Personas comprando, vendedores atendiendo y obreros con herramientas golpeando latas y palos o pintando puertas, es lo que se observa hoy en la plaza de mercado de Bello, 23 días después de que un fallo de tutela, en segunda instancia, ordenara a la alcaldía permitir el reingreso, en 48 horas, de los comerciantes que fueron desalojados el 13 de noviembre e iniciar reparaciones en el edificio en un plazo de un mes.
Del fallo, lo único que se cumple hasta ahora es el retorno de los comerciantes a sus labores, pues la alcaldía no ha enviado personal para iniciar la repotenciación del edificio, que consiste básicamente en la reparación de los techos y del sistema eléctrico, cuyas deficiencias fueron observadas en un estudio hecho por organismos de riesgo con apoyo de la Universidad Nacional, a partir del cual se ordenó el desalojo del 13 de noviembre, ante la conclusión de que existía un riesgo inminente de colapso.
Los comerciantes, incluso, señalan que a raíz de que la administración municipal no les entregó las llaves para ellos reabrir la plaza en el tiempo estimado, se vieron en la obligación de romper los candados e ingresar por su cuenta.
“Yo me reuní con el alcalde (César Suárez Mira) y prometió darnos las llaves, pero no cumplió su promesa”, relató Guillermo Muñoz, vocero de los comerciantes, que son alrededor de 200.
La tutela, que fue fallada el 16 de diciembre, originó, de parte de la alcaldía, el requerimiento al Juzgado Primero Civil del Circuito de una explicación de cómo se iban a proteger las vidas de los comerciantes, aspecto que, según la administración no fue tenido en cuenta por el juez. “El desalojo se realizó con ese objetivo y no voy a renunciar a la protección de este derecho fundamental”, expresó entonces el alcalde a EL COLOMBIANO.