Pasar del activismo a la práctica. Ese es el reto que tendrá Carlos Cadena Gaitán, secretario de Movilidad de Medellín para el periodo 2020-2023. Conocido por liderar desde la academia y la investigación debates como la sostenibilidad del transporte o la pirámide invertida, que privilegia al peatón y al ciclista sobre el vehículo particular, ahora deberá, como jefe de despacho, implementar esas ideas desde la administración.
El funcionario es profesional en Negocios, magíster en Administración Pública y tiene un PhD en Movilidad Urbana Sostenible de la Universidad de Maastricht, Holanda. Se ha desempeñado como docente universitario, fue coordinador académico del Centro de Estudios Urbanos y Ambientales (Urbam) de Eafit.
Cadena Gaitán dijo que trabajará sobre lo construido por su antecesor, pero revisará algunas políticas para mejorarlas o eliminarlas. El pico y placa, carril solo bus, las fotomultas y el urbanismo táctico, son algunos de los temas abordados en diálogo con EL COLOMBIANO.
¿Cuál será el eje central que le dará a la Secretaría de Movilidad?
“Será la política Visión Cero, sobre eso construiremos todas las políticas públicas, planes, programas y proyectos. No hay forma de diseñar o implementar estrategias de movilidad responsables con los retos de las ciudades contemporáneas si no consideramos que ninguna muerte es aceptable en las vías. Esto incluye revisar aspectos técnicos como, por ejemplo, el diseño de la infraestructura, estrategias de cultura, educación vial, pedagogía, etc.”.
El alcalde dijo que habría que revisar la conveniencia del pico y placa. ¿Qué pasará con esta medida?
“Primero hacer un llamado a la calma a la ciudadanía, decirle que estamos simplemente analizando alternativas, pero que no tenemos intención de hacer ningún cambio drástico en el corto plazo. En el momento en que tengamos más información podremos analizar cómo, por ejemplo, implementar un sistema más robusto para cobrar los costos sociales a las personas de acuerdo a las decisiones diarias, que pueden ser diferentes cada día, para movilizarse”.
¿Cómo funcionaría eso?
“El principio es permitir absoluta libertad para que todas las personas se movilicen como lo quieran hacer, pero aquellos que se movilizan en una combinación de caminata, bicicleta y transporte público tendrán incentivos. Por otro lado se transferiría algún tipo de cobro, que no hemos proyectado aún, a aquellos que decidan movilizarse permanentemente en un automotor contaminante”.
Suena complejo de hacer, porque requeriría hacer un seguimiento del desplazamiento de cada persona...
“Es difícil desde el punto de vista técnico y normativo. Sin embargo, este es un gobierno que tiene como uno de sus grandes ejes la innovación y creemos que vale la pena analizar alternativas y buscar caminos para que la movilidad sea mucho más eficiente”.
¿Si no es en el corto plazo, entonces cuándo se hará?
“Creemos que sería absolutamente necesario que la administración de nuestro alcalde haga su mayor esfuerzo para encontrar y dejar al menos justificada técnicamente una alternativa al pico y placa”.
¿Habrá algún cambio en el sistema de fotodetección?
“El exceso de velocidad es una de las principales causas de nuestras muertes en las vías. Algunas herramientas para contrarrestar eso, como popularmente se conoce, representan el garrote. Infortunadamente esa es la infracción más recurrente, de acuerdo con la tendencia de las fotodetecciones en los últimos años. Estamos analizando qué posibles cambios se podrían efectuar en conjunto con nuestros aliados para optimizar el sistema de fotodetección, si es el caso”.
La meta de 80 kilómetros de ciclorrutas en la alcaldía pasada fue un enredo, ¿cómo abordará este tema?
“Consultaremos el Plan Maestro Metropolitano de la Bicicleta de 2015 en detalle para que nuestras estrategias conversen con lo que allí está escrito. Sabemos que estamos atrasados, el objetivo del 10 % de distribución modal en viajes diarios en bicicleta a 2030 podría no lograrse si no le metemos un poquito más de pedal a este tema. Seguramente nuestro plan de desarrollo sí tiene que ser muy claro y explícito de qué queremos buscar y a quién le corresponderá a aquello. Conversaremos con la ciudadanía para escuchar sus necesidades”.
¿Qué pasará con el carril Solo Bus y los hitos, tan criticados y demandados por propiciar accidentes?
“Vamos a diagnosticar y entender qué fue lo que pasó. Los carriles de Solo Bus han funcionado relativamente bien y si nosotros pudiéramos encontrar la estrategia en conjunto con la ciudadanía para hablarlos, sería muy valioso. Darle mayores y mejores espacios al transporte colectivo es vital. Pero eso sí, todo lo que diseñemos, decidamos y posiblemente implementemos, tiene que tener la protección de la vida de todos los actores de la calle como prioridad. Entonces no podemos aceptar incidentes viales relacionados con la segregación que tienen los carriles de Solo Bus”.
¿Continuará con el urbanismo táctico, criticado por conductores y bandera de la administración pasada?
“Medellín debe despedirse del urbanismo táctico. Eso no quiere decir que esa estrategia no haya tenido buenos resultados, pero debemos llevarla mucho más allá. Una alternativa que se conversa, por ejemplo, es que algunas de esas estrategias no sean temporales sino que tengan componente de obra civil definitiva”.
¿Hay déficit de agentes de tránsito?
“Uno de mis objetivos es procurar el bienestar de estos trabajadores. Mejorar la movilidad solo es posible en conjunto con nuestro cuerpo de uniformados. Está claro acá que el número actual de agentes se queda corto para los retos que tiene esta ciudad. Será una tarea central saber por qué salieron 200 agentes (de 720 que había al terminar 2019) para proyectar posibilidades que permitan optimizar su número y sus responsabilidades”.
¿Qué componente le añadiría a la movilidad eléctrica desde la administración?
“Hay estrategias que no hemos explorado y que, seguramente, podríamos implementar como es el caso de las bicicletas eléctricas, una pregunta que recibimos con mucha frecuencia debido al reto que implica la movilidad en nuestras laderas. También insistiremos con la transición que deben tener vehículos que usan diésel y gasolina. Para este tema el diálogo con gremios de taxistas, transportadores, volqueteros y otros, será fundamental, para explicarles la importancia de migrar a la movilidad eléctrica”.
Para los peatones: ¿puentes elevados o cebras y pasos a nivel?
“Medellín debe despedirse de los pasos peatonales elevados. No son equitativos, fomentan que personas con dificultades en su movilidad busquen alternativas, que pueden ser fatales, para cruzar calles sin usarlos. No privilegian el diseño de la accesibilidad universal. Por otro lado, el paso a nivel privilegia al peatón, así como lo indica la pirámide invertida consignada en nuestro POT. Pensemos en una mamá con un bebé en su coche, o un adulto mayor en silla de ruedas. Para ellos, un puente peatonal es imposible de usar” .