A más de 600 metros de profundidad, bajo tierra, se produce el milagro de la luz. A esa distancia de la superficie quedan las ocho turbinas de la central hidroeléctrica Guatapé, que genera 560 megavatios que alimentan el Sistema Interconectado Nacional, al cual EPM le aporta, actualmente, el 23 % de la energía que se consume en el país.
El 15 de febrero de 2016, todo este sistema estuvo en riesgo, ya que a las 12 y 53 minutos de la noche, mientras se hacían trabajos de sincronización, una explosión en la estación de empalmes desató un incendio que dejó por fuera de servicio el sistema durante varias semanas.
Para rehabilitarlo y recuperar la central, fue necesario traer, desde México, cables XLPE, que no los había en Colombia, en una operación jamás realizada por la empresa de servicios ni por ninguna otra de del país.
Casi cuatro años después, la central Guatapé, con ocho turbinas que generan cada una 70 megavatios de energía, opera con total normalidad y es una de las centrales hidroeléctricas que son orgullo para EPM y que demuestran, según el gerente general, Jorge Londoño de la Cuesta, la capacidad de resiliencia que tiene este gigante de la generación de energía para recuperarse.
Playas, ejemplo similar
Pero como si no fuera suficiente con esta emergencia, el 23 de junio de 2017, la central de Playas, ubicada en el municipio de San Rafael, a menos de 30 kilómetros de distancia de la de Guatapé, también sufrió una contingencia.
En esa ocasión se presentó un corto circuito en uno de los empalmes de los cables de potencia a los transformadores en la casa de máquinas, lo que desató un incendio que se propagó a otras partes de la infraestructura y solo pudo ser controlado horas después.
Aunque se afectaron varios equipos, la central pudo operar de manera provisional con equipos de repuesto, los cuales si bien en su momento permitieron que la central no saliera del sistema, no eran suficientes para mantenerse en el tiempo, “porque eran de menor tecnología y capacidad y solo nos servían para atender la contingencia”, explica el vicepresidente de Generación de Energía de EPM, ingeniero Carlos Alberto Solano.
Playas dispone de tres turbinas que generan, cada una, 68 megavatios de energía.
Estos dos casos, que fueron mostrados ayer a un grupo de periodistas por parte de la empresa de servicios públicos, fueron puestos como ejemplo para vaticinar lo que se avecina con el proyecto Hidroituango, que poco a poco ha ido recuperándose de su contingencia generada hace ya dos años y que llegó a poner en duda la viabilidad del proyecto.
El gerente aclaró que la contingencia de Guatapé tuvo un costo de $100.000 millones, pero este dinero no salió de las arcas de EPM, pues las aseguradoras pagaron un alto porcentaje del valor, aunque no reveló cuánto.
“Cuando Hidroituango empiece a generar energía para el país, EPM estará aportándole al Sistema Interconectado Nacional 6.000 megavatios de energía, pues generará 2.400 megavatios con 8 turbinas de 300 megavatios cada una”, recordó el gerente Londoño de la Cuesta.
Actualmente, EPM aporta a dicho sistema 3.600 megavatios con todas sus centrales hidroeléctricas operando a la máxima capacidad. Entre Playas y Guatapé, dijo, representan el 10 por ciento de la energía que se utiliza en el país.