En la época prehispánica los antepasados indígenas acudían a los ojos de aguasal, afloramientos de agua ricos en minerales, en busca de uno de los condimentos más escasos en ese entonces. Del agua evaporada extraían la sal necesaria para la cocción de alimentos y otros trabajos.
En el municipio de Envigado existían dos de estas fuentes salinas, pero la construcción de vías y carreteras dejó a esta localidad del sur del Valle de Aburrá con un único ojo de aguasal, ubicado en los límites de la vereda Perico y Pantanillo por la vía al aeropuerto José María Córdova.
Este relato lo cuenta John Jairo Ángel Arango, técnico operativo del Área de Ecosistemas y Biodiversidad de la Secretaría de Medio Ambiente local, quien ha invertido 23 años en el monitoreo de este cuerpo de agua, también llamado salado.
No es un gran nacimiento, ni una laguna, sino un pequeño afloramiento de dos metros cuadrados. Protegerlo es indispensable, indica Ángel, porque las especies de aves migratorias (torcazas), insectos (libélulas y mariposas) y mamíferos (tigrillos, pumas o perezosos) de la zona adquieren de esta agua mineralizada las sales esenciales para su supervivencia.
Aunque no se está secando, sí enfrenta la amenaza de la deforestación en los predios que lo bordean, además del riesgo que implican los procesos constructivos e invasivos que se desarrollan en el sector.
“La deforestación ha impactado mucho el ojo de aguasal: las aves y mamíferos son muy sensibles. Ahuyenta la fauna silvestre por la escasa cobertura vegetal, que es una protección para las especies. Si esto sigue ocurriendo, podría desaparecer”, comenta Ángel.
César Mora Arias, secretario de Medio Ambiente y Desarrollo Agropecuario de Envigado, explicó que el ojo de aguasal está incluido en el Sistema Local de Áreas Protegidas, que asegura la preservación del 40 % del territorio.
En el caso del ojo de aguasal, Mora señaló que los predios en los que se encuentra no son propiedad del municipio, pero que ya está en un proceso de negociación con los dueños para adquirir esta área con el fin de tener un mayor manejo del sitio y garantizar su conservación.
“Buscamos adquirir el predio y esperamos tener una respuesta la próxima semana. Los propietarios tenían toda la voluntad de proteger esta área”, explicó Mora.