Los negociadores del Gobierno y las Farc vuelven a la mesa de conversaciones en La Habana para intentar avanzar en los acuerdos sobre derechos de las víctimas y los temas cruciales del fin del conflicto.
El ciclo 36 reanuda los diálogos en medio de las tensiones en Cuba y Colombia y con la “confianza lastimada” por cuenta del ataque guerrillero en Cauca que dejó 10 militares muertos y 20 más heridos. Esa fue la conclusión del jefe del equipo negociador, Humberto de la Calle, al cerrar sin nuevos avances la ronda anterior de discusiones.
Además del repudio generalizado, el hecho alejó la posibilidad de desescalar más los enfrentamientos armados y concretar pronto un cese el fuego bilateral, que el Gobierno comenzaba a contemplar luego de tres meses de tregua unilateral de las Farc.
En cambio, el Gobierno ordenó reanudar la ofensiva con bombardeos a la guerrilla. Además del efecto en la estrategia militar, esa decisión generó un pronunciamiento de respaldo político del expresidente Álvaro Uribe y el Centro Democrático.
Ayer, la Procuraduría destacó las “coincidencias” en torno a la negativa del Gobierno a ceder a un cese el fuego bilateral antes de la firma del acuerdo final con las Farc y a las referencias del presidente Juan Manuel Santos sobre la aplicación de justicia.
“La búsqueda de coincidencias entre el Gobierno y la oposición es un punto de partida para alcanzar un pacto para la paz necesario para lograr la concordia nacional, y superar las divisiones creadas en la sociedad alrededor de los diálogos con la guerrilla y garantizar que lo que se acuerde con las Farc se cumpla”, indicó la Procuraduría en un comunicado.