La apuesta de construir la Ciudadela Educativa del Sur dio un paso más este primero de septiembre con la firma del convenio interadministrativo entre el Metro de Medellín y el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, que da inicio a la etapa de estructuración de la primera fase de este ambicioso proyecto de renovación urbanística.
Este convenio llega un año después de que ambas instituciones acordaran un memorial de entendimiento que posibilitó construir ideas conjuntas sobre las obras que podrían ser ejecutadas en el área que abarcan el Poli y la estación Poblado del metro.
En palabras de Libardo Álvarez Lopera, rector del Politécnico, “este es un convenio de cooperación con el que el Metro, como operador urbano, estaría autorizado para desarrollar el plan de renovación urbana del Poli, que consiste en grandes transformaciones en infraestructura. Se trata de un sueño que se concibió hace más de 30 años y que hoy empieza a ver la luz”.
La iniciativa contempla construir edificios en los bordes de la institución universitaria que puedan tener usos complementarios a la actividad educativa; un edificio de convenciones que estaría conectado con la estación Poblado; mejoras en la unidad deportiva del Poli; parqueaderos para uso de la comunidad académica y de usuarios de los distintos servicios que se logre tener en la zona y un centro de servicios e innovaciones en el sector de la avenida Las Vegas, entre otras obras.
De acuerdo con Tomás Elejalde Escobar, gerente del Metro de Medellín, hasta el momento, ocho empresas han manifestado interés en invertir en el proyecto, entre las cuales se elegirá el aliado estratégico que contribuya, durante la etapa de estructuración, a la maduración y la viabilidad de la idea y permita establecer cronogramas de trabajo y determinar cuáles obras pueden ser ejecutadas.
“Esta estructuración comprende capítulos jurídicos o legales; capítulos técnicos que son los primeros que se desarrollan dependiendo del estudio del mercado y de qué es posible desarrollar de acuerdo con las normas de ordenamiento que tiene la ciudad en este sector; y un capítulo de cierre financiero que indicaría si se puede ejecutar o no el proyecto y cuales serían sus beneficios”, manifestó el gerente.
La apuesta a futuro
Por su lado, Álvarez resaltó que el Poli cuenta con 65.000 metros cuadrados que se beneficiarían con esta transformación urbanística, sin contar las obras que podrían ser viables para ejecutarse sobre la estación Poblado, las plazoletas y otros predios que son propiedad del Metro y que están ubicados entre el Politécnico y el vecino colegio Inem José Félix de Restrepo.
Sin embargo, esta iniciativa causa temores en la comunidad universitaria, según contó Javier Arboleda, representante estudiantil de la institución. “Preocupa un poco que los espacios del Poli se comiencen a privatizar para darles un uso netamente comercial que nada tiene qué ver con la academia”, expresó el joven, quien añadió que el convenio firmado ayer puede desembocar en un plantón el próximo miércoles.
Ante esto, Elejalde y Álvarez dijeron que no se venderán predios del territorio, en tanto que la meta es generar espacios y servicios que, a largo plazo, se conviertan en fuente de ingresos para ambas instituciones.
En el caso del Metro aportarían rentas diferentes a la tarifa de transporte, por medio de la unión de los cabezotes norte y sur de la estación Poblado con áreas comerciales y de servicios. Y, en el del Politécnico, recursos económicos que se invertirían en garantías de gratuidad de la educación para las futuras generaciones de estudiantes, pues, aclaró el rector, este proyecto no se trata de un centro comercial.
Arboleda concluyó que el proceso debe contar con una mejor socialización y concertación con la comunidad académica en torno a ideas sobre los espacios a construir y cómo apoyarían la formación y la calidad educativa.