x

Pico y Placa Medellín

viernes

0 y 6 

0 y 6

Pico y Placa Medellín

jueves

1 y 7 

1 y 7

Pico y Placa Medellín

miercoles

5 y 9 

5 y 9

Pico y Placa Medellín

martes

2 y 8  

2 y 8

Pico y Placa Medellín

domingo

no

no

Pico y Placa Medellín

sabado

no

no

Pico y Placa Medellín

lunes

3 y 4  

3 y 4

language COL arrow_drop_down

“Gavilán”, el jefe de “los Urabeños” cuya baja celebró Santos

  • Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”. FOTO CORTESÍA
    Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”. FOTO CORTESÍA
31 de agosto de 2017
bookmark

Después de desmovilizarse dos veces y liderar tres grupos armados de ideologías dispares, durante más de 25 años de carrera delictiva, lo único que pudo alejar del crimen a “Gavilán” fue su propia muerte.

Roberto Vargas Gutiérrez, alias “Gavilán”, murió en un enfrentamiento con la fuerza pública en el sector Puerto Plata del municipio de Riosucio, Chocó, donde dirigía los brazos de “los Urabeños” en Córdoba, Sucre y el Bajo Cauca de Antioquia, además de la red de narcotráfico que sacaba cocaína desde las playas de Turbo con destino a Centroamérica.

Lea aquí: Dieron de baja a “Gavilán”, número dos de “los Urabeños”

“Gavilán” empuñó por primera vez un arma cuando tenía 16 años. En su natal Urabá, Vargas se convirtió en combatiente del Ejército Popular de Liberación (Epl), una guerrilla maoísta que se desmovilizó en 1991.

Sin embargo, a Vargas le importaban poco o nada las reivindicaciones de los movimientos armados de izquierda, pues en esa misma década se unió a los recién formados grupos paramilitares de la región de Urabá, según el centro de investigación de crimen organizado Insight Crime.

En 1995, las autoridades pusieron por primera vez la lupa sobre “Gavilán” cuando identificaron que era el líder de 100 combatientes de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), pertenecientes al brazo armado de Salvatore Mancuso en San Pedro de Urabá.

Después, “Gavilán” se unió al Bloque Mineros de las Auc, un ejército de 2.800 paramilitares dirigidos por Ramiro “Cuco” Vanoy que operaba en la zona del Bajo Cauca antioqueño, en los límites con el departamento de Córdoba.

Vargas se desmovilizó por segunda vez en 2005, cuando los jefes paras lograron negociar su desarme con el Gobierno de Álvaro Uribe en Santa Fe de Ralito, Córdoba. Solo seis meses después “Gavilán” volvió al mundo del crimen, esta vez sin ningún tipo de ideología o reclamo de autodefensa.

Lo reclutaron los hermanos Úsuga, “Giovanni” y “Otoniel” -que también fueron compañeros suyos en el Epl y las Auc-, y juntos conformaron la cúpula de “los Urabeños”.

“Desde entonces ‘Gavilán’ ha ascendido hasta el máximo escalón de la jerarquía en ‘los Urabeños’, dirigiendo las operaciones en el estratégico departamento de Córdoba. Se considera que ha sido crucial en el reclutamiento de combatientes del grupo rival de ‘los Paisas’, incluyendo a Rafael Álvarez Piñeda, alias ‘Chepe’, y Germán Bustos Alarcón, alias ‘el Puma’; los dos antiguos miembros del Bloque Mineros de las Auc”, dice Insight Crime.

“Gavilán” se ganó su posición en “los Urabeños” a punta de terror y plomo.

En enero 2011, su nombre llegó a los medios de comunicación tras ordenar el asesinato de dos estudiantes de la Universidad de los Andes que estaban muy cerca de un punto donde iba a embarcar droga en San Bernardo del Viento, Córdoba.

Pero además de tener fama de sanguinario y de ser un experto apretando el gatillo, Vargas era conocido porque solía contratar los servicios sexuales de niñas de entre 12 y 15 años, a las que les pagaba más de 300 dólares por sostener relaciones con él.

Capo de capos

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos tenía a “Gavilán” en la lista de narcotraficantes especialmente designados desde marzo de 2010; y no es para menos. El 15 de mayo de 2016, un agente de inteligencia de la Policía ubicó una caleta en un rancho del municipio de Turbo, en el Urabá antioqueño, con 9,2 toneladas de cocaína empacada y lista para exportar a México.

El cargamento, cuyo valor ascendía a los 250 millones de dólares, fue el mayor decomiso de droga de la historia reciente de Colombia. Aunque semejante cantidad de estupefacientes suele recogerse entre varios capos antes del envío, hasta el último gramo de las nueve toneladas pertenecían “Gavilán”, lo que demostró a las autoridades el poder adquisitivo del “urabeño”.

Desde ese momento, la operación Agamenón no escatimó en esfuerzos para dar con su paradero. En julio de este año, la fuerza pública dio de baja en Chocó a su hermano Efrén Vargas, alias “Culo e Toro”, el cabecilla de “los Urabeños” señalado de orquestar el Plan Pistola contra la policía y por el que ofrecían una recompensa de hasta 115 millones de pesos.

“Gavilán” acumulaba 22 órdenes de captura en su contra por los delitos de homicidio, concierto para delinquir, narcotráfico y desplazamiento forzado, presentaba notificación azul de la Interpol, era requerido en extradición por los Estados Unidos y estaba en el cartel de los más buscados de Colombia. Las autoridades ofrecían 500 millones de pesos al que diera información sobre él.

Ahora, sin “Gavilán”, la operación Agamenón podrá seguir al acecho de la cúpula de “los Urabeños” -faltan alias “Nicolás”, “el Indio” e “Inglaterra”-, hasta llegar a Dairo Antonio Úsuga, alias “Otoniel”, el temido jefe de la banda criminal más grande de Colombia, cuya cabeza vale cinco millones de dólares para el gobierno de los Estados Unidos.

El empleo que buscas
está a un clic

Nuestros portales

Club intelecto

Club intelecto

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD