Juan Carlos Tirado, con desazón, recuerda a los 97 trabajadores que se vio obligado a liquidar de EE, una cadena de seis hoteles que opera en la ciudad. De los 200 que tenía a comienzos de año, hoy, después de ocho meses de pandemia, solo quedan 103. “Hicimos todo lo que pudimos: los mandamos a vacaciones remuneradas, les dimos bonos alimentarios pero no aguantamos”, se lamenta.
El caso de EE, que tiene cuatro hoteles en El Poblado, otro en Belén y uno más en el municipio de Jardín, no es aislado. Al contrario: refleja la realidad de este sector económico. Según Ledys López, subsecretaria de Turismo de Medellín, este renglón generaba, a comienzos de año, unos 50.000 empleos formales en la capital de Antioquia.
Pero la crisis destruyó el 37 % de ellos, es decir, se perdieron 18.500 puestos. “El impacto, en gran medida, se ha dado por la baja de visitantes nacionales e internacionales que llegaban por el aeropuerto José María Córdova”, explica la subsecretaria. La disminución de pasajeros ha sido dramática (ver gráfico). Sin embargo, no es la única causa del descalabro del sector.
Sandra Restrepo, directora ejecutiva de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco) en Antioquia, añade otro problema: la suspensión de eventos. El turismo corporativo ligado a eventos, según la subsecretaria, representaba un 30% del total de los visitantes que llegaban a la ciudad. Es decir, por el orden de unas 280.000 personas al año. “Los hoteleros tienen que pensar en nuevos modelos de negocio. Los eventos no van a volver pronto. Entonces, lo más sensato ahora es apostarle al turismo de vacaciones, fortalecer actividades culturales y recreativas”, dice Restrepo.
López concuerda. Según cálculos de su despacho, el turismo de eventos tardará hasta cinco años en reponerse, en cambio, el de ocio podría hacerlo en uno o dos años.
Por eso, explica, están impulsando ofertas de turismo de naturaleza en los corregimientos. “La idea es posicionar a Medellín como una experiencia”, precisa.
Para entender la importancia de los eventos de la ciudad, la Secretaría de Desarrollo Económico trae estas cifras: entre enero de 2016 y junio 2019 se realizaron 329 eventos en la ciudad. Esto significó una derrama económica de 114 millones de dólares.
Todos han padecido
Si un lugar se volvió ícono turístico de Medellín en la última década, incluso de América Latina, es la comuna 13.
Con escaleras eléctricas públicas, murales alusivos a la no violencia y un mensaje unificador para superar un pasado infausto, esa comuna era visitada mensualmente por unas 48.000 personas, según la alcaldía. Hoy no hay una cifra de visitas definida, pero la situación es retratada por Esteban Agudelo, fundador de la 4-13, una empresa turística del sector. “Los ahorros que teníamos tuvimos que repartirlos entre los trabajadores. La empresa quedó en cero. Ahora estamos trabajando en cocinas o de meseros, a ver si podemos sostener el negocio mientras todo se reactiva”, cuenta.
Una historia no muy diferente relata Jorge Barrera, vocero de la red de hoteles Laureles-Estadio: “Éramos 13 hoteles, tuvimos que cerrar cuatro porque no aguantaron. Ahora tenemos una ocupación de 13%, cuando en esta época, en tiempos normales, estaba por encima del 65 %”.
Salvavidas a la vista
Si bien la situación es compleja, las fuentes consultadas para esta nota tienen esperanza de que las cosas mejoren.
A propósito de esto, la ciudad fue elegida la semana pasada como “Destino de Escapada Urbana Líder en América del Sur 2020” en los World Travel Awards, considerados los “Óscar” del turismo.
López, además, dio una noticia alentadora para el gremio: el Municipio destinará $ 610 millones para estimular el turismo. “En el momento están abiertas las inscripciones en la página web de la Alcaldía, hasta el 18 de noviembre, para que accedan al beneficio. La idea es que con esto se ayude a la mayor parte posible de personas del sector turístico”, precisa López. El incentivo contempla montos hasta de 10 salarios mínimos.
Gustavo Toro, director de Cotelco a nivel nacional, expresa que el panorama es alentador. “Esperamos cerrar diciembre con una ocupación promedio de 50 % en el país. Sin embargo, los empleos pueden tardar en recuperarse porque crecer la ocupación va a demorar al menos un año, teniendo en cuenta que no haya nuevos cierres”, dice Toro.
El hotelero Tirado, después de recordar a sus trabajadores que quedaron cesantes, dice que hará lo posible por rescatarles el empleo. Repuesto, con más firmeza en la voz, vaticina: “Nos vamos a recuperar. Es cuestión de tiempo. Invitamos a la gente para que venga, estamos juiciosos cumpliendo con la normatividad de bioseguridad”.
3,24 %
marcó la ocupación hotelera en Medellín en mayo pasado, el peor mes del año: Situr.
