No a todos los propietarios de tierras en zona de páramo cayó bien la decisión de la Gobernación de Antioquia de adquirir las hectáreas de estos ecosistemas. En el municipio de Bello, donde está ubicado el de Las Baldías, que es el más pequeño del país, el dueño del 60 % de la delimitación expresó algunas inquietudes y diferencias con la propuesta.
Si bien Jorge Londoño, alcalde de Belmira, expresó que en esta localidad muchos campesinos encontraron en la propuesta del Departamento una oportunidad para salir de suelos con muchas restricciones debido a su importancia ecológica, en otras áreas de protección ambiental de este tipo, los privados buscan mejores condiciones para salir de sus predios.
En el caso del páramo de Las Baldías, Horacio Augusto Moreno Correa, titular de una parte de este ecosistema, recibió el año pasado la distinción Orquídea de Oro del Concejo de Medellín, por su destacada labor, junto a su familia, de conservación en la zona.
En ese sentido, el propietario expresó que con la ordenanza aprobada en la Asamblea para que la Gobernación adquiera los complejos paramunos, lo que se viene es una “expropiación, un desalojo”, y no hay reconocimiento del trabajo que han prestado a la sociedad por más de 40 años.
¿Labor invisible?
La intención, explicó Moreno Correa, no es impedir que el Estado maneje estos territorios, sino que sienten que están en desventaja porque al ser propietarios han tenido restricciones y cargas que asumir que no se tendrían en cuenta en el momento que compren sus tierras.
“Pedimos que se respete la Constitución y la Ley de Páramos (Ley 1930 de 2018). En ambos casos se habla de compensación económica en reconocimiento del trabajo de conservación; específicamente en la ley se ordena que los avalúos incorporen los servicios ambientales que se han prestado en la zona”, indicó.
La Ordenanza 53, aprobada por la Asamblea en diciembre de 2018, no tendría en cuenta este tema. Moreno Correa expresó que toda la vida pagó impuesto predial, además de una sobretasa ambiental, sin ningúna exención a pesar de su labor de preservación.
“Hemos hecho durante más de 40 años lo que el Estado no ha podido. Nuestras inversiones se las han ahorrado los gobiernos”, dijo.
Los nacimientos de agua del páramo de Las Baldías abastecen alrededor de 200.000 personas y surten 20 acueductos veredales, lo cual da cuenta de la importancia de estos ecosistemas y las razones por las cuales muchas familias buscan una negociación más justa con la Gobernación.
Incluso, reveló Moreno Correa, en el sistema paramuno de Sonsón algunos propietarios le habrían trasmitido la misma preocupación, ante lo cual envió cartas al Ministerio de Ambiente y al Instituto Geográfico Agustín Codazzi, como autoridades responsables de los avalúos, para que se pongan al frente de esta tarea.
Para agrupar a propietarios en zonas de conservación, en enero de este año fue legalizada la Asociación de Productores de Servicios Ambientales. Su presidente, Mauricio Pérez, explicó que esta situación de avalúos injustos no solo se presenta en ecosistemas paramunos, sino en bosques y otros suelos, tanto urbanos como rurales.
“En el caso de los páramos, sus dueños los han recuperado del desgaste que tenían antaño, pues muchos eran peladeros, producto de la ganadería extensiva”, comentó.
Pérez invitó a otros titulares de predios en zonas de páramos a que se unan a la asociación, que ya tiene 16 miembros, para que las solicitudes al Departamento y el Gobierno Nacional puedan canalizarse cojuntamente.
Incluso, indicó, este mes se creó la Mesa Nacional de Páramos, para propiciar el diálogo con el Estado y garantizar los derechos de los campesinos que habitan en estos ecosistemas.
“No habrá expropiaciones”
A pesar del temor de los propietarios, lo primero que dejó claro Lucy Rivera Osorio, secretaria de Medio Ambiente departamental, es que no habrá expulsiones ni expropiaciones, sino que la Gobernación no puede desconocer la obligación de estar a cargo de estos ecosistemas estratégicos donde se encuentran los nacimientos de agua.
En declaraciones a este medio, la funcionaria explicó que “quienes vivan cerca a estas zonas pueden quedarse bajo las condiciones que la autoridad ambiental lo permita”, es decir, con las mismas restricciones de uso de suelo: agrícolas y mineras.
En la ordenanza, en el artículo de adquisición de predios no se especifica el asunto de los avalúos, sino que se limita a acordar la compra conjuntamente con autoridades ambientales y administraciones municipales del área de influencia.
Sin embargo, Rivera Osorio recalcó que no se ha dejado de lado el tema de pagos por servicios ambientales ni en la norma ni en la práctica, apoyando a familias que viven en zona de páramo y de amortiguamiento de estos ecosistemas.
“Valoramos y reconocemos la labor que prestan quienes viven en estas áreas y no vamos a dejar de ofrecerles alternativas que garanticen tanto su permanencia como la conservación del lugar”, dijo.
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páramos tiene Antioquia en su territorio. Un total de 54.036,8 hectáreas.