A unos pocos trámites está la familia del joven Andrés Felipe Pulgarín, hincha de Atlético Nacional asesinado en Perú, de poder repatriar su cadáver, que ajusta nueve días en ese país en espera de una solución que permita darle sepultura en Medellín, donde residía.
El muchacho, de 21 años, fue asesinado en la ciudad peruana de Arequipa cuando pretendía llegar a Santiago de Chile a presenciar el partido que por Copa Libertadores disputaría Nacional contra Colo Colo el martes 27 de febrero. Su agresor, según las autoridades, fue un hincha del América de Cali, quien le propinó heridas con arma blanca que le causaron la muerte.
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Según confirmó Fredy Gutiérrez, tío de la víctima, es posible que este miércoles 7 de marzo el cadáver de su sobrino pueda estar de regreso al barrio Doce de Octubre, donde vivía con su familia, y que esta pueda llevar a cabo las honras fúnebres y elaborar el duelo por el inmenso vacío que su deceso les causó.
“Estamos pendientes de que nos den el certificado de defunción y que la Aduana autorice el traslado de su cadáver para poder traerlo”, relató Fredy.
El pasado viernes, en un acto simbólico en su casa, varios amigos, familiares y compañeros de la barra de hinchas de Nacional del Doce de Octubre recordaron el legado de Andrés Felipe como hincha y como amigo, hijo y persona trabajadoras y llena de sueños.
“Él era la primera vez que viajaba fuera del país a acompañar a Nacional, ya lo había hecho en todas las ciudades de Colombia, pero su sueño era verlo en el exterior y de paso conocer Suramérica”, relató su tía Xiomara Pulgarín.
Dijo que él estaba de vacaciones y aprovechó que tenía unos ahorros para irse con otros dos amigos hacia Chile, uno de los cuales también resultó herido al sufrir el infortunio de toparse con el hincha del América de Cali que los agredió el sábado 24 y que fue capturado en Perú, donde permanece bajo custodia.
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A través de una cuenta bancaria, de donaciones voluntarias, rifas y mucha colaboración de la empresa de electricidad donde laboraba, la familia alcanzó a reunir dinero suficiente para asumir los gastos de traslado del cadáver del joven.
La familia, a través de Fredy Gutiérrez y Xiomara Pulgarín, expresó los agradecimientos por la ayuda y la solidaridad en este caso.
“Aunque la Alcaldía nos dejó solos, la funcionaria de la Cancillería en Perú, María del Pilar de la Cruz, se puso al frente de todo, nos ayudó y pudimos desenredar el asunto”, manifestó Fredy.
Al respecto, Carlos Arcila, subsecretario de Derechos Humanos de la Alcaldía de Medellín, dijo a EL COLOMBNIANO que desde la Administración Municipal se había apoyado a esta familia en dichos trámites.