La decisión de los cuatro concejales del Centro Democrático Albert Corredor, María Paulina Aguinaga, Nataly Vélez y Lina García de no apostarle a una presidencia opositora al alcalde Daniel Quintero y favorecer la elección de una mesa directiva afín al gobierno de Daniel Quintero tendrá unos efectos directos sobre la elección del próximo contralor.
Además, será carta blanca para que el alcalde saque adelante las iniciativas de su interés, entre ellas, la venta de UNE que hoy está en pausa a la espera, precisamente, de la recomposición de las fuerzas políticas al interior de la corporación. Tras el fallido intento de consolidar una coalición que pusiera un presidente opositor a Quintero, el concejal Simón Molina considera que el alcalde tendrá el control de la corporación.
¿El CD salió derrotado de este proceso?
“Salió derrotada una iniciativa que quería poner por encima de las diferencias políticas e ideológicas los intereses éticos de la ciudad. Como partido ganamos porque destapamos una realidad interna del partido y es que cuatro concejales del CD, Albert Corredor, Paulina Aguinaga, Nataly Vélez y Lina García, siempre han actuado dentro del Concejo recibiendo instrucciones de Daniel Quintero, no del partido”.
¿Qué va a pasar con estos cuatro concejales en el CD?
“Le hemos pedido al partido que tome las más drásticas medidas jurídicas. Primero, por ir en contravía de las instrucciones, pero además, porque están poniendo en riesgo a la ciudad. La sanción que anunció el partido de quitarles la voz y el voto dentro del Concejo debe terminar con la expulsión”.
¿Qué significa que no tengan voz y voto?
“Significa que durante el tiempo de la sanción ellos no pueden presentar proposiciones ante el Concejo, no puedan citar a debates de control político, no pueden ni siquiera participar y hablar durante las sesiones, ni siquiera en asuntos varios. Y adicionalmente no podrán ejercer ningún tipo de actividad en la que ellos lleven la vocería o el nombre del partido CD. Así que son unas implicaciones bastante complejas porque van a ser concejales de papel, no podrán ejercer ninguna de las funciones para las cuales son elegidos los concejales. No van a poder seguir acolitándole a Quintero sus malas decisiones”.
¿Cuál era el objetivo de la alianza entre el CD y los concejales alternativos, una alianza que junta en un mismo fin a concejales con posturas ideológicas tan disimiles, entre fuerzas políticas tan distintas?
“La alianza que intentamos hacer enviaba un mensaje positivo a la ciudad y era que íbamos a dejar de lado diferencias políticas e ideológicas para unirnos por un bien común que es Medellín. Un pacto desde lo ético para proteger a Medellín de la destrucción que está causando Daniel Quintero. No dejo de reconocer que para muchos es extraño porque hemos estado en orillas políticas e ideológicas diferentes. Pero digamos que por Medellín podíamos llegar a estos acuerdos”.
¿Qué pasó en Chuscalito?
“Estos concejales llegaron a esa reunión con el objetivo de destruir esa posibilidad de alianza, ellos tenían la instrucción de Quintero de oponerse, de inventar excusas, poner trabas, acudir a cualquier situación para que Simón Molina no fuera el presidente del Concejo y sí lo fuera Paulina Aguinaga. Dijeron que nunca llegamos a un acuerdo, cosa que es mentira. Aquí tenemos que ser claros: el acuerdo no se podía dar en torno a Paulina o alguno de esos cuatro concejales porque lo que buscábamos era la oposición al alcalde Quintero, quitarle el control y llevar a la Presidencia a una persona que efectivamente permita un control político serio, riguroso desde un Concejo independiente como debe ser”.
¿Por qué es tan importante esa presidencia?
“Porque el presidente del Concejo maneja la agenda, define qué debates se dan, el orden del día, programa las discusiones. Y en ese sentido hemos sentido que no hay garantías en la actual mesa directiva. Mire por ejemplo el caso de la elección del contralor de Medellín. A pesar de que muchos concejales nos hemos manifestado en contra de ese proceso, porque no sentimos que hay garantías, la mesa directiva siguió para adelante con el proceso sin escuchar a los demás concejales”.
¿Qué está pasando con esa elección del contralor?
“Denunciamos que no es conveniente para el proceso elegir al Tecnológico de Antioquia como la entidad que hiciera las pruebas a los candidatos a la Contraloría por un asunto fundamental, porque tiene una crisis institucional pues su rector fue demandado y se decretó la nulidad de su elección en primera instancia. Así que hay una especie de interinidad en la institución y además hay mucho ruido alrededor de esa institución, que hay sectores políticos que tienen injerencia en ella y que podrían infiltrar los exámenes a los candidatos. Así que no hay garantías para la elección”.
¿Pero ustedes son los que van a votar esa elección?
“Habrá que evaluar cuál es la terna que saldrá desde el TA, si cumple o no con los requisitos, si hay alguna persona que dé garantías de que es una persona que va a ejercer una contraloría independiente, que no sea una contraloría de bolsillo del alcalde”.
¿Esa urgencia del alcalde por controlar la presidencia apunta a que quiere un contralor de bolsillo?
