Este viernes, cuatro de las 22 estaciones de monitoreo de la calidad del aire que tiene el Valle de Aburrá amanecieron en color naranja, un nivel dañino para la población, aún pese a la época de lluvias y al aislamiento que tiene frenada la mayor parte del parque automotor, factores que incluyen en la reducción de contaminantes.
La red instalada por el Sistema de Alerta Temprana (Siata) había mostrado desde principios de abril un comportamiento favorable, incluso se llegó a registros en algunos puntos de la ciudad de 6 microgramos por metro cúbico de material particulado (PM) 2.5, mínimos que son difíciles de alcanzar en la región. La mayoría de las estaciones permanecieron en verde y por debajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la salud: 13 microgramos por metro cúbico de PM 2.5.
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Por eso, Carlos David Hoyos, director del Siata, quiso explicar a través de redes sociales a qué se puede deber que desde este 16 de abril la red esté registrando un incremento en los niveles de contaminantes.
Según el experto, hay que tener en cuenta tres factores importantes para entender el fenómeno: emisiones locales de contaminantes, transporte regional, y condiciones meteorológicas.
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“Con la reactivación de la obras de infraestructura pública desde el lunes (12 de abril), junto con la cadena de abastecimiento activa y la entrega de ayudas, buena parte del parque de camiones y volquetas está en actividad, con lo que eso implica en emisiones”, indicó Hoyos.
Por ello, subrayó, en las estaciones de tráfico hay picos entre las 7:00 y las 10:00 a.m. que no estaban ocurriendo durante las primeras semanas del aislamiento obligatorio. De hecho, el Siata muestra este viernes que dos puntos ubicados en Caribe y en el Museo de Antioquia, con alto tráfico, son los que mayores niveles de PM 2.5 registran.
Hoyos también manifestó que hay presencia de aerosoles en la atmósfera que se han evidenciado con mapas satelitales. Además, dijo, a pesar de estar en temporada de lluvias hay unos “pulsos secos” en el país que permiten la reactivación de incendios en el norte del país y Venezuela. Este fenómeno, de las quemas, duraría hasta finales de abril.
“Tenemos aportes internos importantes, más aportes externos. ¿Por qué no se han dispersado fácilmente los aerosoles los últimos días? Las condiciones meteorológicas de los dos días anteriores (15 y 14 de abril) no han sido favorables para que tengamos ascenso de los aerosoles fuera del Valle de Aburrá”, indicó Hoyos.
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