No se pueden perder de vista las dimensiones: la obra pública de infraestructura más importante que se construye hoy en Antioquia se convertirá antes de tres años en el túnel carretero más largo de América Latina. Además, será el punto de convergencia de las vías de cuarta generación que dejarán a Medellín y a Urabá a solo cuatro horas de distancia.
Ese proyecto, el conocido túnel del Toyo pero bautizado desde ya como Guillermo Gaviria Echeverri, acaba de superar el 50 % de su excavación al alcanzar 4.934 metros perforados (tendrá 9,73 km).
El que está en ejecución es el tramo uno, que se financió con recursos de la Alcaldía de Medellín ($530.000 millones) y de la Gobernación de Antioquia ($795.000 millones).
Además del tubo principal tendrá otros siete túneles anexos, 16 puentes y 4,4 kilómetros de vías nuevas.
Juan Pablo López Cortés, secretario regional y sectorial de Infraestructura, Hábitat y Sostenibilidad, expresó que la meta alcanzada se logró tres meses antes de lo previsto.
Contó que se triplicó el número de trabajadores en el proyecto (hay 1.500 activos) y se duplicó la maquinaria, lo que permitió pasar de 100 metros mensuales excavados en 2019, a 300 en 2020.
“Este proyecto consolida la comunicación con todo el país, desde el sur y camino a Centroamérica. Se espera que el túnel esté perforado por completo en 2022 y la obra esté lista en 2023”, indicó.
Paralelo al tubo principal también se construye el túnel paralelo o galería de rescate, que tendrá la misma longitud, y que también se construye desde los portales ubicados en Cañasgordas y Giraldo.
Este registra 5.660 metros excavados. Para comunicar el túnel con la galería habrá conexiones cada 400 metros. Hasta el momento se tienen excavadas ocho conexiones peatonales y cuatro vehiculares. Es decir que sumando las longitudes excavadas de estos dos túneles la cuenta alcanza los 10,5 kilómetros.
José Fernando Villegas, director ejecutivo de la Cámara Colombiana de Infraestructura, seccional Antioquia, coincidió en que el Toyo es la obra pública más importante del departamento. “No hay ninguna duda de ello. Repetirlo es una perogrullada”, expresó.
El avance del 50 %, a su modo de ver, es prueba de que el contratista está comprometido y advirtió que el Toyo es vital en la medida en que conecta a las autopistas 4G Mar 1 y Mar 2. “Si no se construye, nos quedaría un cuello de botella entre esas dos conexiones. Un viejo anhelo de Antioquia es unir el Valle de Aburrá y el Atlántico. Por eso estamos trabajando también en el puerto de Urabá. Las dos obras se desarrollan al mismo tiempo”, complementó.