Pese a todos los pronósticos, el No se impuso ayer en las urnas. Fue una decisión legítima: 13.066.047 personas votaron en el plebiscito convocado por el presidente Juan Manuel Santos, el 50,23 % de ellas no aprobaron el Acuerdo Final para la Terminación del Conflicto y la Construcción de una Paz Estable y Duradera alcanzado entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc.
En los últimos días las campañas del Sí y del No estuvieron a reventar.
Pero, el entusiasmo de los votantes del Sí, que creían en la victoria profetizada por todas las encuestadoras, empezó a desinflarse después de las 4:30 p.m. cuando la distancia entre el Sí y el No empezó a reducirse en los boletines entregados por la Registraduría, a las 5:00 p.m., tal como lo había anunciado esa entidad, los resultados eran contundentes, la diferencia era clara y por 53.894 votos el No superó al Sí, en un total de 99,98 % de mesas informadas. Anoche quedaban 12 mesas por reportar.
Santos reconoció derrota
Ante esos datos, que se ampliaron en pocos minutos, el presidente Juan Manuel Santos reconoció su derrota: “Yo los convoqué a que decidieran si respaldaban o no el acuerdo para la terminación del conflicto con las Farc, y la mayoría, así sea por un estrechísimo margen, ha dicho que No. Soy el primero en reconocer este resultado”, manifestó el mandatario en una alocución dada a las 7 de la noche.
Dejó claro que se mantiene el cese el fuego bilateral y definitivo, por lo que no hay nuevas órdenes para las Fuerza Armadas. Hoy convocará a todas las fuerzas políticas del país, en especial a las de No, “para escucharlas, abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir”.
Además dio instrucciones al equipo negociador del Gobierno para que retornara a La Habana, a mantener informados a los jefes guerrilleros del diálogo político que ocurrirá hoy y en días siguientes.
Pacto Nacional
Álvaro Uribe, expresidente y ahora senador, máximo representante de la oposición a los acuerdos, manifestó su voluntad de hacer parte de un Pacto Nacional, donde los del Sí y los No puedan escucharse y construir unos acuerdos que protejan a las Farc, alivien sus condenas, den estabilidad económica y garanticen la democracia.
La declaración del expresidente llegó a las 9:00 p. m., lo que confirmó el rumor que había al interior del Centro Democrático acerca de que Uribe no tenía un discurso para el triunfo, sino uno en el que reconocía su derrota.
Farc siguen dispuestas
“Timochenko”, máximo jefe de las Farc, también se expresó en términos de reconciliación. Dijo que el resultado desnudó el gran reto político necesario para construir la paz, insistió en que “las Farc -EP mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición de usar solamente la palabra como arma de construcción hacia el futuro. Al pueblo colombiano que sueña con la paz que cuente con nosotros”.
Una elección legítima
Al evaluar la respuesta de los colombianos en las urnas, Fredy Andrés Barrero, experto en elecciones de la Universidad de la Sabana, comentó que la participación en el plebiscito fue muy similar a las participaciones históricas en elecciones presidenciales.
Según el experto, 37 % es una cifra que no debe llamar a angustia ya que es la evidencia de la cultura política colombiana: los colombianos usualmente participan en actividades electorales motivados por recursos económicos que en esta oportunidad no se movieron.
Barrero anotó que Antioquia aportó 400.000 votos más de los que tiene habitualmente y tuvo una gran mayoría por el No, contrario a lo que ocurrió en la costa Caribe, que se vio limitada en la participación por las lluvias e inundaciones y tuvo 50 % menos de los votos que usualmente pone. Esta zona era el fortín del Sí.
¿Por qué ganó el No?
Pueden ser varias las explicaciones para el sorpresivo triunfo del No. Jorge Giraldo, decano de la Facultad de Humanidades de la Eafit, sugirió que nadie en Colombia supo interpretar la opinión ciudadana, ni el presidente, ni las elites políticas, ni los periodistas, ni los intelectuales, ni las encuestadoras, por lo que los sondeos de opinión se alejaron definitivamente de la voluntad popular entregada en el sufragio.
También pudo ocurrir, como explicó Alejo Vargas, director del Centro de Pensamiento y seguimiento al proceso de paz de la Universidad Nacional, que fue precisamente en el centro del país donde ganó el No, una región que ha dejado de vivir la guerra.
Otra razón que podría argüirse es que en el plebiscito se sumó el odio por el presidente Santos, de alguna manera, según Vargas, “se asoció que votar No también era castigar al presidente”.
Y se castigó a Santos porque él y su dirigencia política querían sacrificar a Uribe, por lo menos ese es el análisis del profesor Giraldo: “las élites políticas querían soberbiamente convertir esto en un altar de sacrificio de Álvaro Uribe, aquí el liberalismo, la izquierda y el santismo actuaron con muy poca actitud democrática y dialogante frente a lo que el Centro Democrático significa para el país”.
