Mauricio Alviar se ha movido casi toda su vida profesional en el campo de la educación, al punto que fue miembro de la Comisión Nacional para el Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior ―CONACES―, del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Colciencias y del Comité Asesor del Programa Latinoamericano y del Caribe de Economía Ambiental ―LACEEP―.
Alviar es economista, con maestría y doctorado, habiéndose desempeñado muchos años como profesor universitario. Su último cargo de relevancia fue como rector de la Universidad de Antioquia. EL COLOMBIANO habló con él sobre su nuevo reto como Secretario de Educación de Antioquia.
¿Por qué meterse en esta vaca loca después de tantos logros profesionales?
“El mundo de la educación es fenomenal. Por convicción, digo que sin educación no puede haber avance en una sociedad, y después de haber sido profesor universitario toda la vida, tener la oportunidad de entender también cómo es la relación entre la educación precedente y la universitaria, me motivó mucho a aceptar la invitación del gobernador, sobre todo pensando mucho en la grandes brechas rurales que tenemos”.
En la universidad se palpan las falencias que acumulan los estudiantes en su formación inicial
“Así es, en los temas de calidad tenemos unos retos enormes. Los jóvenes que llegan a la educación superior vienen de la educación precedente, y ahí nos toca hacer un trabajo muy fuerte para que el proceso de la educación terciaria sea mucho más exitoso y contribuya más a la calidad de vida y a la competitividad”.
¿Qué lo enorgullece de su paso por la rectoría de la U. de A.?
“En mi periodo, que fue de tres años, logramos hacer 6 semestres de manera regular en toda la universidad, o sea que se logró estandarizar el calendario académico”.
¿Al llegar a la Secretaría qué retos le impuso el gobernador Andrés Julián Rendón?
“Las tareas son calidad, pertinencia y una que es muy importante y en la que ha insistido mucho el gobernador, es cómo hacer que las mujeres madres, sean o no cabeza de familia, puedan por medio de una mayor cobertura educativa de los niños, tener tiempo para desarrollar actividades de su vida, de cuidado, generar ingresos para la familia; si los niños están en la escuela, las mamás tienen más tiempo para ellas”.
¿Cuál es el punto de partida en calidad, para evaluar los logros al final?
“Hoy el diagnóstico muestra una brecha enorme entre la educación urbana y la rural, y entre la oficial y la privada, si hablamos de los resultados de las Pruebas Saber. La ruralidad está por debajo de lo urbano y Antioquia por debajo del promedio nacional”.
¿Cuáles son las metas ahí?
“En el Plan de Desarrollo vamos a trabajar para mejorar esos promedios. La idea es acercarnos por lo menos al promedio nacional en los cuatro años y ojalá quedar por encima”.
¿Y qué decir del factor de la pertinencia de educación?
“En lo que es la básica primaria y secundaria, que son universales, hay unos contenidos diseñados desde el Ministerio de Educación. El gobernador ha insistido mucho en lograr una jornada extendida para complementar la jornada tradicional con deporte, cultura, tecnología e inglés. Eso hace parte de la pertinencia, pero ahí entra también el capítulo de la educación terciaria. Entonces, hay que revisar lo que hacen la Universidad de Antioquia, el Politécnico, el Tecnológico de Antioquia y ahora la Institución Universitaria Digital (IUD), y si estamos llegando con los programas que realmente los jóvenes de los territorios demandan”.
¿Y sería entonces, por ejemplo, que la IUD haga cursos para complementar la educación que reciben los estudiantes de bachillerato, por ejemplo?
“Sí, aparte de los programas que ya tiene, en articulación con la media técnica. Inclusive, ya existe un avance importante del Sena con muchos colegios para mejorar la formación media técnica y que esos muchachos tengan después la posibilidad de continuar en formación para el trabajo y el desarrollo humano, programas técnicos, tecnológicos profesionales y también profesionales universitarios”.
¿La jornada extendida implica disponer de espacios y otros recursos. ¿Estos existen?
“Eso es lo que se está planificando. Espacios hay. Muchos colegios, sobre todo en las cabeceras urbanas, tienen espacios deportivos, y algunos cuentan con coliseo. Estamos haciendo esa revisión para empezar con unos pilotos que nos permitan ese desarrollo. Tenemos que aliarnos con las casas de la cultura en los municipios donde hay. Los parques y ciudadelas educativas también hay que integrarlos a todos estos proyectos. Y en cuanto a los profesores, también tenemos que desarrollar unos incentivos para que puedan participar. También nos vamos a asociar con las universidades del G8 y del G7 para ampliar su cobertura a través de practicantes en áreas de deporte, música, idiomas y tecnología, muy orientado a todo este tema de los programas de la Cuarta Revolución Industrial: robótica, mecatrónica y manejo de drones”.
¿Así se resuelve también la brecha entre campo y ciudad, o hay planes específicos para eso?
“En la medida en que tengamos mayor oferta de programas, sobre todo para la educación terciaria, vamos logrando esos cierres de brechas, pero uno muy importante es en la calidad de la básica primaria y secundaria medida con un indicador objetivo que son las Pruebas Saber”.
¿Qué meta hay en esas Pruebas Saber?
“Acercarnos al promedio nacional y ojalá superarlo sería un resultado extraordinario. En eso hay otros departamentos que están bastante mejor, como el Eje Cafetero, Boyacá y los santanderes. Ahí hay que poner mucho esfuerzo, que además implica una acción con apoyo de las universidades del G8 y del G7 para desarrollar programas, capacitaciones, diplomados y cursos cortos para los maestros en áreas disciplinarias, pero además insistir en lo pedagógico, que está muy bien. Porque estamos atrasados en las pruebas internacionales Pisa, en la formación matemática, física, química y de biología”.
El otro aspecto es la permanencia de niños y jóvenes en la educación, ¿cómo mejorarlo?
“Estamos observando que en Antioquia y yo creo que en general en el país no hay motivación para estudiar. Para recuperarla tenemos que jugar un papel muy importante los maestros y padres de familia, sobre todo en la ruralidad. ¿Cómo logramos esa motivación? Hay que insistir con los alcaldes, maestros, secretarios y secretarias de Educación de los municipios, con campañas que lleven el mensaje de que sin educación no puede haber progreso en una sociedad”.
Pero parece que la educación formal está desacreditada porque las nuevas tecnologías se aprenden de otras maneras.
“Es totalmente cierto que la tecnología nos está poniendo unos retos enormes, en primer lugar a los maestros. Todo este tema de la inteligencia artificial, el Chat GPT, cómo va a jugar eso en las aulas. Entonces, hay que formar a los maestros en estas tecnologías, porque ese es el mundo de hoy, ya no es ciencia ficción. Y motivar a los niños y jóvenes a usar esa tecnología, pero al servicio de la formación. Para eso vamos a diseñar programas.
Recientemente usted lanzó un llamado a matricular a niños y niñas, ¿cómo va ese proceso?
Va bien, la capacidad del Departamento es de 431.000 cupos y todavía faltan. El año pasado llegamos como a 420.000 en total, incluyendo los niños que van dentro del sistema de cobertura”.