Un nuevo desorden de la Alcaldía para tener a punto sus procesos de contratación desató el caos en los colegios oficiales de la ciudad el lunes pasado. Ese día las 229 instituciones educativas vieron afectado su servicio de aseo, porque el contrato con la empresa Asear S.A. E.S.P concluyó el sábado 5 de marzo. Aunque la Secretaría de Educación le salió al paso a la situación, arguyendo un tecnicismo relacionado con la licitación y anunciando que el contratista saliente retomaría temporalmente sus labores, en el momento hay más dudas que respuestas entre los directivos y el personal de aseo de los colegios.
La situación fue tal, que la secretaria Alexandra Agudelo tuvo que anunciar por Twitter, a las 10:30 de la noche, que sí habría clase en las instituciones oficiales. “El servicio de aseo será prestado por el operador anterior hasta que se resuelva el desempate y se cumplan los requisitos del nuevo operador escogido a través de Colombia Compra Eficiente”, detalló la funcionaria, tras el cese de actividades en algunos colegios y el despliegue de estudiantes y profesores para suplir las labores de aseo.
Este, sin embargo, no es el primer descuadre de contratación que ha puesto en apuros los programas de ciudad que lidera esta administración. Por temas similares se han presentado retrasos en la prestación de servicios de los formadores del Inder y Buen Comienzo. Igual pasó con el Hospital General, en el que flaqueó la calidad de la alimentación de los pacientes tras un cambio de contratista; y el mantenimiento de las zonas verdes de la ciudad, con el retiro del contrato al Jardín Botánico (ver Recuadros).
Ni el Plan de Alimentación Escolar (PAE) se ha salvado. Cuando se retrasó la contratación de estos servicios al cierre del año pasado porque la licitación quedó desierta —solo se presentó un oferente—, la Secretaría de Suministros esgrimió que había ocurrido porque Colombia Compra Eficiente adelantó el calendario. Entonces, la Agencia Nacional de Contratación Pública respondió que sí había hecho un ajuste, pero que este no comprometió el tiempo de participación de los oferentes.
En esta ocasión, la respuesta de la Secretaría de Educación también vinculó a Colombia Compra Eficiente. Dijo la funcionaria Agudelo que la licitación que se tramitó mediante esa Agencia había quedado empatada entre los 13 interesados en ejecutar el nuevo contrato, el cual representa una inversión de $8.796 millones durante cuatro meses.
La Agencia, consultada por este diario, confirmó la versión de la funcionaria Agudelo. Detallaron desde la entidad que el desempate se había gestionado el lunes pasado, y que en el momento la administración responde a algunos reparos de los oferentes que fueron descartados.
El sentir de los afectados
Los estudiantes y profesores, además de los trabajadores del aseo, son los que más se han visto afectados con estas triquiñuelas de contratación. EL COLOMBIANO realizó un recorrido por tres instituciones para corroborar cómo avanzaba la jornada escolar y, aunque en la mayoría hubo clases, las preocupaciones en torno a la contratación que aún no está resuelta se mantienen.
En el primer colegio visitado, el Camilo Torres Restrepo, en Robledo, los estudiantes asistieron con normalidad. Contaron, sin embargo, que el día anterior habían apoyado las labores de aseo, pues el personal que cubre ese frente no se presentó a la institución. La rectora Beatriz Castro aclaró que el tema había sido voluntario —y no obligado— y que de esa forma se resolvió la situación.
Además de los estudiantes, en el Camilo Torres hicieron presencia las dos personas de la empresa Asear S.A. E.S.P que, hasta el viernes pasado, un día antes de concluir el contrato, venían cubriendo las labores de aseo. Una de ellas comentó que hacia las 11:00 de la noche del lunes le habían contactado desde Asear S.A. E.S.P para indicarle que debía trabajar ayer martes.
“La idea es apoyar de aquí al jueves, mientras resuelven lo de la licitación. Lo que nos dicen es que viene una empresa nueva desde Bogotá”.
En el colegio Pedro Octavio Amado, de Belén, la versión de las directivas fue similar. Contaron que el lunes redujeron en tiempo las dos jornadas para asumir las labores de higiene con estudiantes del grado 11, mientras que la rectora, Gloria Cecilia Gutiérrez, y la coordinadora, Betty Torres, se pusieron los guantes, barrieron, trapearon y dejaron a punto los baños.
Cuatro aseadores también se presentaron en el colegio. Y, contrario a los del Torres Restrepo, se mostraron más preocupados. Confirmaron la hora de llamada de la empresa, pero aclararon que no les detallaron hasta cuándo trabajarían. “Nos dijeron que viniéramos a trabajar hoy de 6:00 a.m. a 3:00 p.m., pero no sabemos más, que nos llamaban otra vez para decirnos si volvíamos más días”.
Detallaron, además, que están sin contrato, y que no hay nada claro. “Este último contrato duró dos meses. Comenzamos en enero y terminamos el 5 de marzo pasado. Muy poquito tiempo. Ojalá nos contrataran con mejores condiciones. Ahora no sabemos si nos renovarán”.
La misma queja compartió la coordinadora Torres. Por las dinámicas de contratación, expresó, se han presentado retrasos con las secretarías y otros apoyos necesarios en la institución. Como a los trabajadores de Asear S.A. E.S.P, tampoco se les ha dado claridad sobre el servicio de aseo. Solo les confirmaron que el martes harían presencia los cuatro colaboradores.
