La entrega de las ayudas humanitarias para mitigar los efectos sociales de la pandemia, se ha convertido en una nueva fuente de incertidumbre en Belén de Bajirá, el territorio limítrofe disputado por Chocó y Antioquia en las últimas dos décadas.
La norma vigente le otorga la dominancia política al municipio chocoano de Riosucio, por encima de la localidad antioqueña de Mutatá. Esto con base en la sentencia del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, que en 2018 ordenó trasladar el censo electoral a Chocó.
En las elecciones de 2019 la Procuraduría ratificó esa decisión, corrigiendo una resolución inicial en la que había pedido el retorno de los votos a suelo paisa. En consecuencia, las pautas de aislamiento para Bajirá son las dictadas por Riosucio, a través de los decretos 124 y 126 de 2020, expedidos por el alcalde Conrad Valoyes.
Entre sus decisiones están la declaratoria de emergencia sanitaria, suspensión del transporte de pasajeros, cierre de fronteras, la prohibición de aglomeraciones, ley seca e interrupción de clases. La población de 17.000 habitantes sintió el impacto en sus bolsillos, en especial en la zona urbana, donde muchos viven del comercio y el rebusque, por lo que necesitan la ayuda humanitaria del Estado.
En este punto se presentan las confusiones, según residentes, pues aunque el panorama administrativo tiene un presente claro, persisten las divisiones sociales entre los chocoanos y paisas del lugar.
El 5 de abril la Alcaldía de Riosucio distribuyó 600 paquetes alimentarios, con prevalencia para los adultos mayores. “A los que nos tienen identificados como antioqueños no nos tocó nada. Nos dijeron que la colaboración era para los que figuraban en el Sisbén chocoano”, comentó Mélido Martínez, uno de los cofundadores del pueblo.
Lo más extraño para los paisas, es que en el sitio siguen funcionando la casa de beneficencia, el colegio y el puesto de salud de Antioquia. Incluso, la alcaldesa de Mutatá, María Palacios, envió 120 mercados para algunas familias hace un mes.
“¿Entonces al fin qué? ¿Nos tocan o no las ayudas? Ahora parece que no somos ni de allá ni de acá”, suspiró Martínez.
La alcaldesa parece tener las manos atadas en este tema. Recordó que tanto el censo electoral como la base catastral de Bajirá ya fueron trasladadas a Chocó. “La Gobernación de Antioquia entregó 640 mercados para Mutatá. Viendo que aún hay trabajadores en el colegio y el puesto de salud, y por razones humanitarias, llevé 120 y un carrotanque de agua a Bajirá”, señaló.
Los antioqueños guardan la esperanza de que aún haya opciones de devolver la jurisdicción a Mutatá, pero la cuarentena ha impedido que se reúnan con el gobernador Aníbal Gaviria. Por su parte, los chocoanos avanzan en el plan de elevar al corregimiento de categoría. Henry Chaverra, coordinador del Comité Pro Creación del Municipio de Bajirá, contó que el proceso va lento por el aislamiento.