Una baranda en mal estado y una serie de funestas casualidades tienen sumida en la tristeza a la familia de Diego Alberto Zapata y la de su pequeño hijo de dos años Dylan desde hace casi mes y medio cuando padre e hijo cayeron desde un paso peatonal de una unidad residencial del barrio Robledo.
Según le narró Zapata a EL COLOMBIANO, el incidente se remonta al 17 de octubre cuando llevó al pequeño al apartamento de su madre ubicado en una de las torres de la unidad Territorio Robledo, en el occidente de la ciudad. Zapata admitió que en el momento, la relación con la progenitora de Dylan no era buena, y al igual que en ocasiones anteriores ese día discutieron fuertemente.
“Yo venía mal desde hace varios días con ella, alegando mucho. También llevaba como un mes al cuidado del niño. Ese día, a mí me dio por decirle que yo me iba ir a Cali y me iba a llevar el niño, y ella lo tomó como si yo me estuviera despidiendo, pero eso es mentira porque yo trabajo en Medellín”, narró Diego.
Zapata indicó que tras la discusión pensaba llevar al niño a su apartamento –también en Territorio Robledo–. En el recorrido paró en una tienda a comprar unos pañales, al retomarlo con el pequeño Dylan en brazos notó que venía una moto por el paso peatonal entre las torres 18 y 35 que en ese momento atravesaba y que no tenía sus barandas completas.
“Todos los días pasaba con el niño por ahí y siempre le enseñaba que pasara con cuidado porque él hasta me señalaba el vacío. Pero ese día, justo cuando me corrí (para que la moto pasara), pisé en falso y me fui abajo”, apuntó.
El peor escenario
Cuando Diego recobró el sentido al otro día se encontró con el peor de los panoramas, se dio cuenta que en la caída su pequeño hijo sufrió un grave daño cerebral que lo tiene en estado vegetativo y crítico; además Zapata sufrió una lesión en el cuello que requirió cirugía y para colmo de males notó que estaba esposado a la camilla mientras era custodiado por un policía.
“Cuando me desperté le pregunté al policía qué había pasado y por qué me tenían así y él me dijo que me tenían detenido que porque yo me había intentado suicidar con el niño. Según me di cuenta, luego de que salimos para mi casa la mamá del niño salió detrás y en esa bajada se encontró con la Policía y les dijo que yo le había quitado a Dylan a la fuerza, cuando nos encontraron ya había pasado el accidente y por eso tomaron las cosas así”.
El abogado Sergio Posada Benavidez –defensor de Zapata– le confirmó a este diario que actualmente sobre Diego reposa un proceso penal por tentativa de homicidio agravado a raíz del incidente.
“Y la Fiscalía, al tratarse de un delito con un menor, o sea uno de oficio que se tiene que investigar a fondo, deciden iniciar las pesquisas y proceden a pedir orden de captura”, agregó el defensor.
Esperanza de libertad
Aún convaleciente de la operación a la que fue sometido el 24 de octubre, Diego fue recluido –como la mayoría de capturados de la ciudad– en estaciones de Policía. Actualmente se halla en la estación del 12 de octubre esperando el devenir de su proceso a casi mes y medio del accidente.
Zapata centra sus esperanzas de libertad en dos elementos, el primero es que luego de conocer los hechos, Manuela Gallego, progenitora de Dylan desistió el 28 de octubre de declarar en el proceso de tentativa de homicidio. Esto lo hizo a través de una declaración en la Notaría Primera de Bello.
Otro asunto es que algunas cámaras de seguridad de Territorio Robledo muestran que lo narrado por Diego sería verdad, pues se aprecia como una motocicleta se acerca al paso peatonal segundos antes de que padre e hijo cayeran.
El próximo mes de diciembre será cuando estas nuevas pruebas, que ya están en manos de la Fiscalía, sean mostradas en la próxima audiencia para la que está citado Zapata.
Por ahora, al menos, las barandas del accidente fueron reparadas el 20 de octubre por la Secretaría de Infraestructura, la cual dijo que hasta antes de los hechos no sabía del daño.
Sin embargo, en mayo de 2022 hubo una reunión en la que se informó que el deterioro de esta y otras estructuras similares venía de meses atrás. En esa reunión también se habló de la ocurrencia de otras problemáticas en Territorio Robledo como son los riesgos de deslizamientos, así como el bloqueo de la única vía de acceso al sector que dejaría incomunicados a los habitantes de las 92 torres que componen la unidad (como ocurrió el pasado mes de abril). No obstante, tuvo que ocurrir una tragedia para que arreglaran este problema, pese a que los demás todavía esperan solución.