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20 años de la Operación Orión: olvidar no es una opción para las víctimas

Esta incursión armada, ocurrida en la comuna 13, es considerada la de mayor impacto en el conflicto armado del país, en una zona urbana.

  • Las víctimas de la Operación Orión llevan 20 años exigiendo sus derechos. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ
    Las víctimas de la Operación Orión llevan 20 años exigiendo sus derechos. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ
  • Las víctimas buscan que la placa conmemorativa sea protegida. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ
    Las víctimas buscan que la placa conmemorativa sea protegida. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ
14 de octubre de 2022
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Alejandra Balvin tenía 13 años cuando hombres armados se llevaron a la fuerza a su padre Hernando de Jesús Balvin. Eran las 6:30 de la mañana del 26 de octubre de 2002 cuando llegaron a la casa, en la comuna 13, San Javier, y lo obligaron a salir ante la mirada impotente de su esposa Amparo Cano. De la mente de Alejandra no se borra la imagen de su padre cambiándose las chanclas por unos tenis y tampoco olvida el beso que les dio a ambas antes de partir. Nunca más lo volvieron a ver.

La historia no es un hecho aislado. Solo 10 días antes, el 16 de octubre, comenzó en la comuna 13 la Operación Orión, la intervención armada más grave de la ciudad y calificada como la de mayor impacto en la historia del conflicto armado del país en una zona urbana, que se prolongó hasta principios de diciembre y dejó huellas imborrables en los habitantes, huellas que a lo largo de estos 20 años se convirtieron en resistencia y lucha por la verdad, la justicia y la reparación que aún siguen pidiendo.

Por eso, este viernes, muchas de las víctimas, la mayoría mujeres que quedaron con el dolor de un ser querido desaparecido o asesinado, se citaron en el Museo Casa de la Memoria (MCM) para conmemorar el episodio que no quieren echar al olvido. “La 13, 20 años reinsistiendo” es el lema que han estado moviendo hace varias semanas como un acto de memoria con el que quieren reiterar que no van a parar de luchar hasta que conozcan del todo la verdad, sean reparadas y haya justicia.

Obras de teatro, conversatorios, poesía, exhibición de las fotos de los seres queridos desaparecidos y actos culturales y simbólicos marcaron una jornada que continuará este sábado. La idea, contó Alejandra, es generar conciencia de que no basta solo con poner en las redes sociales una imagen que diga Orión Nunca Más, porque aunque la consigna está vigente y ha identificado la lucha de las víctimas, también se requieren acciones más contundentes del Estado y la sociedad, agregó la joven.

“No vamos a parar de recordar y exigir”

“Necesitamos no ser indiferentes ni naturalizar la guerra, como sociedad nos debemos tocar un poco más, víctimas somos todos y no solo a las que nos han pasado estos hechos”, dijo Alejandra, quien hoy es vocera del colectivo Mujeres Caminando por la Verdad, en el que ha estado desde pequeña cuando su madre empezó a agruparse con otras madres, esposas y hermanas de las víctimas.

Fue por esta razón que la conmemoración de este viernes también incluyó el traslado de la placa In Memoriam de las Víctimas del Paramilitarismo, que fue instalada en el sector conocido como La Escombrera, en la comuna 13, donde se presume que hay restos de personas desaparecidas en medio de estos hechos. La placa, instalada hace varios años, sufrió un intento de daño, por lo cual las integrantes de Mujeres Caminando por la Verdad la llevaron al MCM para que la dejen allí o en otro lugar donde pueda estar segura.

Las víctimas buscan que la placa conmemorativa sea protegida. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ
Las víctimas buscan que la placa conmemorativa sea protegida. FOTO: ESNEYDER GUTIÉRREZ

Pero la conmemoración buscaba, además, recordar que aunque las operaciones Orión y Mariscal (el 21 de mayo de 2002) son las más conocidas, ese año existieron casi 20 operaciones militares, según contó Adriana Arboleda, coordinadora del Área de Víctimas de la Corporación Jurídica Libertad, que ha acompañado esta lucha.

“Estamos recordando las violaciones a los derechos humanos en el desarrollo de la Orión y las otras operaciones militares, nos oponemos al olvido y seguimos exigiendo que se reconozca la responsabilidad del Estado en estos hechos y que las víctimas y la comunidad tienen derecho a ser reparadas”, anotó Arboleda, quien resaltó que en esto es fundamental el papel de instancias como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD).

En medio de la conmemoración, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) recordó que “más de 1.500 efectivos de la fuerza pública y organismos judiciales, junto a informantes encapuchados, participaron de esta intervención contra presuntos colaboradores de las guerrillas”, días que fueron horrorosos para la comunidad, que quedó indefensa, en medio de una guerra librada entre tanquetas y helicópteros artillados.

Según declaraciones de Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, en esta operación participaron paramilitares que realizaron un trabajo previo de inteligencia y acompañaron a las autoridades señalando a supuestos integrantes de milicias, de acuerdo con datos del CNMH.

Detenciones arbitrarias, asesinatos, heridas, desplazamientos, terror. El informe Medellín: memorias de una guerra urbana da cuenta de que solo la Mariscal dejó nueve civiles muertos, entre ellos cuatro menores de edad, 37 heridos y 55 personas detenidas.

Orión, la más recordada e intensa, tiene un balance oficial de 17 fallecidos (9 de la insurgencia, 4 de la fuerza pública y 4 civiles, al parecer uno de ellos fuera de combate). Pero los relatos no oficiales, detalla el informe, dan cuenta de “40 civiles heridos, entre ellos 16 menores de edad, 6 desaparecidos, 308 detenidos (de los cuales 170 fueron judicializados y 82 recibieron medida de aseguramiento) y 7 denuncias por torturas.

La Operación Orión, agregó el CNMH, “fue valorada como una derrota estratégica de las guerrillas en Medellín. Pero no fue el fin del conflicto armado ni del poder ejercido por actores ilegales en la comuna 13. El Bloque Cacique Nutibara copó los espacios que dejó la guerrilla y continuó cometiendo violaciones a los derechos humanos en este sector de la ciudad hasta el momento de su desmovilización, en diciembre de 2003”.

Por ello, para Alejandra no es una opción olvidar. Menos cuando su madre Amparo, que murió el 15 de mayo de 2021, a los 64 años, le expresó como último deseo que no dejara de buscar los cuerpos de su esposo ni el de su hijo Adonis de Jesús Balvín, quien también fue arrancado, por hombres armados, del hogar que había conformado en Caucasia, Bajo Cauca antioqueño.

“Yo ya no pude, pero sé que tú sí puedes”, le dijo a Alejandra Balvin, la única hija que le quedaba. Y para ella, esa frase se convirtió en promesa. “Vete tranquila”, le respondió.

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