Ni cinco premios internacionales logrados en los últimos 20 meses, ni la opinión del 82 % de la ciudadanía que considera que el próximo alcalde debe ejecutar la segunda etapa del proyecto (según encuesta de EL COLOMBIANO del 23 de septiembre) fueron suficientes para que los cuatro candidatos que lideran la intención de voto en Medellín se comprometieran a continuar Parques del Río.
La iniciativa se convirtió en caballo de batalla de las elecciones hace cinco años y sigue levantando amores y odios. Las etapas 1A (entregada en septiembre de 2016) y la 1B (su construcción termina el 31 de diciembre) solo son una de las seis fases previstas.
Según la Secretaría de Infraestructura, el tramo 1A valió $289.470 millones, mientras que el 1B, cuya ejecución va en 84 %, se eleva hoy a $437.424 millones. Es decir que la primera etapa completa asciende a $726.894 millones.
El proyecto total en la ciudad comprende la renovación de 1,6 millones de metros cuadrados —área equivalente a 200 canchas de fútbol—, además de 19,8 kilómetros de longitud y un área de intervención de 328 hectáreas.
Su justificación, consignada en el actual Plan de Ordenamiento Territorial (POT, de 2014), se basa en convertir al río en el eje estructurador e integrador de los sistemas ambiental, de movilidad, de espacio público, de renovación urbana y densificación.
Contrapunteo de posturas
Santiago Ortega Arango, investigador de la Universidad EIA y miembro del colectivo La Ciudad Verde, opinó que el megaproyecto debe convertirse en una estrategia bandera de la ciudad y no de un alcalde. Para desarrollarlo, acotó, el próximo mandatario debe activar la Sociedad Parques del Río (donde participan el Municipio, EPM, ISA y el Metro), de tal forma que sea esta la que continúe el proyecto. “Los modelos financieros cierran”, dijo.
Mario Santiago Hernández, ingeniero civil de la Universidad de Medellín, opinó que “es un proyecto descrestante desde lo técnico y lo urbanístico. Tiene un concepto moderno de cómo se debe ver una ciudad que se enfrenta a necesidades apremiantes de espacio público y zonas verdes”. Sin embargo, añadió, “aunque es muy bueno y su concepción es válida y justificada, la ciudad tiene más prioridades”.
Johel Moreno Sánchez, expresidente de la Sociedad Antioqueña de Ingenieros y Arquitectos, dijo que la obra no debe seguir porque ningún alcalde debe considerar continuar un proyecto que nunca formó parte de la estructuración del sistema vial del río.
“Fue una improvisación de una administración que hizo una obra costosa en vez de continuar con un sistema trazado desde hace 60 años. He hecho una crítica feroz contra su antiplaneación”, recalcó.
Por su parte, Jorge Pérez Jaramillo, formulador del POT en 2014 como director de Planeación de Medellín, anotó que Parques del Río es la respuesta si la región quiere generar infraestructura articulada, impulsar la movilidad multimodal, fomentar la conectividad ecológica, cerrar la brecha de espacio público y capitalizar la megainversión que ya hizo en el saneamiento del río. “Requiere visión de largo plazo y voluntad política. La sostenibilidad reclama medidas que no se pueden aplazar más”, concluyó.
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