“Más allá de la importancia que tiene la elección de la mesa directiva, su fin era consolidar unas mayorías alrededor de la elección del contralor. Para lograr su objetivo, los cuatro concejales del CD actuaron de manera solapada, disfrazando su voto por otra persona del propio partido, pero en realidad permitiéndole al alcalde hacer las mayorías dentro del Concejo para seguir controlando la elección del presidente y tener en sus manos la elección del contralor”.
¿Y para qué querría Quintero un contralor de bolsillo?
“Porque la verdad es que en esta ciudad hay muchas denuncias y ruidos sobre el mal uso y la destinación de los recursos públicos y por supuesto la Contraloría juega un papel fundamental de vigilancia y control sobre cómo se utilizan esos recursos. Tener un contralor amigo le va a dar mucha tranquilidad a él y a los miembros de su administración para seguir pasando por encima de las normas y hacer triquiñuelas que les permita seguir gastando el dinero público como les parezca”.
¿Y asegurar mayorías, incluso, para el trámite de un proyecto como el de UNE?
“Lo que pasa es que si se ejecuta la sanción contra los cuatro concejales del partido habrá una recomposición del Concejo. En la práctica serán 17 concejales y creo que lastimosamente el alcalde podrá controlar más fácil las mayorías”.
¿Mejor dicho, queda peor el CD con la sanción a los cuatro concejales?
“No creo que quede peor. Se tiene que enviar un mensaje claro a su militancia y a la opinión y es que este es un partido en el que se toman las decisiones y se respeta la disciplina de partido. Intentamos hacer un acuerdo para elegir mesas directivas con un único propósito, y era proteger a Medellín del mal gobierno de Daniel Quintero. Y gracias a cuatro concejales del CD esto no se puede hacer, así que el castigo tiene que ser severo”.
¿Por qué estos cuatro concejales prefieren votar a favor de Quintero e irse en contra del partido?
“Lo que siempre se ha dicho desde hace mucho tiempo es que estos cuatro concejales hacen parte del gobierno, tienen cuotas burocráticas y ellos claramente son cercanos al alcalde. Estos concejales no le siguen instrucciones ni al CD ni a Uribe, siguen instrucciones a Quintero. Si bien es cierto que ha sido histórico tener participación burocrática en los gobiernos, no es normal cuando un partido está declarado en oposición. Si estamos allí para hacer control político, para criticar las decisiones del gobierno, qué tanta objetividad puede tener un concejal que a la vez está en oposición, pero que disfruta la participación burocrática”.
¿En donde estarían esas cuotas burocráticas de esos concejales?
“Lo que se ha escuchado es que Nataly tiene influencia en el Inder, Corredor en la secretaría de Educación y Lina García en el Isvimed. Lo de Paulina es un misterio”.
El alcalde dijo que habían hecho un oscuro pacto en Chuscalito, ¿usted qué le responde?
“No tenía nada de oscuro. Nos reunimos a tratar de consolidar una alianza para proteger a Medellín. Lo oscuro es todo lo que el alcalde hizo ese día. Estamos analizando interponer acciones judiciales contra el alcalde porque por lo menos vemos que pudo incurrir en ocho delitos haciendo seguimientos ilegales a los concejales, presionando y no respetando la independencia de los poderes públicos. Es que el Concejo es un órgano autónomo, independiente, que nada tiene que ver con la alcaldía. Y es una total afrenta a la democracia, no solo divulgando nuestras reuniones sino presionando con sus trinos para que los concejales nos sintamos mal por lo que estamos haciendo. Es que el alcalde parece a veces que no entiende cuál es la responsabilidad que tiene al dirigir los destinos de una ciudad como Medellín, parece más bien un niño jugando a ser alcalde, y creyendo que la ciudad se gobierna por Twitter”.
¿Entonces va a demandar? “Sí, lo que estamos definiendo es cuál será el tipo penal”.
¿Usted ha hablado de nuevo con los cuatro concejales sobre lo ocurrido?
“No he hablado con ellos, he visto un comunicado que sacaron y una entrevista que publicaron en este medio de Paulina, donde claramente están distorsionando la información. Ellos están tratando de disfrazar su mala actuación, su engaño al electorado, su traición al partido y están tratando de justificar sus actuaciones porque creo que no midieron las consecuencias que traería esa decisión. Estamos hablando de perder cuatro concejales y eso no había pasado en el partido”.
Precisamente, el expresidente Uribe dijo que era mejor perder concejales que los principios...
“Comparto esa apreciación. Por eso creo que el partido no solo debe quitarles la voz y el voto sino que debe terminar con la expulsión de los concejales porque de lo contrario también sería muy complejo para uno seguir haciendo parte de un partido que no sancione este tipo de conductas”.
Después de Chuscalito, ¿supo de reuniones de los cuatro concejales con emisarios de la alcaldía?
“No tengo ni idea, pero no me parece extraño. Es más, siento que mientras nosotros estábamos en la reunión, alguno de ellos tenía que estar en constante comunicación con alguien de la alcaldía”.
¿Por qué lo dice?
“Porque el alcalde supo que estábamos ahí, porque desde antes de que salieran las fotos y los videos dijo que estábamos reunidos. Siempre se entera de lo que hacemos”.
¿Con Lucas Cañas se mantiene la continuidad de una mesa muy afín a Quintero?
“Completamente. Lucas Cañas fue el elegido por la coalición del alcalde”