Organizaciones que luchan contra el abuso sexual infantil están reunidas este fin de semana en Múnich, Alemania, en el Campamento de Sobrevivientes que impulsa Brave Movement (Movimiento de Valientes) para exigirles a los líderes del G7 que asuman acciones para proteger a los niños y poner fin a la violencia sexual infantil.
En representación de Colombia asiste la Corporación de Amor al Niño Cariño, que fue invitada a participar en esa primera gran cita mundial, junto a Red Papaz, la Alianza por la Niñez Colombiana y la IPS Creciendo con Cariño.
Juan Carlos Álvarez, director de Cariño, aseguró que como organizaciones aliadas compartimos el objetivo misional de exigir la protección de esta y todas las generaciones venideras de la violencia sexual infantil; la sanación para las víctimas, sobrevivientes y sus familias; y justicia para los malhechores, los cómplices y las víctimas.
Álvarez recordó que en Colombia, según cifras de Medicina Legal, cada día se reportan 48 casos de abuso sexual infantil y durante los primeros cuatro meses de este año 6.588 niños, niñas y adolescentes fueron abusados sexualmente. De ellos, 5.766 habrían sido niñas.
El Movimiento Brave o movimiento valiente, es un movimiento nuevo, poderoso y global liderado por sobrevivientes y organizaciones, constituido para poner fin a la violencia sexual contra los niños. Este movimiento de defensa se está preparando para convertirse en una poderosa fuerza global para el cambio, comenzando con este encuentro previo a la Cumbre del G7.
“El Brave Movement (Movimiento de Valientes) visualiza un mundo en el que los niños, niñas y adolescentes puedan crecer sin la amenaza de la violencia sexual. Se necesitan urgentemente una acción e inversión decisivas para que esto sea ya una realidad”, señaló en un comunicado de prensa Wibke Müller, copresidenta de Grupo de Trabajo del G7 del BM.
El director de Cariño, quien asiste al Campamento de Sobrevivientes, indicó que a los líderes del mundo se les pedirá que prioricen acciones para poner fin a todas las formas de violencia contra los niños. Y esto se logra a través de varias estrategias: un enfoque que esté totalmente financiado y centrado en leyes y programas de prevención, sanación y justicia a gran escala; capacitación de todos los empleados estatales relevantes sobre cómo interactuar y apoyar a niños y adultos sobrevivientes de violencia sexual infantil; establecer servicios de apoyo adecuados para todos los sobrevivientes y campañas nacionales para desestigmatizar el uso de tales servicios, e investigar y apoyar programas para la reparación de la salud mental en víctimas de niños víctimas de estas violencias.
No hay planes contra la violencia sexual infantil
En una rueda de prensa de emergencia antes de la cumbre del G7, que se celebrará del 26 al 28 de junio, los sobrevivientes y aliados darán a conocer los detalles del informe denominado “Poner fin a la violencia sexual infantil: la clasificación #BeBrave del G7”, en el que se analizó el compromiso de las naciones del G7 para abordar la violencia sexual infantil, con resultados condenatorios para Francia, Italia, Japón y Estados Unidos en particular. Los datos demuestran que hay una pésima falta de progreso por parte de todos los países del G7 cuando se trata de poner fin a la violencia sexual infantil en sus propios países y en todo el mundo.
Entre las principales conclusiones del informe se indica que si bien las medidas de los gobiernos del G7 son claramente insuficientes para poner fin a la violencia sexual infantil, tanto nacional como mundialmente, el Reino Unido es el único país de ese grupo de países que ha destinado una suma significativa al Fondo para poner fin a la violencia sexual infantil. Así mismo se señala que Canadá es el país del G7 que más ha invertido en abordar la violencia sexual infantil, pero los datos muestran que la ayuda pública al desarrollo para poner fin a la violencia infantil disminuyó entre 2018 y 2020 en términos reales.
Alerta el informe que ningún país del G7 tiene protecciones adecuadas para crear un internet seguro y sin ninguna forma de violencia sexual online. Así mismo indica que el gobierno de Alemania es el único que ha establecido con éxito un Consejo Nacional de Sobrevivientes. Y finalmente, concluye que ningún país tiene un Plan de Acción Nacional integral para hacer frente a la violencia sexual infantil que aborde adecuadamente la prevención, la recuperación, y la justicia.
Helen Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda y presidenta la junta del PMNCH (La asociación para la salud materna, de los recién nacidos y de los niños) comentó, en el mismo comunicado de prensa, que “la violencia sexual infantil es una plaga mundial que afecta, al menos, a una de cada diez niñas a nivel mundial. Socava otras inversiones en salud infantil, educación, igualdad de género, derechos sexuales y reproductivos, y desarrollo sostenible. La amenaza “triple C” del covid-19, el cambio climático, y la cantidad creciente de conflictos en todo el mundo, pone en gran riesgo a los niños y las niñas, los adolescentes, y las mujeres por todas partes. Dar seguimiento e informar sobre el progreso, como lo está haciendo el Brave Movement (Movimiento de Valientes), es clave para dar voz a los sobrevivientes y poner fin a toda la violencia sexual infantil en el futuro”.
Para no olvidar a los sobrevivientes
En el marco del Campamento de Sobrevivientes, los asistentes descubrieron una placa en honor a los sobrevivientes de abuso del clero en Alemania en la «Peterskirche» (Iglesia de San Pedro), Múnich. La Iglesia de San Pedro es la iglesia parroquial católica romana más antigua registrada en Múnich; y la placa enviará un mensaje a los líderes e instituciones de que los sobrevivientes ya no les permiten esconderse a plena vista.
Esta iglesia es uno de los lugares emblemáticos de la capital bávara, Múnich. Al menos 497 niños y adolescentes sufrieron abusos en la arquidiócesis de Múnich y Frisinga durante un período de casi 74 años (de 1945 a 2019). La mayoría de ellos eran jóvenes; 247 víctimas masculinas y 182 femeninas. El sesenta por ciento de los sobrevivientes tenían entre 8 y 14 años, abusados por 235 perpetradores de abusos, incluidos 173 sacerdotes y nueve diáconos.
El liderazgo alemán ha expresado su compromiso de abordar la violencia sexual infantil e incluirla en la agenda de la cumbre del G7. Hace poco, el 2 de junio, Markus Richter, Secretario de Estado del Ministerio Federal del Interior y de la Patria, del gobierno federal alemán, comentó que “el gobierno alemán está poniendo este tema en la parte superior de la lista de su presidencia del G7”.
Ahora, el Brave Movement (Movimiento de Valientes) está pidiendo una acción tangible, audaz, y transformadora que vaya más allá de los compromisos. En la cumbre del G7, los sobrevivientes y aliados del Movimiento de Valientes entregarán una petición firmada por más de 70 mil sobrevivientes y aliados.
En esta petición se habla de un compromiso global de inversión inicial de al menos mil millones de dólares estadounidenses al año para la Alianza Mundial establecida y el Fondo para poner fin a la violencia infantil, legislar para crear una internet segura donde los niños, niñas y adolescentes estén libres de violencia sexual y crear un Consejo de Sobrevivientes del G7 para asesorar a los gobiernos del G7 sobre las medidas que conduzcan a a poner fin a la violencia sexual infantil.
“Espero que los líderes del G7 puedan entender por qué invertir en las soluciones que propone el Brave Movement (Movimiento de Valientes) debe priorizarse, ahora más que nunca, puesto que vivimos la mayor epidemia de abuso sexual infantil de la historia”, dice Rosalía Rivera, una sobreviviente canadiense y miembro del BM.