la presidencia está acordada para el legislador Gustavo Moreno, quien pertenece al partido Somos en Marcha de Juan Fernando Cristo, militancia que lo hace cercano al Gobierno.
En la Comisión Sexta de la Cámara no está claro si quedará un congresista del Conservador o de La U (ambos declarados en independencia). Esa definición marcará el tono del debate sobre otra de las reformas base del Gobierno.