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En Turbo se tomaron finca productiva alegando que es un baldío

Este es el segundo caso que se conoce este mes en el mismo municipio de Urabá. Detrás habría una operación que se está tornando sistemática y que explota ilusiones de desarraigados.

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27 de septiembre de 2023
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Infográfico

La ocupación de predios privados en el Urabá por parte de personas que llegan de otros pueblos de la región se está volviendo en una problemática que dejaría ver que detrás hay una acción sistemática de la que alguien estaría sacando réditos.

Luego de la publicación de ayer en EL COLOMBIANO sobre este tema, salió a la luz otro incidente en el que un grupo de personas ocupan las tierras de un privado aduciendo pretender alzar sus hogares en ellos con la excusa de que son lotes baldíos.

La nueva ocupación se dio en la finca palmicultora Buenos Aires, la cual desde 1960 es propiedad de la familia Restrepo y posteriormente de la sociedad Viento en Popa. Según contó el representante legal de la Sociedad, el pasado 3 de septiembre cerca de 150 personas ocuparon una porción de las 100 hectáreas de la finca aduciendo que esto era parte de baldíos nacionales.

“El 4 de septiembre los pensaba desalojar la Policía tras la querella que interpusimos, pero justo ese día llegó allí un abogado de una asociación de víctimas del conflicto que se llama Asograt quien se opuso al procedimiento y dijo que había que garantizar vivienda digna a la población. Allí también se hizo presente un concejal con igual postura”, señaló el directivo.

Para dirimir el asunto, el 15 de septiembre se citaron las partes en el Concejo de Turbo. Allí los ocupantes indicaron que el predio Buenos Aires estaba traslapado en un lote de 50 hectáreas que en marzo de 1965 el señor Rafael Bolívar Acosta le había donado al Hospital San José de Turbo. Y como el hospital no hacía uso del mismo, ellos estaban legitimados para ocupar ese bien.

La cuestión, según los dueños de Buenos Aires, es que el mismo gerente del Hospital de Turbo les señaló que el predio no está inventariado dentro de sus bienes. Y que ni siquiera hay mención del mismo en la transformación del hospital a E.S.E. Francisco Valderrama en 1994.

Además, en el recinto del Concejo el abogado de Buenos Aires expresó sus dudas porque en los documentos oficiales que dan cuenta de la donación el predio aparece como radicado en Carepa, por lo que para él no habría claridad si lo donado está concentrado en su totalidad en la Buenos Aires o en otras partes del Urabá.

“Si hay traslape, de forma inmediata le entregamos las hectáreas al Hospital porque nuestra intención nunca ha sido ocupar una franja que no nos pertenezca. Pero aún así eso no es causal de invadir lotes porque la propiedad queda en el Hospital, el predio no es baldío”, apuntó el directivo.

En la acalorada sesión del Concejo, el corporado conservador Ariel Blanquicet expuso más detalles de la problemática del predio, según la transmisión de la sesión en redes sociales.

Según Blanquicet, en la matricula inmobiliaria y el certificado de tradición no hay más divisiones del predio donado, lo que para él quiere decir que las 50 hectáreas no están separadas. También dijo que el lote sí es el de la polémica pues en el registro aparece como seña de ubicación de Buenos Aires y que esta colinda en 538 metros con “el lote propiedad del Hospital”.

Lo que sí advirtió Blanquicet en otras de sus intervenciones es que el predio donado se calcula en 50 hectáreas en su matricula inmobiliaria, pero en el registro catastral el mismo espacio aparece de casi 30 hectáreas.

Por eso el Concejo convocó a que al recinto fueran Catastro Departamental, la Agencia Nacional de Tierras y los voceros de la asociación y de la finca para dirimir el asunto, hecho que hasta ahora no se habría dado.

Sin embargo, pese a corroborarse que el lote no era un baldío, hubo una nueva invasión el 16 de septiembre. Y aunque los invasores fueron desalojados a las 3:00 p.m., una hora después volvieron a ingresar a Buenos Aires ocupando 30 hectáreas y desde entonces están allí lo que da cuenta que la ocupación no es un asunto espontáneo sino que alguien no solo está orquestando el tema sino que estaría sacando algún rédito del mismo.

Hoy Viento en Popa calcula que ya se han ocupado 58 hectáreas de la finca y que 6.500 palmeras listas para la cosecha han sido tumbadas causando una pérdida económica que aún no ha sido registrada.

“Hemos pedido apoyo a la Alcaldía, a la Personería y a la Policía pero nadie nos hace caso. Los invasores echaron al traste el proceso de cosecha de las palmas que luego de 13 años ya estaba listo para ser exportado”, comentó el representante legal aduciendo que detrás de la inactividad también habría motivos políticos.

Y la lógica le daría la razón porque ninguna administración que le apueste a la continuidad de su proyecto político se enemistaría con posibles votantes a casi un mes de las elecciones regionales.

Este diario consultó con la Alcaldía de Turbo sobre las acciones tomadas frente al asunto y sobre el número de casos de invasión de predios en el municipio. Desde el despacho del alcalde Felipe Maturana indicaron que se han atendido las peticiones de desalojo y que además se han realizado los respectivos consejos de seguridad para atajar la problemática.

Sin embargo, cuando este diario se comunicó con la Subsecretaría de Seguridad y con la Secretaría de Gobierno para ahondar en las soluciones de corto plazo, no hubo respuesta.

Este diario también intentó comunicarse con la Asociación Asograt pero esta no tiene presencia en redes sociales y en el radar de los periodistas de Turbo no aparece un vocero de la misma.

A la ocupación de Buenos Aires y de La Florida se habría sumado la invasión de otra finca en similares circunstancias, hecho que actualmente es investigado por las autoridades. Sin embargo, sino ha habido solución para los dos primeros casos, ¿qué se puede esperar del tercero? Solo el tiempo dirá si esta sistemática ocupación de bienes se volverá en una bomba de tiempo en “la mejor esquina de Antioquia”.

Cristian Álvarez Balbín

Periodista de la Universidad de Antioquia. Al igual que Joe Sacco, yo también entiendo el periodismo como el primer escalón de la historia.

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