En síntesis Giraldo sostuvo: “aquí el ganador fue Uribe y es el único que ganó”.
Un diálogo nacional
Al parecer ya hay un acuerdo acerca de que lo que necesita el país es un diálogo nacional que concluya en un acuerdo con las Farc, pero que más allá de eso solucione el problema de gobernabilidad que encara en este momento Juan Manuel Santos.
La vieja fórmula que en años anteriores ha salvado a la democracia y a la dirigencia política para llegar a acuerdos podría salvar al país de la incertidumbre que vive.
Los del No, los del Sí y las Farc, algunos más aventurados como Barrero se atreven a añadir al Eln, tendrán que sentarse a conversar, convocados por el Gobierno, sobre el futuro del país.
De ese diálogo también pueden salir varias propuestas, una de ellas que el presidente Santos renuncie a cambio de que los acuerdos sean aprobados, si es que entiende que el resultado del plebiscito es en contra suya y de las Farc, mas no de los acuerdos.
Lo ideal, de acuerdo con el decano, sería que los acuerdos no se tocaran, sino que el hubiera un pacto sobre la gobernabilidad: “Santos no puede gobernar con el 70 % de la opinión en contra, él tiene que renegociar la gobernabilidad a cambio de que el Centro Democrático acepte que los acuerdos se mantengan en firme. Aunque no sé si Uribe tenga la altura para hacer esto”.
Otra opción es la Asamblea Nacional Constituyente que fue una solicitud de las Farc desde el comienzo de los diálogos y una propuesta sostenida del Centro Democrático.
Aunque Santos solamente habló de las fuerzas políticas, “Timochenko” advirtió que las Farc deben tener un asiento en ese diálogo.
Respaldo al proceso
Bernard Aronson, enviado especial de Estados Unidos al proceso de paz, afirmó en declaraciones a The Washington Post que su país seguirá apoyando a Colombia y que reconoce los resultados de las votaciones realizadas ayer.
“Nosotros creemos que los colombianos quieren la paz, pero claramente ellos están divididos acerca de los términos del acuerdo. Nosotros seguiremos apoyando a las autoridades colombianas mientras ellas intentan construir una paz duradera con justicia y seguridad”, advirtió el enviado.
Estos fueron los acuerdos que no aprobó el país
1. Hacia un nuevo campo colombiano: reforma rural integral
Busca reversar los efectos de la guerra en el campo y llevar desarrollo a las zonas rurales, creando subsidios y créditos para la adquisición de tierras, la formalización de 7 millones de hectáreas, 3 millones de hectáreas para el Fondo de tierras, establecer zonas de reserva campesinas y crear planes nacionales para acabar con la pobreza rural extrema.
2. Participación POlítica: Apertura democrática
Distribuir mejor los recursos para la participación incluyendo nuevos partidos políticos. Crea 16 circunscripciones transitorias especiales de paz en la Cámara por dos periodos. Se elaborará un Estatuto para la oposición y un nuevo Sistema Integral para el Ejercicio de la Política. Se crea un programa de protección para los integrantes del movimiento de las Farc.
3. Fin del Conflicto y dejación de armas
Es la esencia del Acuerdo. La Fuerza Pública y las Farc tendrán un cese el fuego bilateral y definitivo. La guerrilla entregará todo su armamento y material explosivo en 180 días en 28 zonas veredales distribuidas por todo el país y se reincorporarán a la vida civil. Las Farc contarán con 10 curules fijas en el Congreso de la República por dos periodos.
4. Solución al problema de las drogas ilícitas
Las Farc se comprometen a dejar el narcotráfico que hubiesen practicado. Integrado a la Reforma Rural existirá un programa de sustitución de cultivos ilícitos. Habrá un tratamiento penal especial para pequeños cultivadores, sin condena para quien cambie de cultivo. Toda erradicación será manual y exisitirá un programa de rehabilitación al consumidor.
5. Víctimas del conflicto y Jurisdicción Especial
Se creará un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que incliuye: Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, Unidad de Búsuqeda de Desaparecidos, Tribunal de Paz. Se amnistiará los delitos políticos y conexos. Las sanciones van desde restricciones a la libertad por 5 años hasta 20 años de prisión.
6. Implementación, Verificación y Refrendación
El acuerdo lo refrendará el pueblo (ocurrió ayer), el cese el fuego y la dejación de armas será verificada por una Misión internacional de Paz, proveida por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que actuarán junto a una delegación de la Fuerza Pública y otra de las Farc. Además, una Comisión de implentación y verificación resolverá las diferencias.