En el último colegio visitado, el Francisco Antonio Zea, también de Belén, no se dictaron clases. Lo que expresó la coordinadora de ese plantel, quien indicó que no estaba autorizada para dar declaraciones, fue que estaban en jornada pedagógica con profesores, sin estudiantes. Desde la institución El Triunfo Santa Teresa, del Doce de Octubre, le reportaron a este diario que tampoco hubo clase. La razón: los padres de familia no alcanzaron a enterarse de que sí se dictaría la jornada, tras haber sido cancelada por la contingencia del operador de aseo.
¿Respuestas a medias?
Andrés Mancipe González, subdirector de Negocios de Colombia Compra Eficiente, se pronunció sobre este particular. Explicó que efectivamente se presentó un empate en la licitación, pero que la labor de resolverlo no es de la Agencia, sino de la Alcaldía de Medellín. “La entidad territorial es la contratante y es la que debe aplicar el desempate como lo establece la Ley, sin intervención alguna de nosotros”, sostuvo el funcionario.
Confirmó, asimismo, que el trámite por parte de la administración se ha venido adelantando de forma adecuada, y reveló que ya el proceso estaba desempatado. “Lo que está en trámite son las solicitudes que los interesados le hacen a la Alcaldía para conocer cómo fue la aplicación de criterios para el desempate. Falta que gestionen la orden de compra en nuestra tienda virtual, pues está listo el proveedor”.
La secretaria Agudelo, en ese sentido, agregó en respuesta escrita a este diario que el desempate ya está publicado en Colombia Compra Eficiente, y que el operador saliente no prestará labores hasta este jueves, como se había dicho, sino hasta el 7 de abril.
Estudiantes y profesores esperan que lo indicado desde la Secretaría de Educación se cumpla, para que estos percances no afecten los procesos educativos. Algo similar desean las 1.084 personas que suplen las tareas de aseo en los colegios: que se les contrate de nuevo y que les den más garantías. En todo caso la improvisación en este proceso, en palabras de todos los afectados, ha sido evidente.
229
son las instituciones oficiales de la ciudad. En todas operaba Asear S.A. E.P.S.
OTROS PROGRAMAS QUE TUVIERON PROBLEMAS POR CONTRATACIÓN
“El Inder no se siente”
El 6 de agosto de 2021, decenas de adultos mayores llegaron, indignados y con pancartas, hasta la sede principal del Inder. La razón del enojo era la falta de atención de los programas de la tercera edad en las comunas. “¿Por qué, de un momento a otro, les cancelan los contratos a los instructores?”, advirtió uno de los manifestantes ese día. Carlos Romero, en ese entonces director del Inder, confesó que la falta de prestación de los servicios se debió a un problema de contratación. Resulta que el vínculo con los formadores, quienes desarrollan los programas para la población, se habían vencido el 30 de junio y no se les había renovado. La consigna fue “El Inder no se siente”.
No fue un buen comienzo
En 2021, el inicio del programa Buen Comienzo, que atiende a la primera infancia, tuvo retrasos que generaron polémica y críticas. Mientras que el año anterior la atención en la modalidad institucional empezó el 20 de enero, en 2021 solo hasta el 15 de febrero se inició en alternancia en 14 de 220 sedes que había entonces en dicha modalidad; y hubo algunas donde hubo que esperar casi hasta marzo. La modalidad familiar comenzó a funcionar en 2021 con unos dos meses de demora frente a 2020. A esto se sumaron múltiples protestas por cambios en la contratación que hizo la Alcaldía de Medellín y que dejó por fuera a algunos operadores tradicionales.
El lío con los jardines
El Jardín Botánico de Medellín vivió un 2021 de horror. Resulta que en febrero, la Alcaldía contrató con Metroparques parte de lo que antes pactaba con el Jardín. El bajón fue de un 42%, lo que provocó una crisis en la institución. Pero la polémica se desencadenó cuando Metroparques subcontrató a la Reforestadora El Líbano, una empresa ligada a liberales del municipio de Andes. La consecuencia fue que la maleza se apoderara de los jardines de la ciudad. Se señaló que El Líbano no tenía la idoneidad para la labor que se le encargó. Fue tal la presión ciudadana y de los medios, que este año la alcaldía reculó y volvió a contratar solo con el Botánico.
Demoras en pago de becas
Desde hace 17 años en Medellín se entregan los estímulos para el Arte y la Cultura. El sector editorial es uno de los que más se beneficia de esta convocatoria, una manera de respirar económicamente y promocionar las letras. Sin embargo, en el último año este proceso ha estado lleno de ires y venires. El pasado 9 de septiembre llegó a la Secretaría de Cultura un derecho de petición en el que 12 editoriales de la ciudad manifestaron su inconformismo por los retrasos en el desembolso del dinero para producir los libros de los autores que ganaron estas becas en 2020. La misma Alcaldía reconoció que el proceso de contratación no era el adecuado.
Mala comida en el General
Una tostada como postre que supuestamente les sirvieron a los pacientes con covid-19 y hasta gusanos encontrados en vegetales que no fueron lavados hicieron parte de las denuncias que recayeron sobre el Hospital General de Medellín, luego de que cambiara a los contratistas del servicio de alimentación. Según denunciaron en enero pasado varios trabajadores de esa entidad, los nuevos proveedores de ese servicio serían empresas con una experiencia similar a la que reemplazaron. De igual forma, la tercerización laboral de los médicos también generó suspicacias entre los sindicatos, que ya han encabezado varias protestas.