Lejos de la pompa que caracterizó la ceremonia de la firma de los acuerdos, diversas concentraciones expresaron su apoyo o su rechazo a un proceso de paz que ayer llegó a uno de sus puntos cumbre en el sector cartagenero de Getsemaní.
Cruzando toda la capital de Bolívar hacia sus suburbios sureños, la principal concentración, diferente de la oficial, que vio la ciudad se dio en la Ciudadela Deportiva, junto al Coliseo de Combate y Gimnasia. Dicho evento fue organizado por sectores afines al Sí y acudieron miles de colombianos procedentes de todas las regiones del país.
Así ciudadanos como Fabián Escorcia, procedentes de Santa Marta, consideraron que “estar presentes en la firma del acuerdo nos da la esperanza de que participaremos en la transformación del país, que apenas empieza”.
No solo de la Costa Atlántica se vieron visitantes, puesto que bogotanos como Manuel Gutiérrez, con banderas y camisetas en apoyo a la paz, expresaban: “nos unimos a este gran evento para la construcción, desde este momento, de una paz con justicia social”.
Ellos y muchos otros tomaron buses desde sus ciudades de origen o se embarcaron en caravanas de hasta 50 carros en las que juntos acudieron a la ciudad heroica. Algunos pasaron más de 14 horas en sus viajes.
Tolerancia frente al odio
De vuelta en la Ciudadela Deportiva, otros colombianos procedentes de otras latitudes resaltaron que independientemente de sectores que quieren exacerbar el enfrentamiento, el proceso precisamente se trata de estar por encima de las viejas disputas políticas e ideológicas.
“Creemos que la respuesta que debe dar la sociedad colombiana en estos momentos es estar por encima de quienes buscan beneficio propio. Somos conscientes de que habrá intentos de
entorpecer la reconciliación, pero estamos con este proceso”, dijo el barranquillero William Crespo.
“La respuesta es la tolerancia. No podemos responder de la misma forma agresiva, porque estamos en apoyo a la paz. Por el contrario queremos que cada vez más sectores se sumen a esta iniciativa”, agregó Fabián Escorcia.
También hay un anhelo de que lo vivido ayer sea el inicio de un país que supere sus históricas problemáticas: “A pesar de esa parte de disputas, la comunidad wayuú está contenta porque siempre anheló la paz. Espera que con ella lleguen mejoras a las condiciones de vida en nuestra región”, afirmó la indígena Lera Pushena, quien se demoró 8 horas en llegar a Cartagena.