El director de la Umata -Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria- del municipio de Betania confirmó que la administración municipal ordenó el cierre del albergue para mascotas de la localidad.
La medida, precisó, se toma porque los caninos y felinos fueron atacadas por brotes de Rinotraqueitis Felina (los gatos) y de Distemper o Enfermedad de Carré (Moquillo (en los perros), lo que obliga a aislar a los animales mientras se atiende cada caso particular para evitar que las enfermedades se expandan y contagien a otros animales de la localidad.
“El cierre será de ocho meses, durante los cuales no podrán ingresar más animales al albergue; se analizará cada caso individual y en esa medida se les dará atención médico veterinaria a cada individuo”, precisó Carlos Agudelo, director de la Umata.
El funcionario advirtió que los animales que tengan plaquetas muy avanzadas de la enfermedad es posible que sean sacrificados con la eutanasia, así como los que no presenten contagio podrían salir del lugar.
El tiempo de cierre del lugar será solo para tratamiento de las enfermedades y no para intervención del lugar, que presenta deficiencias en la infraestructura, tal como ha sido denunciado en redes sociales.
Según un grupo de animalistas de Betania, el albergue funciona en un predio propiedad de la alcaldía que les fue cedido en 2016 para ellos atender a las mascotas abandonadas, un proceso en el cual al lugar han llegado 180 individuos.
Pero aparte de ceder el sitio, la administración no ha ayudado con más recursos. El sitio se sostiene con donaciones que los rescatistas animalistas administran para atender en salud, alimentación y dotación a los animales.
Pero los recursos no les da para más, fuera de que por no ser de su propiedad, tampoco podrían intervenir las instalaciones.
“Decidimos hacer pública esta situación después de dos años, ya que la administración municipal se ha hecho la de los oídos sordos ante esta labor, ya hemos tenido problemas con vecinos y aunque los animales tienen comida, agua, lugar seguro (fuera de peligros externos), las instalaciones donde están no son las adecuadas, ya que tienen problemas de humedad y los alrededores donde permanecen están con roedores”, dice la denuncia. Añaden que 11 animales ya fueron sacrificados.
En el momento, hay 12 caninos y 16 felinos en el sitio.
Al respecto, en su página de Facebook oficial, el concejal animalista de Medellín, Álvaro Múnera Builes, invita al alcalde local, Ronald Alejandro Sánchez, a atender como se debe esta situación.
“La sociedad civil asume la responsabilidad que le compete al municipio, la alcaldía colabora con un lugar improvisado, lleno de humedad, no apto para los animales y ahora pretenden cerrarlo sin haber destinado los recursos para remodelar o arrancar de cero”, comenta Builes, quien pide que la administración debería apoyar a los animalistas que ejercen esta labor altruista de proteger y salvar a las mascotas en abandono o en riesgo.